El Desempleo Juvenil: cuando el primer paso es el más difícil
Por Lyssete Bueno, alumna de Administración de la Universidad del Pacífico
En julio, la cifra de desempleo juvenil en el grupo de edades de entre 14 y 24 años fue dos veces mayor que el de personas entre 25 y 44 años y más de cuatro veces mayor que el de mayores de 45 años ¿Esta situación se repite en otras economías? ¿Cuáles son las causas? ¿Hay algo que pueda hacerse al respecto?
Uno de cada cinco jóvenes en la región no encuentran empleo
La problemática prevalece en Latinoamérica. Aproximadamente, un 18% de los jóvenes tiene dificultades para encontrar empleo. La tasa de desempleo juvenil ha seguido una tendencia creciente y en el 2018, registró la cifra más alta desde el inicio de su medición en 1991. En una entrevista, José Manuel Salazar-Xirinachs, Director de la Organización Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe, indicó que son más de 10 millones los jóvenes que activamente buscan empleo en la región sin éxito. Además, representan la mayoría de la población desocupada, ya que un 40% de esta tiene entre 15 y 24 años. Por otro lado, del grupo ocupado, 6 de cada 10 trabajan en la informalidad.
Las razones detrás de la problemática
Si la situación es generalizada en Latinoamérica, cabe preguntarnos las razones y si estas pueden ser materia de política pública. En el 2017, un asesor del Ministerio de Trabajo señaló que del total de jóvenes que terminaba la secundaria, tan solo la mitad conseguía una vacante en una universidad o instituto de educación superior. La otra mitad presionaba el mercado laboral. En ciertas regiones, la situación es aún peor. En Ayacucho, menos del 30% de jóvenes continúan sus estudios y el 70% restante busca empleo. Esta mano de obra es en su mayoría no calificada por lo cual tiene poco acceso a oportunidades laborales
Además de ello, una vez empleados, son la fuerza laboral más vulnerable. El Estudio del BCR titulado “Efectos del salario mínimo en el mercado laboral peruano” (2005), realizado con base en datos del INEI sobre el empleo en Lima Metropolitana, indica que los jóvenes tienen menor probabilidad de mantener su empleo ante un incremento en el sueldo mínimo. Esta probabilidad es aún menor en jóvenes con salarios bajos.
La necesidad de políticas públicas
Considerando todo aquello, ¿qué se debe hacer para remediar esta situación? La OIT considera la educación un área prioritaria. Una fuerza laboral capacitada es sin duda más empleable. Asimismo, las políticas activas de mercado de trabajo tales como servicios de empleo, asesorías y mentorías son también importantes para facilitar la movilidad laboral. Finalmente, recomienda la promoción del emprendimiento, la cual debe incluir la educación empresarial y el apoyo de incubadoras o impulsadoras de negocio.
Desde el legislativo también se plantean algunas propuestas. Dejando de lado el fantasma de la llamada “Ley Pulpín” y la amplia desaprobación de los jóvenes que generó, existen cuatro normas que el Ministerio del Trabajo presentará en la siguientes semanas. Dos serán debatidas en el Congreso y dos presentadas al Consejo Nacional del Trabajo, según indicó la Ministra del Trabajo Silvia Cáceres. Tanto las empresas como los jóvenes deberán estar atentos a la discusión de estas para analizar si finalmente aportarán a la solución del problema en el país.