Normalizando la Equidad de Género
¿En qué se parece la fabricación del pan francés que comemos en la mañana, la leche y sus derivados o los componentes de un airbag, a la equidad de género? Ciertamente, no es una pregunta capciosa! Cuando hablamos de un Sistema de Gestión de Equidad de Género es importante normalizar sus componentes mínimos, de modo que se pueda medir, certificar, y testear su eficacia, independientemente del tipo de organización en la que se inserte.
Las normas técnicas – en general – brindan información sobre la calidad o seguridad de un producto o los procesos o métodos requeridos para su fabricación (como el pan francés o como los componentes del airbag) pero también son aplicables a la gestión o prestación de servicios. La novedad es que, actualmente, la equidad de género es objeto de estudio para su incorporación en un estándar internacional (ISO) y ya es parte de una norma técnica peruana (NTP).
En el Perú, el Instituto Nacional de Calidad (INACAL) es el organismo público que tiene entre sus competencias, la normalización, acreditación y metrología de las NTP, cuyos proyectos se elaboran sobre la base de normas internacionales, regionales, nacionales y en ausencia de ellas, sobre la base de cualquier otro documento de carácter técnico.
La International Organization for Standardization (ISO) viene trabajando una ISO para brindar lineamientos, definiciones, procedimientos y herramientas (mejores prácticas) para que las organizaciones públicas o privadas puedan promover e implementar la equidad de género y empoderamiento femenino (ISO/DIS 53800) generando un entendimiento común de este tema. Este estándar ISO debería publicarse en el primer trimestre de 2024, mientras tanto puedes revisar la propuesta aquí:
https://www.iso.org/obp/ui/en/#iso:std:iso:53800:dis:ed-1:v1:en
Y es que la ISO es una organización global que con el apoyo de otras organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, formulan estándares a escala mundial para la elaboración de productos o la prestación de un servicio o de un proceso. INACAL suele participar también en los comités ISO dedicados a la elaboración de dichos estándares.
Tal como se indica en los lineamientos publicados para discusión, detrás de la elaboración de la ISO sobre igualdad de género se encuentra el entendimiento que la equidad de género no es una cuestión de mujeres sino que le concierne a cada uno de nosotros y a cada organización. No sólo es un derecho humano sino un indicador de desarrollo sostenible y basado en las personas. Y por eso es importante que las organizaciones conozcan cómo sus acciones u omisiones afectan la equidad de género.
Sin embargo, a nivel local, contamos ya con una Norma Técnica Peruana 722.001-2022, la cual fue publicada el 27 de diciembre de 2022, que aborda el Sistema de Gestión de igualdad de Género en el ámbito laboral (el Sistema). Este tipo de normas gestadas por el INACAL se encuentra disponible para lectura aquí:
https://salalecturavirtual.inacal.gob.pe:8098/
En su elaboración también participaron diversas voces del sector privado, público, ONG y asociaciones como WomenCEO Perú y organizaciones internacionales como la ONU.
¿Por qué es importante contar con estándares o normas técnicas sobre igualdad de género?
Como comentamos anteriormente, es importante tener un lenguaje común cuando hablamos de igualdad de género. Alinear expectativas sobre qué es un Sistema de Gestión de Igualdad de Género ya que a partir de éste se promueven cierre de brechas de género y el aumento de competitividad y la innovación.
Muchas empresas realizan campañas por el Día Internacional de la Mujer en marzo de cada año, se pintan de rosa y morado; pero realmente no tienen incorporado este “enfoque de género” (*) en la estrategia de la organización, lo cual puede generar crisis reputacionales. Esto va en detrimento de otras organizaciones que si tienen la aspiración de cerrar las brechas de género de sus organizaciones de “adentro hacia afuera”.
(*) Sólo para aclarar, “enfoque de género” nos ha parecido a veces un término objeto de críticas, quizás por desconocimiento. El “enfoque de género” – tal como lo define la NTP – significa mirar la realidad, identificando roles de hombres y mujeres en una sociedad, así como las asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellos para a partir de ello conocer y explicar sus causas y formular medidas que contribuyan al cierre de la brecha.
Sin ánimos de extendernos en su contenido, resumimos los principales puntos a considerar en esta NTP:
1. Comprensión de la organización y su contexto. Es importante entender los aspectos externos (legal, tecnológico, de mercado, competencia) e internos (valores, la cultura de la organización) del Sistema, al ser pertinentes para su propósito y dirección estratégica; además que afectan su capacidad de obtener resultados.
