Profesora e investigadora de la Universidad del Pacífico
Los peruanos y peruanas de a pie nos preguntamos: ¿Por qué los precios de la canasta básica familiar se han incrementado? Aquí explicamos algunos factores del por qué podríamos estar a puertas de una inseguridad alimentaria patente.
Para realizar un análisis exhaustivo del porqué del alza de precios de los alimentos es imprescindible entender que una alta demanda por los productos de la canasta básica y la baja producción conducen a una inminente inflación. El Perú no es un caso aislado en esta situación. El empeoramiento de la dinámica de la pandemia, la poca confianza hacia el Gobierno recién electo y el endurecimiento de las condiciones financieras externas, entre otros factores, afectan gravemente la recuperación de la economía peruana. Todo esto provocará aumentos en las tasas de interés por parte de los bancos centrales y un empobrecimiento del poder adquisitivo de la población, que impedirá que la comida sea asequible. Asimismo, los proveedores de alimentos se han visto afectados por interrupciones en la producción, la mano de obra, logística y el transporte en medio de una demanda creciente de alimentos.
De igual forma es importante conocer qué consumimos principalmente en la canasta básica familiar. El peruano come insumos locales como el arroz, la papa y el pollo, pero también importados, como el aceite, el trigo y el maíz entre otros. Adicionalmente, el precio de los combustibles como el gas y el petróleo que utilizamos para cocinar en los hogares y para transportar los alimentos ha ido al alza. El único producto que ha sido constante es el arroz, que a pesar de las dificultades que ha experimentado el sector, ha mantenido su precio.
En agosto ComexPerú publicó el siguiente cuadro comparativo de precios entre enero vs. julio del presente año:
Fuente: ComexPerú, 2021
Los precios han ido incrementándose en el Perú por una serie de razones explicadas a continuación:
En principio, los costos de los alimentos están aumentando a nivel mundial. Según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los mismos están en su mayor alza en más de una década en medio de preocupaciones climáticas y una fuerte compra de cultivos por parte de China, lo que causa una reducción en los suministros alimenticios a nivel mundial. Según Bloomberg Businessweek, los costos mundiales de alimentos subieron por undécimo mes en abril de este año. Por ejemplo, el aceite de palma aceitera ha aumentado en más del 135% en el último año y la soya superó los 16 dólares el bushel (1 bushel= 27.216 kg) desde 2012. Asimismo, el maíz alcanzó un máximo después de 8 años, mientras que el trigo tiene el nivel más alto desde 2013. Para empeorar el escenario, se ha producido un encarecimiento de los fertilizantes y pesticidas. El 90% de insumos para fertilizar campos en nuestro país es importado.
En segundo lugar, la pandemia también ha causado estragos dadas las restricciones logísticas: atascos y cierres temporales en puertos internacionales, el incremento de fletes y la “crisis de los contenedores”, así como la ausencia de asistencia técnica en cultivos.
En tercer lugar, está el cambio climático. Existen productos como el café que se ha visto tremendamente afectado por las heladas experimentadas en Sao Paulo y Minas Gerais.
En cuarto lugar, está el precio del dólar. Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el tipo de cambio del dólar en el sistema bancario ha crecido 13.2% en lo que va del año hasta el 9 de agosto del presente aún con la intervención del Banco Central de Reserva del Perú. En el caso de los productos que importamos, como los fertilizantes y materias primas agrícolas, así como de energía, el encarecimiento del precio en dólares sumado al aumento del tipo de cambio produce un fuerte impacto en el precio en soles.
En quinto lugar, está el Gobierno electo. Muchas inversiones se están retirando del país al advertir la inestabilidad macroeconómica.
Finalmente, en sexto lugar está el acaparamiento por parte de los consumidores finales. Este fenómeno por parte de aquellos de mayores ingresos, así como empresas relacionadas al rubro de alimentos, pueden contribuir aún más a que se disparen los precios de los alimentos.
Todos estos puntos arriba mencionados causan un incremento en los precios de los alimentos que ocasionarán una inseguridad alimentaria en el Perú que, a puertas de la tercera ola por la variante delta, resulta sumamente preocupante. El retiro de inversiones, la imposibilidad de trabajar por los confinamientos y la enfermedad por la COVID-19, entre otros, han generado cuantiosas pérdidas de ingresos, que pueden evidenciarse en una inseguridad alimentaria que podría duplicarse para el fin de este año. Las personas de bajos ingresos son quienes sufrirán más los estragos.
Existen factores externos que no podemos controlar. Pero coincido con las opiniones vertidas por la CCL y ComexPerú en que se debe reducir la incertidumbre y el temor de un manejo populista de la economía con la convocatoria de profesionales que restablezcan la credibilidad y la confianza con las que se mantendrá la estabilidad macroeconómica. Es necesario que el Gobierno sea analítico y prudente en sus decisiones, ya que no queremos escasez de alimentos ni tampoco un aumento en sus precios que cause estragos ni en la nutrición del consumidor peruano, ni en su salud.