Las autoridades de la Reserva Federal (Fed) están dando a conocer públicamente la posibilidad de que puedan retirar su apoyo a la economía más rápidamente de lo que habían señalado hace apenas unas semanas, con un importante integrante instando a una reducción más veloz de las compras de bonos y otro señalando que querría esa discusión en la próxima reunión de la Fed.
“Examinaré de cerca los datos que tengamos entre ahora y la reunión de diciembre, y en esa reunión podría ser apropiado tener una discusión sobre cómo aumentar el ritmo al que estamos reduciendo nuestro balance”, dijo el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, en la Conferencia de Política Económica de Asia 2021 de la Fed de San Francisco.
Este mes, la Fed comenzó a recortar sus compras mensuales de activos por US$ 120,000 millones a una tasa en que las terminaría por completo a mediados del 2022. El organismo aseguró que, si las condiciones económicas lo justificaban, estaría preparado para ajustar ese ritmo.
“Eso será algo a considerar en la próxima reunión”, manifestó Clarida, señalando el riesgo al alza de una inflación ya alta y que la economía está “en una posición muy fuerte”.
Más temprano, el gobernador del banco central Christopher Waller pidió a la Fed que acelere su reducción en las compras de bonos para dar más margen de maniobra para subir las tasas de interés desde su nivel cercano a cero tan pronto como el segundo trimestre del próximo año, si persiste la alta inflación y la fortaleza de las ganancias en el mercado laboral.
“La rápida mejora en el mercado laboral y el deterioro de los datos de inflación me han llevado a favorecer un ritmo más rápido de reducción de compras de activos y una eliminación más rápida de la expansión monetaria en el 2022″, afirmó Waller en el Centro para la Estabilidad Financiera en Nueva York.
Respondiendo preguntas después del discurso, argumentó a favor de que la Fed duplique el ritmo de la reducción de compras en enero para que el programa esté terminado en abril.
Una tasa de inflación en un máximo de 30 años y un acelerado ritmo de aumento de puestos de trabajo han hecho que casi todas las autoridades de la Fed vean ahora el tema con cautela, y Waller y el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, son los que más presionan por un cronograma acelerado.
El hecho de que Clarida sugiriera el viernes que dicho plan podría discutirse en la próxima reunión de política monetaria de la Fed aumenta la probabilidad de que se active.
Los comentarios previos de Waller sobre favorecer una directa reducción del balance de la Fed ayudaron a que el retorno de la nota del Tesoro a dos años -el vencimiento más sensible a las expectativas de política monetarias de la Fed-, subiera desde un mínimo del día, y la declaración posterior de Clarida los envió al máximo del día.
Los futuros de tasas de interés reflejan las crecientes apuestas a que la Fed comenzará a subir las tasas de interés en junio.