LAS REVISTAS Y SUS PUNTAJES
Este post comenta un poco sobre la realidad e influencia que tienen las revistas y publicaciones de vinos sobre el poder de compra de los lectores, tanto para bien como para mal.
Desde que empecé en el mundo del vino, la mayoría de sommeliers y gente que trabaja alrededor de este mundo, usábamos las revistas especializadas en vinos como una guía de compra, además de una manera de saber que es los que está pasando en el resto del planeta, en lo que a vinos y licores respecta.
Muchas veces encontrábamos los llamados ¨best buys¨ vinos con buenos o muy buenos puntajes a precios cómodos, los cuales se convertían rápido en vinos solicitados por distintas latitudes. Además los artículos sobre las nuevas tendencias, los nuevos vinos, las regiones o países desconocidos pero que estaban haciendo vinos buenos, siempre eran educadores y me daban temas para conversar con los clientes, leer y educarme.
Poco a poco fui entendiendo el enorme poder que estas publicaciones tienen, poder que esta, como siempre, en manos de algunos elegidos que prácticamente se convierten en dioses del olimpo del vino, para gobernar según sus gustos y conveniencias.
No voy a mentir, antes para mí, un buen puntaje era una herramienta de ventas brutal de un vino, que tenga 90 o 95 puntos era como decir lo máximo y el cliente quedaba fascinado con el tema ya que no era un vino de precio alucinante sino que lo podía pagar, así que casi siempre la venta estaba hecha.
Pero con el tiempo, junto a las degustaciones y catas de estos vinos, supuestamente premiados, me fui dando cuenta que como todo, hay un tema de gustos y lo que para un escritor, periodista o personaje del vino es bueno, no necesariamente es bueno para un cliente.
También al poder viajar por distintos países, conversando con dueños de bodegas, fui escuchando sus comentarios, quejas o críticas al respecto y entendiendo todo el complejo y millonario mundo que hay detrás de esto. Cosa que, como es lógico, los clientes si se imaginan.
Sin entrar en detalles comentare el caso de una famosa publicación que alentaba el concurso de las mejores cartas de vinos en el mundo, caso que se volvió famoso y saco a flote un poco el manejo que hay por lo bajo.
Un periodista decidió comprobar si este concurso era en efecto, justo y transparente, así que decidió crear una página web de un restaurante ficticio al que le puso una carta de comida internacional y una carta de vinos con vinos que se habían punteado bajo en esta publicación.
Sorprendentemente, un tiempo después, recibe un correo comunicándole que su restaurante (que no existía) había sido seleccionado entre los mejores y que para salir en la publicación debía hacer un pago de xxx cantidad de dólares. Fue un destape increíble.
Como verán no todo lo que brilla es oro, en mi experiencia aprendí que las guías y publicaciones no son una biblia a seguir ciegamente, más si pueden ser una ayuda para tomar en cuenta y probar ciertas marcas o regiones que uno no tenía en cuenta. Al final para yo poder recomendar un vino, tiene que gustarme a mí, así tenga 100 puntos o ninguno.
Saludos