A consideración de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), el Perú no cuenta con un plan preciso que permita desarrollar sectores económicos en los que el país tiene ventajas comparativas para liderar mercados.
En concreto, la SNI ha identificado ocho actividades. Estas son la agroindustria y biotecnología; pesca y acuicultura; forestal; textil y confecciones; industria naval; energías renovables, eficiencia energética y electromovilidad; proveedores a la minería; y TIC y contenidos digitales.
Para cada uno de estos sectores, el gremio industrial propone un paquete de medidas, que incluye beneficios tributarios, los cuales estarán especificados en un proyecto que alistan para renovar la Ley General de Industrias, cuyo borrador está por cerrarse. Gestión conversó, en exclusiva, con José Salazar Nishi, presidente de la SNI, para conocer más detalles de la propuesta.
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Sentar las bases
-¿Qué buscan con la propuesta para una nueva Ley General de Industrias?
Proponer una ruta de crecimiento productivo. Debemos dejar de ser un país sin rumbo. Si no tenemos una visión de desarrollo para los próximos 50 años, se seguirá repitiendo esta situación. Siempre decimos que tenemos potencial, pero nunca hemos definido el desarrollo. Al 2050, de empezar cambios hoy, podríamos alcanzar un PBI per cápita por encima de los US$ 25,000, al nivel de España (de hoy). Esto es posible, según nuestras corridas econométricas, bajo tres enfoques.
-¿Cuáles son esos enfoques?
El primero es sectorial. La industria manufacturera tiene muchos sectores. Acá en Lima son -por ejemplo- 58. Entonces, lo primero es identificar sus ventajas comparativas. El segundo es territorial. Perú debe dejar de ser Lima, que representa el 65% de la producción manufacturera nacional. Ica, ‘milagro económico’ agroindustrial, es la segunda solo con 7%. Es una brecha gigante. El tercer enfoque, inevitable hoy, es la sostenibilidad. El desarrollo industrial era criticado por no respetar el medioambiente y no compartir su riqueza. Es un modelo pasado, ningún industrial debe pensar así hoy.
-Dentro de la propuesta, ¿cuál es la relevancia de crear clusters empresariales para los ocho sectores estratégicos?
Totalmente relevante. Hacer aglomeraciones industriales con enfoque territorial sería el éxito de nuestra propuesta política industrial. Ya contamos con algunos que podrían impulsarse. Confecciones con Gamarra es el ejemplo más claro, pero hoy son importadores. También tenemos grandes espejos de agua en la sierra donde podríamos impulsar la acuicultura. Además, contamos con el noveno bosque más grande del mundo. Hay varias zonas en la selva donde se pueden impulsar modelos maderables sostenibles.
-¿Parte del paquete de medidas también incluye deducción de impuestos?
Sí. Todos los países buscan ganar mercados globales. Perú es de los pocos que está retrasado, tenemos muy pocas medidas que promueven la inversión. Ecuador, por ejemplo, no cobra impuestos para el ingreso de atún, le agregan valor al producto y lo exportan. Hoy exportan más de US$ 10 mil millones en pesca de consumo humano.
-Por lo general, cuando se habla de reducir impuestos para algún sector, entidades como el Ministerio de Economía (Mef) y Sunat suelen cuestionarlo, al menos en primera instancia.
Si no desarrollamos oferta para traer inversiones nos quedaremos atrás. Planteamos exoneraciones tributarias, pero con requisitos. No es pedir un regalo. Se pueden dar facilidades en Impuesto a la Renta, pero podríamos exigir reinversiones de utilidades. Así, Estado y empresa, apuestan. También podría proponerse la creación de puestos de trabajo formal, bienes de maquinaria, traer tecnología. Ello merece apoyo estatal.
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-¿Ya le han adelantado esta visión tributaria a alguna entidad? ¿Al Mef?
Se lo decimos al MEF y Produce. En el 2000, cuando decimos impulsar la agroexportación, Perú exportaba menos de US$ 400 millones y cobraba 29.5% de IR. Después de ese apoyo, que incluía beneficios tributarios, el Perú exportó más de US$ 8,700 millones. ¿Qué es mejor? ¿Recaudar 29.5% de US$ 400 millones o 15% de US$ 8,700 millones? Es aritmética simple. Si queremos crecer, hay que ser inteligente para manejar recursos y tributos. El mundo lo hace, Perú no puede seguir de espaldas a eso.
-Dentro de los sectores estratégicos, ustedes resaltan la electromovilidad y nuevas tecnologías. ¿Qué proponen para ambos sectores?
Contamos con recursos primarios como el cobre que pueden generar valor agregado. Las nuevas tecnologías y la búsqueda de energías renovables, aumentan su demanda. Debemos dejar de ser exportadores de cobre en piedra. Hagamos siderurgia, traigamos tecnología, procesemos los productos aquí para que salgan terminados. Lo mismo pasa en litio. Deberíamos desarrollar industria automotriz eléctrica. Hay interés del privado. Perú debe definir su política ya.
-Entre el Congreso y el Poder Ejecutivo discuten una política de electromovilidad nacional. Uno de los puntos neurálgicos también es la cuestión de brindar incentivos tributarios.
Ya existen algunos como el bono de chatarreo. Esa debería ser una medida importante para cambiar matriz, pero no solo para importar vehículos. Tenemos condiciones para liderar el sector electromovilidad. Perú podría ser fabricante de carrocerías. Hay asociaciones animadas en empezar esa industria. Son oportunidades que da el mundo para aprovechar. El cobre y el litio tienen potencial para revolucionar el país impulsando la industria de electromovilidad.
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Por presentarse
-¿Qué respuesta ha tenido su proyecto de ley en el Gobierno y Congreso?
Muy buena. Hemos conversado con parlamentarios, el primer ministro y la propia presidenta. Contamos con su apoyo. Es una ley que debería ser aprobada por consenso. No entendería que alguien se oponga al desarrollo productivo.
-¿Ven viable que el Poder Ejecutivo o el Congreso hagan suyo el proyecto?
Hoy estamos conversando con ambos. Repito, debería ser por consenso. Ojalá que a través de comisiones del Parlamento como Economía y Producción, a las que le compete, entiendan que debe ser de prioridad nacional. El Ejecutivo ya lo ve así. No es una utopía que la impulsen todos los poderes.
-¿Ya existe un borrador del proyecto o solo han entregado documentación de interés a los poderes estatales?
Ya tenemos las bases para generarlo. El borrador lo estamos terminando para entregarlo en los próximos 15 o 20 días al Ejecutivo y Parlamento. Lo que queda del 2023 debe servir para impulsar la economía con desarrollo productivo bajo enfoque territorial. Ojalá el año cierre con una nueva Ley General de Industrias.
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