En entrevista con Gestión, Carlos Oliva, presidente del Consejo Fiscal (CF) y exministro de Economía y Finanzas, entró en detalle sobre la opinión emitida por el CF sobre la más reciente publicación del Marco Macroeconómico Multianual (MMM).
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) espera que los ingresos fiscales se incrementen en el 2024. Esto sería consecuencia de su proyección de crecimiento de la economía, pues estiman se expanda en 3%, a pesar de que el consenso de analistas la sitúa en un rango de 2.3% a 2.5%.
“El CF opina que la probabilidad de incumplir la regla del déficit fiscal en los años 2023 y 2024 no es despreciable ante las perspectivas de menor crecimiento de corto plazo y un amplio conjunto de riesgos fiscales latentes, detallados en el propio MMM”, detalló el CF en su opinión.
-¿Qué tanto podría desviarse el MEF del tope del déficit fiscal?
Podríamos hacer estimados, pero quien tiene “la sartén por el mango” es el MEF. Si ellos vieran que se les está yendo de las manos el gasto, tienen mecanismos para cortarlo. Es por eso que nosotros lo que hacemos es tomar por cierto lo que dice el MEF. El Ministro (de Economía y Finanzas) y la presidenta de la República han dicho que van a cumplir con las reglas, pero sí vemos que la situación está bien apretada.
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-En la opinión del CF se menciona que el gasto público debería reducirse en 0.5 puntos porcentuales del PBI por año para que la trayectoria del déficit fiscal converja a 1% del PBI desde el 2026, ¿qué supuestos se tienen que cumplir?
Lo primero es continuar con la desactivación de los gastos extraordinarios, por ejemplo los que se activaron por el covid-19 y prevención del fenómeno de El Niño. Eso quitaría presión sobre el gasto. Lo otro, que es más importante, es controlar al Congreso de la República para que no genere gastos que no se han previsto. Si se controlan ambos y no se sucumbe a una política populista, se puede reducir el gasto como porcentaje del PBI.
-¿Qué iniciativas del Congreso se presentan como las más riesgosas para las cuentas fiscales?
Hay varias normas que han salido que arriesgan las finanzas públicas. Por ejemplo, la reforma de pensiones. Es probable que tenga un costo fiscal, pero depende de lo que se plantee puede ser 1%, 10% o 20% del PBI. Además está el tema de Fonavi, los CAS, hay otra propuesta de la ONP, entre otros. Todo eso está sumando. También está el Tribunal Constitucional (TC) que no decide qué dice si el Congreso tiene o no iniciativa de gasto.
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-Si ocurriera El Niño fuerte, ¿cuáles serían las consecuencias de salirse del déficit fiscal?
Todo depende de la intensidad. Si se habla de algo fuerte, más que lo que se vivió en el 2017 o similar, van a pedir una extensión a las reglas. Sobre todo a la del déficit fiscal. En este caso, el marco institucional permite salirse. No habría tanto problema por el lado de la credibilidad porque de alguna manera está previsto. Por el lado de la plata felizmente se ha reconstruido el Fondo de Estabilización Fiscal que actualmente asciende a 1.2% del PBI. No sería la catástrofe en términos fiscales. Pero, sí, se compromete el crecimiento del próximo año y aumentaría el déficit fiscal para el 2024.
El Niño fuerte podría costar un par de puntos de crecimiento y un par de puntos de reconstrucción. Más allá de lo previsto, hay S/ 25 mil millones previstos a raíz de los fenómenos de El Niño anteriores. Esa cuenta se podría elevar a S/40 mil millones o S/45 mil millones.
Esos S/25 mil millones están en el presupuesto, está previsto. Entiendo que están poniendo plata en la reserva de contingencia que se usa para estos eventos. Si el cálculo es más elevado se tendría que ajustar.
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-¿Le preocupa que se plantee un presupuesto 12% más alto que el año pasado?
