El año pasado las micro y pequeñas empresas (mypes) recibieron sus facturas cada vez a mayor plazo, lo cual pudo verse en la industria de factoring. Es probable que estos plazos se alarguen en el 2022, pero no en gran medida, señaló el secretario general de la Asociación Peruana de Factoring (Apefac), Luis Terrones.
Explicó que en el 2021 los plazos de pagos para las mypes se incrementaron, en promedio, a 68 días, luego de haberse ubicado en 63 en el 2020.
“En la segunda etapa del año la liquidez (en referencia al costo de financiamiento) ha estado más dura y hemos visto que las empresas (que deben pagar la factura) han tenido algunas dificultades también en sus ventas, lo cual ha llevado a ampliar los plazos a sus proveedores (mypes). Es probable que los plazos se amplíen más en el 2022, pero tampoco en gran magnitud, porque no sería una situación sostenible. Aún no hay señales que llevan a pensar que se reduzcan los plazos este año”, indicó.
Respecto a las tasas, indicó que se han mantenido en un promedio de entre 1% y 2% mensual, y esperan que continúen así en el 2022. “Al ser financiamiento de muy corto plazo, las tasas no se afectan por el aumento de plazos. Para el caso del factoring el costo de fondeo se ha logrado mantener y se esperan niveles similares en el 2022”, señaló.
Menos optimista
En el 2021, a nivel de industria (bancos y empresas especializadas), el monto colocado fue de S/ 23,000 millones con un crecimiento de alrededor de 70% con respecto al 2020. Para el caso de Apefac, que representa el 70% de la industria no bancaria, la colocación fue de S/ 3,900 millones con un crecimiento de 35%.
El ticket promedio del pasado año fue cerca de S/ 27,000, el cual es básicamente por operaciones de empresas mype con foco en el segmento de servicios. “Este ticket se ha reducido, pero esto es reflejo de que el factoring ha estado más presente en operaciones de empresas aún iniciando”, precisó Terrones.
Dijo que hubo un rebote estadístico, luego de un año malo (2020), lo que se explica también porque el factoring representa una opción interesante sobre todo para las actividades de servicio que son más resistidas por el financiamiento tradicional, el cual está más dirigido a comercio y manufactura. “Normalmente las operaciones de servicio tienen poco capital de respaldo, por lo que es difícil entrar a modelos de soporte financiero; el factoring sí se adapta más a esa realidad”, puntualizó.
Señaló que actualmente Apefac atiende 13,000 facturas al mes y que, en lo que va del año, se ha negociado un monto de S/ 700 millones. “Hay una tendencia de centralización de las operaciones en Lima, por lo que debe haber una política de difusión por parte del Estado”, indicó.
Para el 2022, se espera que el crecimiento de 70% (y 35% de Apefac) para la industria se mantenga, aunque las perspectivas iniciales eran mejores, manifestó Terrones.
“Esperamos un crecimiento similar. A pesar de que estábamos más optimistas con el reglamento que da mayor empoderamiento de las mypes (por el Decreto de Urgencia (DU) 013-2020), incluso considerábamos un crecimiento de la industria de tres dígitos, hemos visto aún un desarrollo lento del mercado. Se debe respetar el derecho de la mypes a la libre negociación de facturas, pues se observa que muchas empresas impiden este ejercicio, lo cual es sancionado con multas de hasta 50 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) por el Ministerio de la Producción (Produce)”, afirmó.
¿Qué es el factoring?
El factoring es un servicio financiero que le permite a una empresa descontar las facturas que emite a una tasa respectiva. Es decir, se le otorga a la empresa de factoring la factura a cambio de un monto menor al que recibiría en un futuro, obteniendo así recursos de manera inmediata.