El Gobierno puso en marcha la entrega del Bono Yanapay, que tiene como objetivo entregar un apoyo económico de S/ 350 a más de 13.5 millones de personas en todo el país.
Sin embargo, tendrá un impacto menor en las familias más vulnerables del país, de acuerdo a cálculos realizados por los economistas César Liendo, Pablo Lavado y Renzo Guzmán Anaya.
“Su cuasi universalidad le hizo perder efectividad para mejorar más los ingresos de los que estaban más lejos de la línea de pobreza”, afirmó Liendo a Gestión.
El también exviceministro de Economía, explicó que entre los 13.5 millones de personas que recibirán el bono Yanapay, hay un grupo importante que no está dentro del 30% de la población que es considerada pobre este año, es decir unos 10 millones de peruanos.
Si bien la intención es atender a las personas que son consideradas “no pobres vulnerables”, según Liendo, un bono no reduce su vulnerabilidad, pues es solo un paliativo muy específico y puntual.
“La mala focalización en términos de pobreza ha limitado mucho la potencia del bono”, añadió.
Regresividad
El economista señaló que lo que se debería esperar de un bono de este tipo es que sea mayor en la población de menores ingresos y se vaya reduciendo en las de mayores ingresos.
Sin embargo, el diseño del bono no considera la estructura de los hogares en el país. “Acá no consideraron que los deciles de menores ingresos suelen ser familias donde están papá y mamá o a veces un solo adulto, con muchos hijos, son familias numerosas y esa estructura no se toma en cuenta”, dijo Liendo.
Es por ello que cuando se hace la medición del efecto del bono Yanapay en el percápita de las familias, se observa que los deciles con mayor número de integrantes, que usualmente son los más pobres, tienen un menor ingreso. (ver gráfico)
“Hemos encontrado que la medida es regresiva, que las familias de más ingresos, que están más ceca a la línea de pobreza, que sí necesita ayuda, pero en una menor magnitud que el que tiene menos ingresos, están recibiendo más. No debería ser así, sino progresivo: a menor ingreso percápita, mayor bono”, precisó el economista.
Impacto en pobreza
Según los resultados de los cálculos de los tres economistas mencionados, el efecto del bono Yanapay sobre la pobreza será que solo 300,000 personas dejarán esta condición este año por este apoyo económico.
“El no focalizar te genera un problema, porque si quieres reducir la pobreza, y cumplir lo que dice el presidente: no más pobres en un país rico, al final una medida universal termina diluyendo el esfuerzo fiscal”, refirió.
Precisó que si el enfoque de los más de S/ 5,000 millones del bono hubiese sido solo en los más pobres, el impacto hubiese sido el doble y se tendría unas 600,000 personas saliendo de la pobreza.
La informalidad sigue siendo el refugio a falta de empleo
De acuerdo con el estudio realizado por Liendo, Lavado y Guzman, no solo hay poca generación de empleo formal, sino también más precarización y desprotección social.
Esta situación se complica si no hay inversión privada, porque sin esta, no hay demanda laboral formal.
“Si no hay puestos de trabajo formales, la gente se “refugia” en la informalidad. A mayor oferta laboral informal, menor salario del mercado informal, y sin protección social”, señaló Liendo.
Manifestó que esto último es tan preocupante como el número de pobreza, pues seguimos generando mayor vulnerabilidad social frente a otro shock adverso inesperado.
Si bien en el 2020 la tasa de pobreza promedio fue de 30%, el Banco Central de Reserva (BCR) señaló que esta oculta una dinámica trimestral particular, donde el gasto per cápita de los hogares se recuperó fuertemente hacia el cierre del año.
Además, existe una correlación positiva entre reducción de la pobreza y el crecimiento del PBI per cápita al realizar una comparación con países de la región. De hecho, el crecimiento del PBI per cápita debe complementarse con una adecuada política de seguridad social.