Iniciativa ARISE en el Perú y Plataforma Global de Reducción del Riesgo de Desastres 2019
A principios de Diciembre del 2016, nacía el Capítulo Peruano de la Iniciativa ARISE en el Perú, con la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) como punto focal. Se seguía así el ejemplo de Colombia y de Chile. A fines del 2018 se creó el Capítulo Mexicano, con lo que todos los países de la Alianza del Pacífico están ahora presentes. Cabe recordar que la SNI juega también un rol clave en la articulación del Grupo de Trabajo Empresarial de Apoyo en Caso de Desastres, en el que participan todos los principales gremios empresariales del país. Luego de haber escrito en un post de Setiembre del 2016 en favor de la creación del Capitulo Peruano pude comentar dicha creación en un post del mismo Diciembre del 2016.
Recordemos que la Iniciativa ARISE es el mecanismo creado por la Oficina de las NNUU para la Reducción del Riesgo de Desastres (cuyo nombre acaba de ser cambiado a UNDRR en lugar de UNISDR) para favorecer la activa participación del sector privado en la promoción de una sociedad resiliente a través de la reducción del riesgo de desastres, siendo esta un tema extremadamente relevante para el país.
Recordemos también que ARISE se articula alrededor de 5 compromisos de sus miembros:
. aumentar el grado de concientización acerca del riesgo de desastres y de la movilización del sector privado
. ejercer influencia en sus respectivas esferas de expertise
. compartir el conocimiento y traer el expertisse del sector privado
. ser catalizadores para generar la innovación y la colaboración
. implementar proyectos concretos y actividades para alcanzar los objetivos del Marco de Sendai 2015-2030 para la reducción del riesgo de desastres.
Además ARISE trabaja siete temáticas que incluyen el desarrollo de estrategias de resiliencia (tales como la continuidad del negocio), y el desarrollo de los seguros, pero también la educación y el entrenamiento, la investigación, la reducción del riesgo urbano, etc. Y que el Economist Intelligence Unit (EIU) es un partner clave. El EIU recordó en un estudio de noviembre del 2016 que el riesgo de desastres es demasiadas veces subestimado por las empresas, considerado como una suerte de “riesgo de la cola”, es decir un riesgo cuya materialización sería muy poco probable, lo cual es desmentido una y otra vez por la realidad, especialmente con disrupciones graves de servicios públicos clave como lo son la energía eléctrica, la provisión de agua y alcantarillado, las telecomunicaciones y los servicios financieros, además de la interrupción de vías clave; gran parte de esos servicios son prestados por empresas privadas, que tiene así una gran responsabilidad (noción de “infraestructuras críticas”) y cuando lo son por el sector público se trata en general de empresas con grandes limitaciones operativas.
Como lo dije en el post de Diciembre del 2016, era urgente que la creación de dicho Capítulo Peruano se afiance con un esfuerzo continuo, y di varias pistas para ello:
Ahora falta desarrollar todo tipo de iniciativas según los grandes ejes de acción definidos a nivel internacional. Para ello, podrán adherirse grandes empresas y Pymes y tomar iniciativas de inversión resiliente, de cadenas de suministro resilientes, de mejores prácticas de aseguramiento y de continuidad del negocio. Un tipo de iniciativa que tendría mayor impacto aun, es que los gremios desarrollen acciones de capacitación en estos temas para que el conocimiento se difunda aún más, sobre todo entre las Pymes. Grandes empresas líderes pueden jugar un rol esencial para ello, uniéndose de manera individual a la Iniciativa ARISE: al mismo tiempo ayudan a sus clientes si se trata de bancos, por ejemplo, o a sus proveedores más chicos, si se trata de grandes empresas no financieras; y con ello, al mismo tiempo, reducen los riesgos para sí mismos; aquí todos ganan, y gana el país. Es algo que va más allá de la responsabilidad social: se entra en la dimensión de la GESTIÓN ESTRATÉGICA CONCERTADA DEL RIESGO DE DESASTRES, lo que facilita la coordinación con el sector público para construir un país más resiliente.
