Una Buena Noticia: la Gestión de Riesgos de Activos Críticos Nacionales
Hace unos 15 días se aprobó un reglamento que pasó algo desapercibido, pero no para los especialistas y conocedores de temas de defensa y de seguridad nacional. El Reglamento para la Identificación, Evaluación y Gestión de Riesgos de los Activos Críticos Nacionales (ACN), que lleva el número 106-2017-PCM. Es una excelente noticia para el país, pues está en la línea de lo que promueve la OCDE en cuanto a gestión de los riesgos críticos a nivel país y a la gestión de las infraestructuras críticas.
Dicho reglamento da un rol fundamental a la DINI para elaborar el Inventario Nacional de los ACN, en colaboración con toda una serie de sectores, y hasta de operadores (que pueden no ser públicos, ojo) que deben colaborar en ello, pero además asegurarse de que dichos activos críticos estén bien gestionados a fin de que puedan estar en permanencia disponibles. Un “operador de ACN” es “toda aquella entidad pública o privada que tiene a su cargo la administración o la operación de los Activos Críticos Nacionales – ACN; teniendo la obligación de adoptar todas aquellas medidas que resulten necesarias para garantizar su normal funcionamiento, de acuerdo al marco jurídico vigente.
Conviene también anotar que, entre los riesgos identificados en dicha norma, están los eventos naturales y el cambio climático; lo que la conecta igualmente con la gestión del riesgo de desastres (GRD). Así como las pandemias, otro tipo de desastres que se suele olvidar, y que empeorará seguramente con el cambio climático, al facilitar la transmisión de ciertas enfermedades.
Pero además, en toda la norma está implícita la noción de que estos activos deben seguir funcionando, incluso en los considerandos se menciona su capacidad de resiliencia, lo cual significa necesariamente asegurarse de su buen mantenimiento, pero también de la continuidad del negocio o continuidad operativa relacionado con ellos. Dicho sea de paso, entre los riesgos identificados están los de obsolescencia y los de operación y mantenimiento, pues de ser estos defectuosos, se pone en riesgo la capacidad del activo a seguir operativo. Recordemos que dentro del marco jurídico vigente tenemos también el PLANAGERD 2014-2021, que obliga a las entidades públicas a desarrollar su gestión de la continuidad operativa y a coordinarla con la del sector privado.
Con esta noción de Activos Críticos Nacionales, queda más clara que nunca la responsabilidad que tienen las áreas administrativas de los Ministerios y otras entidades públicas de que dichos activos críticos sigan funcionando, lo que significa no descuidar el mantenimiento, algo que desgraciadamente sucede con frecuencia, y de ocuparse activamente de la continuidad operativa de sus instituciones (a cargo de activos críticos), algo que por pensamiento rutinario, o por no querer cumplir plenamente con sus funciones de administradores de infraestructura, tienden a considerar como ajeno a su quehacer diario, contrariamente a lo que sucede en el sector privado, a pesar de que la normativa sobre el Sistema de Control Interno dice claramente que las entidades públicas deben gestionar sus riesgos, estando en primera línea la gestión de los riesgos operacionales, y que se trata de un proceso que debe efectuarse en toda la entidad.
También queda aún más clara la noción de la importancia del rol de los operadores privados, que deben tomar plenamente conciencia de sus responsabilidades frente al país; ellos tampoco pueden andar descuidando el mantenimiento de los activos críticos a su cargo y descuidando la continuidad del negocio.
Es notable ver cómo esta norma considera entre los ACN, activos que tienen que ver por ejemplo, además de los más obvios (siempre se piensa en los hospitales y en los puertos, aeropuertos y carreteras), con la gestión del agua, con las redes de distribución de alimentos, con la minería, con la administración penitenciaria, con la gestión financiera del Estado (incluyendo al sistema tributario) e incluso con los mercados financieros. En este último punto no queda muy claro qué incluye, pero de no hacerlo, sería bueno precisar que entre los ACN están todos los sistemas de pagos, cuyo buen funcionamiento es también necesario a la estabilidad financiera del país (ahí hablamos también de bancos, cámara de compensación, BCR…). También se habla de ciertas bases de datos, pero se podría incluir a bases de datos como las de la Reniec, un activo crítico fundamental, las centrales de riesgos de crédito, y todas las que tengan que ver con la lucha anti-corrupción (como la Contraloría, la UIF, el Ministerio Público…) que es también un tema de seguridad nacional, pues ella favorece también el accionar del crimen organizado nacional e internacional, que está en nuestro país aliado a los rezagos del terrorismo y a otras mafias peligrosas para el futuro del país y que también asesinan (minería ilegal, tala ilegal). De todas maneras, la misma norma indica que sus listas no son exhaustivas, que siempre pueden actualizarse: es otra de las fuerzas de esta norma, incorpora su propio proceso de mejora continua.
Algo que también se debe entender, es que para poder aplicar bien esta norma, no se puede ver a los ACN en abstracto, como objetos; para que estos ACN tengan capacidad de resiliencia, es necesaria la seguridad de los que los operan, es decir de la gente, y de los ambientes donde operan, es decir, cuando se trata de ACN que no son infraestructura por sí mismos, de la infraestructura que los cobija, que también debe ser resiliente. Cuando se habla de Activos Críticos, eso también significa en realidad personal crítico y locales críticos.
Y por supuesto, no se olvida el rol importante de la seguridad que deben brindar las FF.AA. y la PNP a los ACN. En ciertas situaciones críticas, sin ellas, no se podría asegurar la continuidad del funcionamiento de muchos ACN. Es notable que la norma sea igualmente rubricada por los titulares de Defensa y del Interior.
Una gran noticia, en muchos aspectos, pues al mismo tiempo se ve a la DINI haciendo labores de inteligencia estratégica, algo que nos faltaba, la conciencia de que el tema de los ACN es también uno de seguridad nacional (normativamente se estaba enfatizando más a la GRD, cuando ambos enfoques son complementarios, como en los países más avanzados), y muchas personas reticentes a efectuar las labores que les corresponden en pos de la resiliencia de sus instituciones y de los ACN a su cargo, deberán más que nunca llevarlas a cabo.
Aconsejo leer esta interesante norma, cuyo link les comunico: