El 2022 será un año difícil para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) exportadoras peruanas por la desaceleración en América Latina (AL), su principal mercado que experimentaría un crecimiento de solo 3%, estimó el director del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores (CIEN-ADEX), Edgar Vásquez.
Fue durante su participación en el ciclo virtual de conferencias del ‘Encuentro de Negocios para la Internacionalización de las Mipymes: CAN, Alianza del Pacífico y España’, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.).
En el 2022 la economía mundial se mantendrá relativamente fuerte, impulsada por los paquetes de ayuda de EE.UU. que le permitiría crecer por encima del 5%. China por su parte, lo hará en 5.6%, Asia Emergente en 6.3% y la Unión Europea en 4%, pero no pasará lo mismo con América Latina, que en el 2020 fue la región más golpeada (-7%). Este 2021 cerraría con 6.3% y el próximo 3%.
“México crecería el próximo año 4%, Chile 2.5%, Colombia 3.8%, Ecuador 3.5% y Bolivia 4% La desaceleración nos llevaría a ser el continente menos dinámico y tener un escenario de presión social porque no podría captar la nueva mano de obra que surge año a año, ni recuperar los empleos perdidos por la pandemia”, comentó Vásquez.
Las mipymes tienen como principales destinos a los países de la región por varias ventajas como la distancia, costos, cultura e idioma y eso las colocaría en una difícil situación –comentó– estas unidades necesitan aprovechar la gran red de acuerdos comerciales firmados por el Perú y así mejorar las proyecciones negativas.
El Gobierno, con el apoyo del sector privado, debe diseñar una estrategia de difusión agresiva de los beneficios de los TLC.
-Retos-
En su disertación, el director del CIEN-ADEX detalló que el 92.3% de las empresas exportadoras peruanas son mipymes, pero solo concentran el 5% del total de los envíos US$ FOB. Asimismo, las grandes compañías, si bien representan el 7.7% restante, concentran el 95% del monto US$ FOB.
“En el mundo, estas unidades (mipymes) suelen tener una mayor participación, pero no es usual un porcentaje tan elevado, por lo general fluctúan entre el 60% y 65%, a veces hasta el 70%”, añadió.
Entre las trabas que impiden su consolidación en el mercado internacional –continuó– están su reducida capacidad de gestión internacional, desconocimiento de mercados y de normativa, falta de adaptación de productos, poco encadenamiento productivo, reducido acceso al financiamiento y la complejidad de trámites e impuestos.
Ante ello, recomendó fortalecer su capacidad de gestión a través de programas especializados.
“Produce y Promperú tienen un rol fundamental. Hay que ser más innovadores, identificar sus necesidades y adaptar estrategias de promoción comercial para ampliar la base exportadora. Debe ser escalonada en función de su crecimiento productivo y exportador”, apuntó.
En su opinión, es fundamental desarrollar herramientas de monitoreo y adaptación a las tendencias de productos, considero que el país no puede continuar alejado de las tendencias y debe desarrollar un agresivo encadenamiento con las grandes exportadoras.
- En el 2020, el 62.6% de las empresas fueron microempresas, el 28.9% pequeñas, el 0.8% medianas y solo un 7.6% grandes.
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