…no que no?
Cuando estalló todo este tema del COVID-19 a nivel global, y los mercados se cayeron entre 35% y 40% en menos de un mes, preocupando mucho a las personas por el impacto que ello tendría en sus fondos previsionales, me pareció oportuno escribir algo relativo al tema, pues consideraba que la reacciones al respecto estaban algo desbordadas (pueden consultar el post “Mi AFP y yo” del mes de abril 2020).
En su momento expliqué que las preocupaciones eran exageradas, principalmente porque los mercados son cíclicos, caen y vuelven a subir. Además, los fondos previsionales son inversiones de largo plazo, por lo tanto, si no se iban a jubilar este año, no tenía sentido preocuparse. Y de hecho, si se iban a jubilar este año, casi con toda seguridad, su dinero para el retiro estaba en el Fondo 0, o en el Fondo 1, con cero exposición a renta variable en el primer caso, y hasta un máximo de 10% de exposición a dichos instrumentos en el segundo caso, con lo que el impacto no habría sido significativo. Quienes si tuvieron un retroceso importante en sus valorizaciones fueron aquellos que estaban en el Fondo 3, pero estos señores, definitivamente no se iban a jubilar al menos en los próximos 5 años, lo que significa que tenían tiempo para recuperarse.
Bueno, han pasado 4 meses desde las caídas de marzo, y les soy sincero, yo no esperaba una recuperación tan rápida. Al cierre de hoy, el S&P500 está aproximadamente a 2.5% de los máximos de febrero, previos a la crisis. De los 1,194.29 puntos que retrocedió, ya recuperó aproximadamente 1,099.67. El índice Nasdaq por otra parte, no solo ha recuperado todo lo que perdió, sino que ahora está casi 11% mas arriba respecto a los niveles pre-crisis. Finalmente, la Bolsa de Lima, aunque va un poco mas lento, está a casi 10% de sus niveles de febrero, con lo que también podríamos hablar de una importante recuperación.
Pero, porque en medio de indicadores económicos desastrosos, destrucción de puestos de trabajo, caída de los indicadores de confianza, economías en recesión, etc. los mercados han tenido tal recuperación. Pienso que son principalmente dos factores: el primero, la tremenda inyección de liquidez que los gobiernos y bancos centrales en el mundo han “soltado” en las economías, en un intento por revertir el impacto económico de las medidas de contención del virus; y la segunda, simplemente expectativas. Expectativas de que todo este esfuerzo monetario y fiscal evite una larga recesión y/o acelere la recuperación.
Si para alguien es difícil procesar la idea de esta recuperación en medio del escenario actual, lo único que le puedo decir, es que tengan presente que en el precio de los activos financieros importa mucho las expectativas, y de hecho, más importante que la realidad en sí misma, muchas veces lo que más importa, es cómo los inversionistas perciben esa realidad. Y por ahora, ya sea con razón o sin razón, los mercados están muy optimistas respecto a la efectividad de las políticas monetarias, al desarrollo de una vacuna, etc.
Para mi el principal factor de riesgo en todo este escenario, es que una escalada de los contagios, como se viene dando en varias economías, termine asfixiando la moderada recuperación que ya se observaba en julio. Sin ir muy lejos, en Perú, luego que se levantó la cuarentena, mucha gente parece haber olvidado que hay un virus entre nosotros. Como siempre comento cuando se toca este tema, la cuarentena era solo una formalidad, con ella o sin ella, el virus está ahí, y de hecho, ahora sin cuarentena, el riesgo es mayor porque la gente está interactuando mas de la cuenta. Dada esta “interacción irresponsable”, para mi por ejemplo, no tiene mucho sentido que las empresas mantengan el sistema de trabajo remoto para evitar que las personas salgan, si al final igual salen, y no a cubrir una necesidad básica como sería comprar víveres, medicinas o similares, simplemente salen porque ya se cansaron de estar en sus casas, y eso me parece una irresponsabilidad.
En países con una infraestructura hospitalaria que puede soportar el crecimiento de los contagios, ya se están dando retrocesos en el reinicio de sus actividades económicas, y ello pone en riesgo la recuperación de las economías, no importa cuanto estimulo monetario se inyecte. En países como Perú, con una débil infraestructura hospitalaria, la aceleración de los contagios es un lujo que no nos podemos permitir, y para evitarlo, se podría decretar una nueva cuarentena, tal vez mas drástica que la primera, y ello sería realmente catastrófico para nuestra economía, que ya al mes de mayo acumula un retroceso de más del 17% del PBI. Sinceramente creo que sería muy difícil tomar una decisión de ese tipo, para nada me gustaría estar en los zapatos del señor Vizcarra.
Bueno señores, ya sea sobre nuestras inversiones, o sobre nuestra salud, no hay que confiarse. Hay que estar atentos, y mantener prudencia.