La economía peruana viene en buen momento, con buenos vientos y el reto es que se consolide el siguiente año. El escenario internacional es favorable y esto explica la mayor demanda de las exportaciones peruanas.
Así, de acuerdo a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, mientras que en 2016 la economía mundial creció en 3.2%, este año señala que sería de 3.6% y la proyección para el 2018 es que crecería 3.7% (pese a una ligera caída de 6.8% en 2017 a 6.5% en 2018, de la economía China).
“China, cuya desaceleración y riesgos entre 2014 y 2015 llevaron a una tendencia de una caída muy fuerte en los precios de commodities, viene teniendo una evolución mejor de lo esperado. Cuando uno quiere hacer comparaciones de caída de precios entre 2013 y 2016 tiene que buscar data que no se encuentra desde los años 50”, anotó Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva.
Indicó que la proyección de la balanza comercial para este año es de un superávit de US$ 5,889 millones, lo que significa una recuperación de US$ 8.8 mil millones desde el 2015 y un retorno a los niveles positivos del 2012 (US$ 6,393 millones).
Esto se debe a las mejoras de los precios de commodities, el ingreso de megaproyectos mineros y las exportaciones crecientes de productos no tradicionales.
Armas también destacó las tasas de interés de largo plazo que, si bien han bajado en la región, en el Perú, a 10 años, está en menos de 5%. Lo cual está asociado a que el Perú asumió una posición fiscal correcta y una baja inflación.
Señales de recuperación
Por otro lado, un signo del escenario económico positivo, recalcó Armas, es la relación entre el valor del dólar con el índice de precios de los commodities; un dólar fuerte está correlacionado con precios débiles de commodities. “Con la recuperación del precio de commodities, el dólar, con fluctuaciones, ha tendido a debilitarse y esto se ha visto en las economías emergentes”, comentó, en alusión a la revaluación del sol peruano.
Otro signo importante del crecimiento (que se espera) de la economía peruana reside en la demanda interna. “La inversión privada creció (en el tercer trimestre de este año) luego de 14 trimestres de caídas sucesivas. Y en la segunda quincena del mes se mantiene un nivel alto de confianza empresarial, el más alto en los últimos dos años (en noviembre llega a 76 puntos a 12 meses)”, dijo Armas.
En cuanto a la demanda interna desestacionalizada, la proyección a octubre es que está creciendo 6.4%. Por otro lado, anotó que “la construcción creció 8.9% -la proyección para 2018 es de 7.3%- y en octubre pensamos que la tasa será de 13.5%. La inversión privada creció luego de 14 trimestres (5.4 de variación anual en el tercer trimestre del 2017)”, añadió.
Asimismo, los niveles de inversión pública (gobierno) se vienen recuperando (14.4% variación anual nominal).
Por estos factores, Armas señaló que el crecimiento de la economía peruana tendrá pilares diferentes a los megaproyectos o exportaciones netas. “La demanda interna está creciendo a tasas importantes, la clave va a ser la inversión y la recuperación del consumo privado”, subrayó.
Así, mientras la proyección para el 2017 es de 2.8% de crecimiento del PBI, con el consumo privado (0.5%), la inversión privada (1.2%), la inversión pública (0.4%) y las exportaciones netas (-0.8%) la proyección para 2018 es, según el BCR, de 4.2%.
Líder de economías emergentes
Dentro de las economías emergentes, Perú se muestra bastante sólido en política macroeconómica. En crecimiento, de 2001 a 2016, el promedio anual fue de 5.2% (solo por debajo de Indonesia con 5.4% y Filipinas con 5.3%) En inflación, en el mismo período, el promedio es de 2.7% (por debajo de Filipinas con 2.3%). En deuda bruta como porcentaje del PBI, Perú tuvo en 2016 23.8% (por debajo de Chile con 21.3%); y, en reservas internacionales, Perú tuvo 33% del PBI (por debajo de Tailandia con 49%).
“Desde afuera, con cualquier indicador, estamos bastante avanzados. Diría que Perú tiene una excelente defensa y un buen arquero”, señaló Armas.
“Esto permite que, ante cualquier choque, hay capacidad de hacer política fiscal y monetaria anticíclica: tenemos una buena capacidad de respuesta”, agregó. Pero ¿cómo hacerlo?
“Este año ya se ve un impulso fiscal que debería continuar el próximo año. Esto luego de varios años donde ha habido impulsos negativos por inversión pública”, expresó Armas. Así, se proyecta que el impulso fiscal ponderado para este año sea de 0.2% del PBI potencial y, en 2018, llegue a 0.6%.
“En lo fiscal el Perú ganó, en su momento, reputación, por eso tiene una política fiscal creíble. Igual podemos decir de la política monetaria”, detalló el funcionario y agregó que “en Perú hay una tremenda demanda por bonos soberanos pese al anuncio de una política fiscal expansiva que llevará al déficit fiscal a 3.5% el próximo año, esto por una posición de deuda pública neta bastante baja (se proyecta 12.7% del PBI para el 2018).
Política monetaria
En cuanto a la inflación, precisó que hubo varios choques pero se puede “decir que la inflación, no importa como la midamos, está en el rango meta de 1.5% que va a continuar bajando por una reversión de varios factores”.
Recordó que el BCR ha bajado en 100 puntos básicos en la tasa de referencia y que una forma de medir el tamaño del tamaño es el crédito sobre el PBI que hoy llega a 40%. Si bien es chico para la región es un récord en el país. Perú tenía ratios hasta un 20% y, en el 2000, el 20% del porcentaje previo era en soles. Ahora el tamaño es el 40% donde el 29% es en soles y el 11%, en dólares.
“Nunca he visto un año donde se equivoquen tanto los especialistas en proyectar la inflación y el BCR tenga la razón”, espetó Armas asegurando que no se consideró completamente la información de lo que ocurre con la evolución de precios de alimentos básicamente agrícolas (el IPC se proyecta cerca del 1.5% los precios de alimentos perecibles agrícolas cerca de -5% a noviembre).
A largo plazo
Armas criticó el bajo nivel de la productividad en el país: “como economía, nuestra productividad ha dejado de crecer”. Si bien el crecimiento potencial del PBI es de 3.7% actualmente, si se quiere tener mayores tasas de crecimiento es crucial elevar la productividad, agregó.
¿Qué significa esto? Bajar la informalidad laboral –tasa urbana privada no agropecuaria total nacional de 69.4% al 2016. Además, se debe buscar reducir el ratio de dolarización del crédito al sector privado que, según la proyección al 2017 a setiembre, es de 30%.
Por último señaló que, si bien existe estabilidad macroeconómica y se respetan los criterios básicos del mercado, no es suficiente “para salir de la trampa de los ingresos medios”. La economía sobre regulada, los problemas en educación y el bajo crecimiento del capital humano –que incluye dar buenos servicios a la población- son temas que se tienen que atender.