El sector privado mostró buena capacidad de respuesta cuando se produjo la Crisis del Niño Costero en el 2017. Pero ello no es suficiente, un enfoque basado únicamente en la respuesta a las emergencias es algo incompleto, como lo pueden ver por las pistas que di hace más de 2 años, puesto que el objetivo esencial es la REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES. Lo que se busca es reducir por adelantado las vulnerabilidades, y los impactos desfavorables cuando los desastres se producen, pues EL COSTO PARA LA SOCIEDAD Y PARA EL PAIS ES MUCHO MENOR. Para ello es necesario que también los otros gremios empresariales y los mayores grupos empresariales del país se involucren, se articulen, y busquen la articulación con el sector público en este tema. Como lo están haciendo ASBANC y APESEG en conjunto con la SBS y el BCR para la continuidad de los servicios financieros y de seguros en caso de un mega-sismo en Lima y Callao; no sabemos si el MEF y la PCM en un momento dado presentes, han seguido involucrándose en este esfuerzo o no.
Hasta ahora esa ampliación hacia un enfoque integral de reducción del riesgo de desastres, que ya se tiene en los otros países de la Alianza del Pacífico, y una mayor participación de los gremios y de los grandes grupos (que también se nota más en los otros países), e involucrando también a las Mipymes, no parece haber avanzado.
Añadiría, por lo visto hasta ahora en cuanto a la performance del Estado, que también debería incluir la capacidad de proponer e implementar soluciones prácticas para una rehabilitación y una reconstrucción más ágiles y con mayor calidad, y sin corrupción. Una rehabilitación y una reconstrucción más rápidas y bien hechas también reducen los impactos de corto y largo plazo en la macroeconomía y los riesgos futuros.
Esperemos que, con la nueva directiva de la CONFIEP, que incluye al Presidente de ASBANC, se pueda ver por fin una evolución favorable al respecto. Como he tenido la oportunidad de escribirlo varias veces el sector financiero y el de seguros pueden jugar un rol extremadamente clave en la reducción del riesgo de desastres, algo que deberían alentar aún más la SBS y el BCR (la integración de la gestión del riesgo de desastres en la supervisión financiera y macroprudencial, es algo que ya he podido comentar en este Blog tanto en castellano como en inglés).
Además, en lo que respecta a la articulación con el sector público, se cuenta con dos novedades recientes favorables:
. un nuevo alcalde de Lima que sí demostró interés en el tema, como de manera general demostró una mentalidad preventiva y de preparación, y no sólo reactiva, cuando lo era de Miraflores
. y un nuevo Ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que ya ha tenido una actuación notable en temas relativos a la reducción del riesgo sísmico cuando lideraba el CISMID, destacado centro de investigación sísmica y de mitigación de desastres de la UNI (que el 29 de Mayo organiza el 32° Simposio Nacional de Prevención del Riesgo de Desastres). Sería excelente que se le permita jugar un rol interlocutor clave en cuando a la promoción de la resiliencia física del país frente a desastres.
El 13 de Mayo empieza en Ginebra la Plataforma Global 2019 de Reducción del Riesgo de Desastres, que durará toda la semana, bajo el lema Resilience Dividend: Towards Sustainable and Inclusive Societies (El Bono de la Resiliencia: hacia Sociedades Sostenibles e Inclusivas. Sí pues, así como un país puede beneficiarse y mejorar su futuro con el “bono demográfico” también lo puede hacer haciendo lo necesario para una mayor resiliencia). Se comentará varias novedades, con el primer Informe de Evaluación Global de Riesgos desde la adopción del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres. Cabe destacar que el evento incluye el 14 de Mayo una jornada especial para el sector privado y la Iniciativa ARISE, pudiendo participar igualmente los reguladores.
Espero que la presencia peruana en dicho evento de gran importancia, que incluye un evento paralelo del Banco Mundial sobre Reconstrucción Inclusiva, así como en esa jornada especial sobre cómo reforzar el rol del sector privado, sea una presencia fuerte.
Y que sea aprovechada para mejorar muchas cosas en la gestión del riesgo de desastres. El Perú, como muchos otros países, lo necesita a gritos.