Acerca del Lloyd’s City Risk Index, el Riesgo Sísmico en Lima, la Alianza ARISE, y el Sector Privado: ¿Por qué Esperar?
A principios de este mes, salió un artículo en El Comercio, que parece haber pasado algo desapercibido, donde se mencionaba que según el sindicato de reaseguradoras Lloyd’s, basado en Londres, Lima (con el Callao) era la ciudad más expuesta del Mundo en términos de pérdidas económicas potenciales frente a un sismo de gran magnitud. Esta conclusión forma parte del estudio Lloyd’s City Risk Index 2015-2025 sobre 301 grandes ciudades. En realidad esta vulnerabilidad, que también afecta a Arequipa, Moquegua y Tacna, es algo que no debería sorprender a los que conocen algo del tema, hace años que lo vienen diciendo muchos especialistas nacionales e internacionales, incluyendo el IGP (apoyado por cooperación científica francesa y el Banco Mundial), el CISMID (apoyado por el Japón), el Banco Mundial, el BID, y un estudio de Septiembre del 2015 de la agencia clasificadora S & P’s.
A continuación les doy los links al artículo del Comercio y a la ficha del citado City Risk Index para Lima; siempre podrá discutirse detalles sobre qué metodologías se usaron para dichos números, u otros temas, pero el problema es que no se pueden negar las coincidencias con los análisis de la mencionada clasificadora o un estudio del BID del 2009 sobre el riesgo sísmico de varios países medido en términos económicos.
http://elcomercio.pe/sociedad/peru/terremoto-lima-afectaria-edificios-mas-50-anos-noticia-1928971
http://www.lloyds.com/cityriskindex/locations/city/lima
No es por nada que el Estado, a través de diferentes medidas, viene buscando el reforzamiento de la capacidad de resiliencia financiera y operativa del país, medidas tales como las nuevas normas más severas sobre estándares de construcción, la integración por el INDECI de un escenario de gestión de un sismo de magnitud 8.8 Mw (en vez de 8 Mw anteriormente) y la implementación en estos años de una estrategia integral de protección financiera frente a desastres diseñada hace años y publicada por el MEF en julio último, en la que el apoyo técnico y financiero de entidades como el Banco Mundial y SECO (Cooperación Suiza) ha sido clave. Y lo hace de manera muy meritoria, a pesar de diferentes normativas de tipo “tramitopático” y actitudes que obstaculizan dichos esfuerzos y hasta hacen correr riesgos personales a los funcionarios que los llevan a cabo. Aunque queda mucho por hacer, como lo muestra el PLANAGERD 2014-2021 publicado por la PCM. Y algo muy positivo es que este tema forma parte expresa del programa del nuevo Gobierno, lo que debería asegurar la continuidad de los esfuerzos, esto es una verdadera Política Nacional que tiene sus raíces en el Acuerdo Nacional.
Pero lo que parece estar faltando también es un esfuerzo aún más enérgico del sector privado para estar mejor preparado frente a esta situación de alto riesgo, que lo es tanto para el país como las debilidades institucionales analizadas por los autores del acertado libro “El Perú está calato”, que nos obliga a “aterrizar” un poco acerca de todo lo que nos falta por hacer para alcanzar un desarrollo sostenible. En cuanto a capacidad de resiliencia frente a un sismo de gran magnitud en Lima y Callao, quizás no estemos completamente “calatos”, hemos mejorado bastante estos años, pero a menudo da la impresión que con las justas tenemos sólo una toalla al lado para no salir completamente “calatos” si dicho evento nos agarra bajo la ducha.
Nuestro sector privado no está aún suficientemente articulado para llegar a un nivel de resiliencia financiera y operativa más elevado. Es algo que le sucede a otros países también. Es por ello que la UNISDR, la oficina de la ONU dedicada a la reducción del riesgo de desastres, ha estado impulsando a nivel internacional alianzas dentro del sector privado (lo que incluye la búsqueda de articulaciones con el sector público). Esto lo hace a través de lo que primero se llamó la R!SE Initiative, sobre la cual escribí un post a fines de noviembre del 2014, y que desde hace un tiempo ha pasado a llamarse sencillamente ARISE, o “alianza del sector privado para sociedades resilientes frente a desastres”. Como ya dije hace casi 2 años, la activa participación del sector privado es extremadamente clave para el país.
ARISE, co-liderado por el más alto representante de la UNISDR, Robert Glasser, y por dos experimentados representantes del sector privado, Oz Ozturk y Carlo Papa, se articula alrededor de 5 compromisos de sus miembros:
. aumentar el grado de concientización acerca del riesgo de desastres y de la movilización del sector privado
. ejercer influencia en sus respectivas esferas de “expertisse”
. compartir el conocimiento y traer el “expertisse” del sector privado
. ser catalizadores para generar la innovación y la colaboración
. implementar proyectos concretos y actividades para alcanzar los objetivos del Marco de Sendai 2015-2030 para la reducción del riesgo de desastres.
Además ARISE trabaja siete temáticas que incluyen el desarrollo de estrategias de resiliencia (tales como la continuidad del negocio), y el desarrollo de los seguros, pero también la educación y el entrenamiento, la investigación, la reducción del riesgo urbano, etc. Por si no lo saben, The Economist Intelligence Unit es un partner clave.
ARISE está fomentando el desarrollo de capítulos nacionales, apoyándose en los gremios empresariales, cuyo rol es absolutamente indispensable. Todavía son pocos, y en América del Sur solo estaba Brasil hasta hace pocas semanas: en efecto, se ha creado uno en Colombia, bajo el liderazgo de la ANDI, el gran gremio empresarial del país. Por razones históricas, también se ha asociado el Estado Colombiano, a través de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Presidencia, pero de manera general el impulso inicial tiene que venir de los mismos privados, no es necesaria de ninguna manera la presencia del Estado para crear dichos capítulos, esta puede venir después.
En el Perú ya tenemos la base para que pueda crearse un capítulo nacional de ARISE.
Ya tuve la oportunidad de mencionar al Grupo de Trabajo Empresarial de Apoyo en Caso de Desastres, en el cual están varios de los principales gremios empresariales del país, y que colabora en diversos temas con el INDECI. Este Grupo ya ha tenido la oportunidad de trabajar con el sistema de las Naciones Unidas, entonces ya existen contactos. El tema es que estos se intensifiquen, y se trabaje también una agenda de articulación inter-gremios más intensa al más alto nivel, algo en lo que la UNISDR puede apoyar.
Además, se ha creado hace poco el Instituto de Continuidad del Negocio CONTINUAM PERÚ, sobre el que tuve la oportunidad de escribir en uno de los últimos posts, en el cual está presente ASBANC, y cuya membresía debería crecer rápidamente. Este puede también unirse de cierta forma a dicho Grupo de Trabajo; hay empresas peruanas que son ejemplos de buenas prácticas en la materia, como lo es también la Bolsa de Valores de Lima.
Entonces, no hay razón para esperar más, sobre todo conociendo nuestra situación de alto riesgo, y para no emular a nuestros hermanos colombianos.
Les comunico a continuación la página web de ARISE (que tiene puntos focales regionales),
http://www.preventionweb.net/arise/
así como el mencionado post de fines de noviembre de 2014.
Si quieren saber más acerca del Marco de Sendai, impulsado por las Naciones Unidas, en cuya redacción han participado varias entidades del Estado peruano, les puedo indicar este link:
http://www.unisdr.org/files/43291_spanishsendaiframeworkfordisasterri.pdf