El Gobierno alemán anunció que adquirirá gas natural licuado (GNL) por valor de 1,500 euros (US$ 1,665 millones) para reducir su actual dependencia de Rusia, aunque sin concretar cuál será su procedencia.
“El dinero está disponible. Ahora hay que decidir dónde se compra”, afirmó un portavoz del Ministerio de Economía, según el cual la compra se hará a través del suministrador Trading Hub Europa y se concretará “a muy corto plazo”.
El portavoz gubernamental explicó asimismo que se trata de una partida extraordinaria gestionada por la vía rápida para evitar el canal habitual del procedimiento parlamentario.
Dicha fuente insistió, además, que por el momento los suministradores rusos siguen cumpliendo con sus obligaciones contractuales y que el suministro está garantizado.
Alemania depende del gas ruso para un 55% de sus suministros. Su principal vía es el gasoducto Nord Stream 1, en funcionamiento desde el 2011, mientras que Nord Stream 2, terminado el año pasado, no entrará en servicio ya que el canciller Olaf Scholz suspendió su proceso de certificación al día siguiente de iniciarse la invasión de Ucrania.
La empresa gestora del Nord Stream 2, con sede en Suiza y propiedad de Gazprom, se declaró el martes por la noche en bancarrota.
El portavoz de Economía evitó pronunciarse acerca de la propuesta lanzada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, de extender las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia y bloquear las importaciones de carbón, petróleo y gas rusos.
El líder polaco aseguró, en una comparecencia en Polonia junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que su país está preparado para “dejar de importar carbón ruso de manera inmediata” y afirmó estar en conversaciones con Australia para transportarlo desde ahí.
Polonia se dispone por otro lado a recibir gas procedente de Noruega a través de un gasoducto por el Báltico, cuya construcción había quedado paralizada a finales del 2021 por las autoridades medioambientales danesas, pero ahora recibió permiso para seguir adelante.
Polonia importa dos tercios del gas que consume de Rusia y había avanzado de antemano, antes de la escalada de tensiones, que no prolongaría su contrato con Gazprom, que expira a finales de este año.