Asimismo, comprender a las partes interesadas (stakeholders) en el Sistema, sus necesidades y expectativas. Otro punto importante es establecer, implementar, mantener y continuar la mejora del Sistema. Para ello, es clave determinar los procesos necesarios para el Sistema; in-puts y outputs, secuencia e interacción de estos procesos, determinar y aplicar criterios y métodos para asegurar su operación eficaz (indicadores de desempeño). Determinar recursos necesarios para estos procesos, asignar responsabilidades, abordar sus riesgos y oportunidades es parte del diseño del Sistema.
2. Liderazgo: La Alta Dirección juega un papel crucial en la implementación del Sistema. Asume diversos compromisos dentro del Sistema tales como rendición de cuentas sobre su eficacia, el fomento del lenguaje inclusivo y la prevención de violencia de género y acoso sexual, asegurando que se establezca la política de igualdad de género y sus correspondientes objetivos de igualdad, los cuales deben ser compatibles con el contexto y dirección estratégica de la organización. Asimismo, la Alta Dirección debe comunicar la importancia de una gestión de igualdad de género, desarrollando y liderando una cultura que apoye los resultados previstos en el Sistema. Un aspecto clave es la creación de un comité para la formulación de un diagnóstico organizacional con enfoque de género, evaluaciones al Sistema, comunicar el desempeño del mismo, etc.
3. Planificación: Evaluar los riesgos y oportunidades dentro del Sistema es vital. Se requiere fijar los objetivos de igualdad de género en la organización: qué se va a hacer, con qué recursos, responsable, fecha de término.
4. Recursos: Determinar los recursos necesarios para establecimiento implementación, mantenimiento y mejora continua del Sistema. Esto incluye seguir pautas sobre el reclutamiento, selección, promoción y evaluación de mujeres y hombres en su diversidad, aplicando criterios de igualdad de género. Se traduce por ejemplo en contar con descripciones de puestos libres de sesgos o discriminación, igualdad de oportunidades y compensaciones, oportunidades igualitarias para balance de la vida laboral, familiar y personal, infraestructura para la fuerza laboral mixta. También es importante el conocimiento y toma de conciencia de la organización sobre la equidad de género, típicamente se lo adquiere con la experiencia. Revisar las competencias de las personas es otro aspecto importante, la comunicación inclusiva interna y externa pertinentes al Sistema. No olvidemos también documentar. Documentar la creación e identificación de documentos que respaldan el sistema como las (políticas y procedimientos), la forma de revisión y aprobación, y el control y conservación de la información.
5. Control de procesos. No basta quedarse en el frente organizacional interno sino que debe evaluarse si los productos y servicios suministrados externamente se dan conforme a requisitos de igualdad de género. Para ello, el Sistema contiene criterios para la evaluación, selección seguimiento y desempeño de proveedores externos.
6. Evaluación de desempeño: Evaluamos el desempeño y eficacia del propio Sistema y el desempeño de proveedores externos. Contamos con el apoyo de auditoría interna para proporcionar información acerca de si el Sistema es conforme con sus requisitos internos y de la NTP.
7. Mejora: Implica determinar y seleccionar oportunidades de mejora, acciones correctivas o cambios requeridos.
Fuera de estos aspectos de su cuerpo principal, la NTP 722.001-2022 contiene en sus anexos, recomendaciones detalladas sobre varios de los puntos antes comentados que sugerimos revisar.
Recordemos que las normas técnicas son emitidas por instituciones reconocidas y son de carácter voluntario, en principio. Pero entidades públicas como el Organismo Supervisor de Contrataciones con el Estado (OSCE) pueden incorporarlas en términos de referencia o bases para la contratación de bienes y servicios con el Estado como es el caso del ISO anti-soborno.
Estas normas son iterativas, podemos esperar ajustes en los próximos meses. Por el momento, ya tenemos algunas herramientas para normalizar la equidad de género en organizaciones peruanas, más allá de su tamaño y complejidad o del sector al que pertenece. Normalicemos la equidad de género!!!
Fuentes:
Zuñiga, Schroeder Humberto. “Las normas técnicas en el Perú, marco teórico y legal.” Foro Jurídico N°16, Lima, 2017.
INACAL. Norma Técnica Peruana 722.001-2022 , Diciembre 2022.
ISO, Guidelines on Gender equality and Women Empowerment, ISO/DIS 53800.