El Último Informe del IPCC sobre el Cambio Climático y el Perú
En algunos medios se ha comentado bastante el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (más conocido como IPCC por sus siglas en inglés), que salió el 9 de agosto. Quizás haya pasado algo desapercibido en el Perú en razón de una actualidad política demasiado cargada. Pero vale la pena conocerlo un poco mejor, porque lo que dice puede suponer escenarios futuros mucho más desfavorables para el Perú de lo que se creía hasta ahora, aunque sospecho que varios de nuestros científicos ya se habían dado cuenta.
Les paso para empezar el vínculo al comunicado de prensa (en versión castellana), que lo resume:
https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2021/08/IPCC_WGI-AR6-Press-Release-Final_es.pdf
Lo que se debe entender entre líneas, es que se han estado confirmando estudios previos, y que en realidad para ciertos fenómenos desfavorables ya no hay vuelta atrás, están para quedarse, y que lo más probable es que empeoren. Entre ellos la frecuencia e intensidad de eventos extremos. Y que, salvo medidas muy firmes, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) seguirán aumentando y que se podría alcanzar el famoso límite de 1.5 ° de aumento de la temperatura global promedio en unos 20 años. Y no se descartan escenarios peores.
La situación que ya se está observando alrededor del mundo permite ahora a muchos analistas hablar de Crisis Climática, que ya está ahí. El problema es que esta va a ser más bien una crisis permanente y en aumento, no una pasajera como las crisis económico-financieras.
Ya tuve la oportunidad de decir que no me satisfacía la expresión “cambio climático”, o más bien el hecho que reemplazara en un momento dado a la inicial que era “Calentamiento Global” de origen sobretodo antrópico, el problema realmente relevante, porque es global, nadie se salva (aunque para algunos pueda también representar ciertas oportunidades; sospecho que entre los más empecinados negacionistas se encuentre gente que está más bien pensando en esas oportunidades, les conviene que no se haga nada y el fenómeno hasta se acelere; los que ya se están “relamiendo” con los recursos de hidrocarburos y mineros en el Ártico, por ejemplo).
La expresión “cambio climático” licúa en gran parte la gravedad del problema, porque en realidad siempre ha habido cambios climáticos de diferentes tipos, sean cíclicos (como los períodos interglaciares, o ciclos más cortos de varios cientos de años que historiadores han estudiado en Europa), o debido a otros fenómenos puntuales, como los impactos de grandes erupciones volcánicas, que podían extenderse por años. En Africa francoparlante suelen hablar de “cambios climáticos”, en plural, y para el fenómeno global hablan más bien de “calentamiento”; no es por casualidad.
En el caso del Perú, me parece que nuestros científicos y las autoridades (se diría que felizmente todavía quedan técnicos conocedores del tema en el Ministerio del Ambiente, porque este no es un tema que le interese mucho al Ejecutivo actual y menos aún al “partido de gobierno”, para el cual estas preocupaciones son “tonterías de caviares”; esperemos que siga siendo así), deberían ir revisando si nuestra Contribución Nacional Determinada (NDC en inglés) y nuestros planes de adaptación al cambio climático siguen siendo adecuados o no; igual para la articulación con la Gestión del Riesgo de Desastres (un nuevo PLANAGERD debería suceder al actual, que es para el período 2014-2021).
Todo ello sin olvidar la importancia crucial de nuestros riesgos geofísicos (volcánicos y sobre todo el enorme riesgo sísmico), y el de los riesgos de epidemias y pandemias (espero que esta vez se haya aprendido la lección; ya tuve la oportunidad de contar cómo hace unos años mencionar ese riesgo parecía no valer la pena en nuestra administración pública; esa subestimación del riesgo sucedió en muchísimos países, salvo en África y en ciertos países de Asia), que de paso el calentamiento global debería empeorar. Pero que debería empeorar también con el deterioro de los ecosistemas ya alcanzado (las facturas de esto deberían ir apareciendo aún más en los próximos años).
Hablando de ello, en el caso del Perú, el problema principal es el del cambio del uso de suelos, que incluye sobre todo a la deforestación, incluyendo la que se hace en el Madre de Dios a través de la minería ilegal (que más bien fue alentada por el Presidente actual durante su campaña electoral en dicha “región”). Otro tema fuerte es la contaminante de nuestro transporte terrestre (y acá también, demasiados actúan en favor del transporte informal). También, como muchos otros países, vamos a tener el terrible dilema de si seguir buscando nuevos pozos petroleros o no. Pero todo esto está en el terreno de lo que se llama “mitigación” en lenguaje del Acuerdo de París sobre el Clima y de los especialistas respectivos
Pero no hay que olvidar que seguramente también tendremos que revisar las políticas, estrategias y medidas de “adaptación”, es decir el cómo hacer frente a los impactos del calentamiento global, que deberían ser peores de lo que se esperaba en nuestro país. Para dar ejemplos, lluvias torrenciales cada vez más erráticas y súbitas con los correspondientes huaycos e inundaciones, penuria de agua para centrales hidroeléctricas, mayores dificultades de provisión de agua para la pequeña agricultura familiar, sin olvidar lo que pueda suceder en Lima y Callao cada vez más (ver mi post: “Parece que en Lima no Llueve”).
Esperemos que ahora se esté trabajando (o que se vaya a trabajar) seriamente en estos temas, como se venía haciendo en los gobiernos de los últimos 10 años (a pesar de todos los obstáculos que venían de los Congresos sucesivos, o de ciertos fuertes intereses) incluido en el Transición. Con acciones y medidas muy concretas, y no sólo con comunicados o pronunciamientos. Espero que el pesimismo que manifesté en el post de Mayo último “Perú: Sostenibilidad Ambiental en Peligro”) resulte injustificado.