El MMM se utiliza para hacer el presupuesto. Tienes que suponer de buena fe que se ha hecho bien. Es un aumento del 12% en términos nominales, pero en términos reales es 9%. Se tendría que asumir consistente con las proyecciones del MMM. El presupuesto incluye el servicio de la deuda, que en las cuentas fiscales no se contabiliza, además de supuestos de ejecución de la inversión pública. Lo que se tiene que hacer es considerar los factores. El 9% es consistente con las cifras el crecimiento del producto del 3% y el déficit del 2% al 2024.
-¿Hay riesgo de incumplimiento de las otras reglas fiscales? (Deuda pública y dos vinculadas a crecimiento del gasto).
Las otras tres reglas se tendrán que cumplir sin ningún problema. En la de la deuda pública estamos lejos. El techo es 38% del PBI y estamos en 33%. Es casi imposible que se incumpla. El déficit tendría que ser 7% para incumplir esa regla. Las otras dos son de crecimiento del gasto. El MEF tiene manejo sobre eso, puede modularlo para cumplirlo efectivamente.
La duda es sobre el déficit, por el hecho que se ha hecho el MMM con la proyección en el tope, por lo que si se crece un poco menos o hay algo mas de presión, se tendría que incumplir la regla o cortar abruptamente el gasto. Lo ideal es que en el déficit también haya espacio, se tendría que haber planteado un déficit de 1.5% o 1.6% para tener espacio de maniobra.
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-Por el lado del ingreso, ¿qué medidas tendría que priorizar el MEF para asegurar el flujo que están proyectando?
Es un tema complicado y se está pasando el tiempo porque si quiere hacer cambios en Impuesto a la Renta (IR) o Impuesto Predial (IP) se tienen que hacer antes de diciembre para que entren en efecto al otro año. Es decir, ya se tendrían que mandar en estos días. Si se demoran y se plantean a comienzos del 2024, estamos hablando de que empiecen a aplicarse en el año 2025.
En ambos casos hay elementos a mejorar, el MEF los conoce bien. Uno que tiene que ver con el IR es la simplificación de los regímenes para quedarse con uno o máximo dos. Eso esta desde hace 4 o 5 años en el papel, pero el Congreso tiene que apoyarlo. Lo otro es el IP que también necesita apoyo del Parlamento y otras medidas operativas. El Catastro Fiscal es una excelente iniciativa, pero toma tiempo y no termina de consolidarse.
-¿Qué pasa con el IGV?
Sobre el IGV es un poco más difícil. Las ganancias tendrían que venir por el lado de la Sunat con toda la información que tiene de comprobantes electrónicos y mecanismos modernos de análisis de datos debería tendría todas las herramientas para ayudar a seguir reduciendo la evasión.
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-¿Y las exoneraciones?
Hay varias que se pueden revisar. La del IGV a alimentos es la más grande, pero en estas circunstancias de inflación es tarea imposible. Hay otras como el drawback. Se calcula al próximo año S/1,400 millones en subsidio a las exportaciones. Eso podría revisarse y reducir la tasa, por ejemplo. Si al final sumas los puntos que te he dado, hay un impacto en ingresos permanente.
Otras medidas tienen que ver con la formalización, pero abre todo tipo de políticas que tienen que ver con el mercado laboral y es otra gran rama de acciones que permitirían mayor recaudación.
-¿El Gobierno ha comunicado su intención de hacer alguna de estas reformas?
Se tiene que hacer una especie de pacto fiscal, pero no se ha lanzado nada para el 2024. Tiene que ver con el mismo instinto de supervivencia del Poder Ejecutivo, esto requiere aprobación del Congreso y también apoyo popular. Nadie quiere pagar más impuestos. Para hacer una reforma del mercado laboral, por ejemplo, se tiene que chocar con sindicatos y “levantar polvo”. Se necesita un Ejecutivo que se quiera comprar el pleito y estar dispuesto a confrontar a detractores.
Tienen que tratar de hacer las cosas distintas. Si su único propósito es que no los saquen del poder y se siguen “haciendo el muertito” el país va a seguir así, con la pobreza aumentando.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.