La especulación de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría convocar a una reunión de emergencia para comenzar a elevar las tasas de interés llegó y se fue rápidamente la semana pasada. A última hora del viernes, casi no había rastro de ella en los mercados estadounidenses.
Pero la semana pasada en Sudamérica, especulaciones similares mantuvieron nerviosos a los operadores. Tanto en Colombia como en Chile sus apuestas mostraron una real probabilidad de que los bancos centrales locales puedan elevar los costos de endeudamiento este mes —pese a que no hay reuniones de política monetaria programadas— para acelerar las campañas de aumento de tasas que comenzaron el año pasado.
En Chile, la especulación llegó a tal punto que el fin de semana la titular del banco central se vio obligada a desmentir un plan de ese tipo.
Los operadores apostaron a que el riesgo era real dado que las lecturas de inflación siguen sorprendiendo al alza, lo que impulsa las apuestas por aumentos de precios aún más rápidos a futuro. Y una Fed que tiene prisa por ajustar su política, sin importar si eso significa un aumento de emergencia o no, aumenta la presión en América Latina al amenazar con socavar las monedas de la región y avivar aún más un aumento de la inflación que los encargados de política monetaria han tenido dificultades para contener.
Ninguno de los dos países sudamericanos tiene previsto decidir sobre tasas hasta fines de marzo. Sin embargo, los contratos de swap en Chile muestran una probabilidad cercana al 50% de que los encargados de política monetaria convoquen una reunión extraordinaria el próximo mes para elevar los costos de endeudamiento en otros 150 puntos básicos al 7%. Mientras tanto, para Colombia, los operadores ven alrededor de un 40% de probabilidad de que una reunión que se realizará el 25 de febrero, que no apunta a decidir sobre tasas de interés, termine con un aumento de 1 punto porcentual para llevar la tasa interbancaria al 5%.
“Desde una perspectiva de señales, podría transmitir un mensaje de desesperación”, dijo Andrés Pardo, estratega para América Latina de XP Investments. “Por otro lado, esperar dos meses para reaccionar también conlleva algunos riesgos en un momento muy delicado”.
En EE.UU., los rendimientos de los bonos del Gobierno subieron el 10 de febrero después de que datos mostraran que los precios al consumidor aumentaron más de lo previsto en enero, lo que alimentó apuestas de alzas de tasas más rápidas. El presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, incrementó esa especulación al expresar su apoyo a elevar las tasas de interés en un punto porcentual completo para principios de julio, aunque otros funcionarios de la Fed no quieren ser tan agresivos.
Contrapartes de la Fed en toda América Latina —un grupo de banqueros centrales que tiende a tener poca tolerancia a la inflación— han estado subiendo las tasas como ninguna otra región del mundo durante el último año. En Chile y Colombia sorprendieron a los inversionistas en enero con las mayores alzas de tasas en casi dos décadas. Y desde entonces, ambos países han experimentado un incremento en la inflación, a un ritmo anual de 7,7% en Chile y 6,9% en Colombia, lo que provocó que los analistas hicieran llamados a alzas de tasas de emergencia para este mes.
A pesar de que el gerente general del banco central de Colombia, Leonardo Villar, dijo la semana pasada que no ve “ninguna razón para cambiar” el calendario establecido, los economistas no están dispuestos a descartar por completo las apuestas por una medida en febrero. Alexander Muller, de Bank of America Inc., espera un aumento de 100 puntos básicos este mes.
Y, en el caso de Chile, Diego Pereira, de JPMorgan Chase & Co., y el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, dijeron esa semana que veían una posibilidad de que el consejo pudiera elevar la tasa de política monetaria antes de la reunión prevista para marzo.
La presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, advirtió en una entrevista publicada el fin de semana en el diario La Tercera que se avecinan tasas de interés más altas, pese a que dijo que no había necesidad de un aumento fuera de lo programado.
Esteban Tamayo, economista de Citigroup Inc., no está entre el grupo que estima que Colombia realizará un aumento de tasas no programado. Pero señala que no se puede descartar la posibilidad.
“Las expectativas de una inflación al alza son lo que más preocupa a los encargados de política monetaria en este momento”, dijo.