Para este año, las agroexportaciones no tradicionales superarán en 15% a las del año 2020. En el 2022 podría seguir la tendencia por encima de los dos dígitos; sin embargo, las campañas a partir del 2023, para las cuales se tiene que invertir desde ahora, aún no son claras, señaló Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de Comex Perú.
“Se está cerrando la campaña 2020-2021 y se está empezando la 2021-2022. Para efectos de las siguientes campañas 2023-2024 y 2024-2025, desde hoy se tendrían que asegurar las órdenes de compra y ejecutar inversiones. Sabemos que las inversiones están paralizadas o son cautas respecto a años anteriores. Inclusive hay empresas exportadoras que están explorando otros mercados para desde ahí sacar sus productos”, indicó.
Según Zacnich uno de lo factores de fondo que mermó la inversión en los proyectos de agroexportación es la incertidumbre alrededor del remplazo de la Ley de Promoción Agraria (N° 27360, que se estableció en su momento hasta el 2031). La Ley N° 31110 surgió en su lugar.
“No se puede contratar con normalidad bajo este nuevo esquema, pues las actividades que están contempladas bajo esta ley no están aún definidas. Para mejorar las condiciones laborales no había que cambiar una ley, sino promocionar la anterior y sancionar a aquellos que no la cumplían. Los proyectos de inversión finalmente se ven paralizados o retrasados”, indicó.
Reforma agraria
La segunda reforma agraria, señaló el representante de Comex Perú, no promueve al sector. Indicó que anuncios como la franja de precios, enfocados solo en la agricultura familiar, no aumenta su competitividad, y genera temor en los inversionistas respecto a futuras decisiones de carácter simplista y acotadas a solo una parte del sector.
“La reforma está condenada al fracaso y se está engañando al pequeño agricultor. No hay componente que aumente competitividad, siendo una señal equivocada si el objetivo es favorecer a la agricultura familiar y rural. Políticas que eleven el precio de importación ya se han visto antes y no han tenido éxito. Por ejemplo, 1.1 toneladas de maíz amarillo duro, que está en la franja de precios, es producido en el país al año, cuando las importaciones son de 3 millones”, manifestó.
Implementar políticas
Zachnich dijo que las políticas que no se vienen implementando desde años atrás también son un factor clave respecto al volumen de las exportaciones y decisiones de inversión. Mencionó la paralización de proyectos de irrigación, titulación de tierras (que dificulta a los agricultores el acceso al crédito, insertarse mercados locales y conectarse con los de exportación), y la promoción del uso de semillas certificadas que le aseguren calidad del producto y mayor rentabilidad.
“No puede ser que dentro de esa reforma agraria no haya mencionado el tema del agua, siendo un problema evidente para el agro. Muchos agricultores tienen que estar regando aprovechando la lluvia o buscando tanques. Hay cuatro o cinco grandes proyectos de irrigación que están paralizados por años y representan millones de dólares, como es el caso Chinecas y Chavimochic. Estos podrían ampliar la frontera de exportación en 200 mil hectáreas, siendo esa la extensión que tenemos hoy en día”, manifestó.
Indicó además que la incertidumbre política en cuanto a gobernanza y las señales orientadas a la poca estabilidad de las inversiones, como las del expremier Guido Bellido con Camisea, también surgen en contra de los proyectos de inversión.
En corto
Según Zacnich, la exportación en agricultura no tradicional (arándanos, uva, palta, mandarinas, entre otros), de enero a agosto del 2021 creció en 19% respecto al 2020, sumando US$ 4,564 millones. Por su parte, la tradicional (principalmente explicada por café) cayó en 7% respecto al 2020 entre enero y agosto.