El sistema de salud afronta -quizá- el reto más grande de su historia: atender a los peruanos en medio de la pandemia del Covid-19, lograr recuperarlo y evitar la mayor cantidad de muertes posibles por este virus surgido en Wuhan, China.
Sin embargo, las últimas semanas han sido las más duras en el intento por controlar la epidemia y se han visto escenas terribles en los hospitales de todo el país: falta de capacidad en las morgues, falta de camas de hospitalización, médicos contagiados, falta de equipos de protección, pero también se han registrado noticias que reportan falta de medicamentos.
Azitromicina, hidroxicloroquina, paracetamol, anticoagulantes son algunos de los medicamentos e insumos médicos más requeridos a nivel nacional para tratar de atender a los pacientes con cuadros más severos producidos por el Covid-19.
En ese sentido, Gestión.pe decidió consultar con los laboratorios nacionales y con los laboratorios latinoamericanos sobre el abastecimiento de estos medicamentos.
José Enrique Silva, presidente de la Asociación de Industrias Farmaceúticas Nacionales (Adifan), señaló que las órdenes del Ministerio de Salud han sido atendidas con absoluta normalidad y sin retrasos. Sin embargo, para Silva se trata de un problema logístico del Ministerio de Salud que impide distribuir la medicina rápidamente.
“Por parte de nuestros asociados no se ha incumplido con ninguno de los requerimientos de compra del Ministerio de Salud ni de EsSalud. Sin embargo, si es que existe algún problema de desabastecimiento es un problema interno del Ministerio de Salud y no de los laboratorios. Es más, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud (Cenares), perteneciente al Minsa, hace órdenes de compra y pasan una o dos semanas y, a pesar de la emergencia, no se dan los resultados del concurso”, manifestó Silva.
El representante del gremio de los laboratorios nacionales descartó cualquier posibilidad de desabastecimiento porque señaló que, incluso, Digemid ha emitido una normativa de emergencia que permite comprar medicamentos e insumos médicos a personas no domiciliadas en el país, esto es a laboratorios extranjeros.
En este mismo punto coincide, Carlos Leigh, presidente de la Aosciación de Laboratorios Farmacéuticos Latinoamericanos (Alafal), quien señala que si es que hubiera desabastecimiento de medicamentos, este es mínimo.
“A EsSalud y al Ministerio de Salud, los dos organismos más grandes que atienden a la población, yo creo que no les está faltando medicamentos en estos momentos. Si no se toman acciones puede faltar, sí. Quizás puede ser que falte un poco, pero el abastecimiento no va a ser problemático”, manifestó Leigh.
EsSalud y Minsa: Dos modelos distintos de distribución de insumos médicos
Entonces si no existe desabastecimiento en el mercado de medicamentos ¿Por qué hay problemas de distribución en los hospitales a nivel nacional? ¿Cuáles son los problemas de distribución y logística en el Estado? Para hablar sobre la gestión pública en políticas de salud, Gestión.pe conversó con César Chanamé, exviceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud y actualmente Director del Centro de Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Continental.
Para Chanamé, un sistema de salud debe estar construido sobre cuatro dimensiones: un modelo de financiamiento, la cadena de abastecimiento, la gestión médica y de prestaciones de salud, así como el diseño institucional
En ese sentido, Chanamé señala que la cadena de abastecimiento y logística es parte fundamental y que marca el éxito de un sistema de salud, más aún en una situación de emergencia como la actual en donde el sistema logístico es sometido a elevados niveles de estrés.
“Todo es una logística compleja para lograr distribuir los medicamentos y los insumos médicos. La gente que no conoce el proceso de producción en el sector salud piensa que solo son medicinas, pero también hay cosas más importantes como insumos médicos, que son los productos que entran en las unidades de cuidados intensivos y no se encuentran en farmacias”, explica Chanamé.
Así, el exviceministro Chanamé explica que en los últimos años han habido cambios importantes en los sistemas logísticos y de distribución del Ministerio de Salud y de EsSalud para abastecer a sus hospitales de medicamentos e insumos médicos.
“EsSalud inició una Alianza Público Privada (APP) en 2010. Contra todas las peleas que hubo en su momento, EsSalud inició este mecanismo por el cual ellos siguen comprando medicamentos, pero esa compra llega a un centro de acopiamiento estratégico que es Salog, que cuenta con un almacén con las mejores prácticas de almacenamiento y distribución y con el manejo de la dispensación”, explica Chanamé.
El catedrático de la Universidad Continental, señala que ha sido un modelo exitoso pues se trata de “un modelo de aprendizaje muy potente de la actividad logística privada incorporada a la gestión pública”.
“No es que estemos privatizando. Es todo lo contrario, estamos incorporando la expertise privada al mundo de la gestión pública. Estamos haciendo una gestión privada y eso nos está funcionando de maravillas ahora en la guerra”, sostiene el experto en gestión pública de la salud.
Según explica, este almacén ubicado en el Callao en un inicio fue pensado para abastecer solo a Lima. Sin embargo, dada la situación de emergencia, la APP de EsSalud con Salog está permitiendo abastecer a todo los hospitales del seguro social a nivel nacional.
“Es por eso que EsSalud compra, acopia, organiza, empaqueta y manda de frente a los aviones de la FAP y sale con todos los paquetes. En una semana, han llegado 3 aviones con medicamentos a Iquitos”, explica el docente, que conoce de cerca la gestión de EsSalud.
Mientras tanto, el modelo del Ministerio de Salud tiene como principal a articulador de las compras a Cenares, el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud, una oficina encargada de comprar los insumos médicos para todos los hospitales que dependen de la cartera.
“Cenares es una mirada más tradicional. Sin embargo su lógica de distribución es lenta porque el modelo tradicional pide enviar los medicamentos a las Direcciones Regionales de Salud (Diresa), quienes tienen que contabilizar y distribuir”.
Sin embargo, Chanamé considera que la creación de Cenares, en 2014, es un paso adelante en la logística de insumos médicos en el Estado.
“La ventaja es que ha logrado centralizar, por lo menos, y objetivizar sistemas de bienes estratégicos en las distintas direcciones regionales. Las regiones le piden al ministerio que consolide y hay un solo comprador, con lo cual se ha logrado eficiencia en costos”, manifiesta Chanamé.
Sin embargo, manifiesta, “EsSalud es más ágil porque utiliza sistemas de gestión integrados como los pueden utilizar una tienda por departamentos”, manifiesta.
“Los problemas de medicamentos en el Perú ya no es un gran tema de desabastecimiento. Hay un porcentaje pequeño de desabastecimiento que son de medicamentos más específicos. Los problemas suelen ser logísticos. Ahora en plena pandemia, se hacen compras internacionales, los insumos llegan a puertos, se hacen los trabajos burocráticos de importación, pago de impuestos, almacenamiento, organización, empaquetado, distribución y envío. El problema es que la velocidad de contagio es más rápida que la velocidad de la cadena logística”, concluye Chanamé.