Uno de los efectos de la crisis económica global fue una reducción de las remesas que llegan al Perú, es decir del dinero que los peruanos residentes en el exterior envían a sus familias. A fines del año pasado se esperaba que en el 2021 se recuperasen de su caída del 2020, pero los escenarios de muchos países han cambiado rápidamente, según indicó el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la CCL, Óscar Chávez.
Entre enero y setiembre del año pasado, las remesas enviadas al Perú sumaron US$ 2,078 millones, lo que refleja una caída de 16% en comparación con el mismo periodo del 2019. Esto se debió principalmente a la fuerte contracción de la economía mundial durante el segundo trimestre. De acuerdo con información del Banco Central de Reserva (BCR), en este periodo los envíos de dinero hacia el Perú cayeron 31% en comparación con los mismos meses del 2019, mientras que en el tercer trimestre solo lo hicieron en 5%, lo que evidenciaba una recuperación.
“Este es un indicador que escapa al manejo de la política económica peruana, pues depende de cómo evoluciona la economía mundial. Meses atrás esperábamos que en el 2021 se recuperasen los mismos niveles del 2019, pero preocupa que la segunda ola esté afectando a varios países del mundo. Si se lograra vacunar a la mayor parte de la población en dichos países, sí se alcanzaría esta recuperación, pero si no es así, obtendríamos un monto similar al del 2020″, dijo Chávez a gestion.pe.
Como lo señaló el Iedep, la caída de las remesas el año pasado guardó una relación directa con la contracción de las economía de Estados Unidos, Argentina, España e Italia, donde residen alrededor del 31%, 15%, 14% y 10% de los peruanos del exterior, respectivamente.
De modo que la recuperación de este indicador tendrá mucho que ver con la efectividad de los programas de vacunación y con lo estrictas que sean las medidas sanitarias tomadas en dichos países. En el cambio de estas medidas podría incidir, por ejemplo, un relevo en el gobierno, como el que acaba de concretarse en los Estados Unidos. “Si un gobierno ordena una cuarentena y decide paralizar las actividades económicas, los ciudadanos peruanos que viven allí no percibirán un salario y no enviarán dinero a sus familias”, añadió el jefe del Iedep.
Se debe tener presente que a fines de octubre del año pasado el Banco Mundial estimó que en el 2021 caería 14% la cantidad de dinero que los trabajadores migrantes envían a sus hogares. Sin embargo, en abril del año pasado la misma entidad estimó las remesas enviadas por inmigrantes en EE.UU. a sus familias en América Latina caerían 19% al cierre del año. No obstante, en diciembre admitió que los montos acumulados de estos envíos de dinero se acercaban a los del año anterior, gracias a los pagos de ayuda del Gobierno de dicho país y a un repunte económico.
En el 2019, las remesas enviadas al Perú alcanzaron los US$ 3,326 millones, que llegaron a cerca de 936,000 hogares peruanos, según la Encuesta Nacional de Hogares que realiza el INEI. Entre los años 2010 y 2019, la remesa mensual promedio fluctuó entre S/ 610 y S/ 640. Sin embargo, Chávez consideró probable que el año pasado el monto promedio se haya encontrado por debajo de este rango.
Con respecto a los destinatarios de estas remesas, recordó que cerca de la mitad (48%) suelen ser personas inactivas (jubilados, menores de edad, etc.) y un porcentaje un poco menor corresponde a ciudadanos que trabajan y perciben este ingreso extra. Un tasa mucho menor (6%) suelen ser gente desempleada.
La incertidumbre sobre este flujo de dinero impacta en el nivel de gasto de las familias, quienes disponen de menores recursos para destinarlos a algunas de sus necesidades básicas. “Si la contracción de las remesas continúa, veremos que habrá rezagos en la educación y familias desprotegidas en temas de salud. Por otra parte, habrá personas que pensaban invertir y ya no lo harán”, manifestó Óscar Chávez.