Un Nuevo Esfuerzo Privado (¿y Público?) para la Continuidad del Negocio y Operativa
En nuestro país la cultura de la continuidad del negocio (o continuidad operativa cuando se habla del sector público) es bastante baja y limitada a ciertas grandes empresas y pocas entidades públicas. He tenido numerosas oportunidades de hablar sobre este tema en posts anteriores, para explicar la importancia vital para el país de que mejoremos de manera muy sensible al respecto. Vale la pena mencionar que hace pocas semanas ha nacido una nueva iniciativa privada que es un hito para el país y que podrá contribuir a ello: se llama CONTINUAM. ¿De qué se trata?
Del Instituto de Continuidad del Negocio del Perú: este ha sido creado por diferentes empresas privadas y por un gremio empresarial que viene trabajando este tema con especial ahínco, ASBANC. Se inspira en el Consorcio Español de Continuidad del Negocio (CECON) que se creó en el 2007. Aunque Continuam nació en Mayo-Junio de este año, las reuniones se estaban llevando a cabo desde el año pasado.
Su Misión es “crear, divulgar y fomentar, a todos los niveles de la Sociedad, la cultura de la continuidad de negocio en su visión holística”. Este esfuerzo está en línea con uno de los ejes estratégicos del PLANAGERD 2014-2021 que publicó la PCM en el 2014, y con la visión del Marco de Sendai para la reducción del riesgo de desastres.
Justamente lo que llama la atención, comparando con el CECON que incluye a reguladores, es que todavía no se ven entidades públicas entre los miembros visibles, aunque algunas ya hayan manifestado interés. Esperemos que esto cambie pronto.
Es necesario saber que la preocupación por este tema ya está presente en el sector público, no sólo para sí mismo, sino para su articulación con el sector privado, razón por la cual se le incluyó entre los ejes estratégicos del mencionado PLANAGERD, y también por la cual la PCM, rector del SINAGERD, emitió a principios del 2015 unos lineamientos para las entidades públicas. Trabajar en este tema es ahora obligatorio para el sector público. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, la Comunidad Europea y las Naciones Unidas han estado asistiendo al Perú en este tema, y también la cooperación bilateral, la de Suiza muy directamente, pero también de manera puntual o indirecta la Japonesa, por diferentes vìas, así como la Francesa, por el apoyo brindado por el IRD a nuestro Instituto Geofìsico.
Es por ello también que el MEF lo menciona como una de sus líneas de acción estratégica en la Estrategia Integral de Protección Financiera frente a Desastres Asociados a Fenómenos Naturales que acaba de publicar, pues resiliencia operativa y resiliencia financiera están más relacionadas de lo que se cree; por ejemplo, cuando hubo el gran terremoto de Haití, este país no pudo al comienzo recibir fondos que necesitaba para la emergencia, porque los funcionarios clave para ello del Ministerio de Hacienda estaban muertos, heridos o sin local.
Lo que se espera ver también es que otros gremios empresariales se unan a ASBANC; como pude decirlo en un post anterior, el rol de los bancos y de los gremios empresariales es clave para que la cultura de la continuidad también llegue incluso a las Mipymes; no hay que olvidar que estas también son clave para la capacidad de recuperación de la economía nacional en caso de un gran desastre, y que son parte de la cadena de suministros de las grandes empresas.
Para poder desarrollar la continuidad operativa en el Estado, fue necesario hacerlo en el marco del SINAGERD, pues la única normativa pública que mencionaba, aunque brevemente, esta problemática, era la de este Sistema. Y tiene sentido, porque la mayor amenaza para el funcionamiento global del Estado es actualmente de naturaleza sísmica; y a nivel local, lo son también otros desastres naturales.
Pero no se debe olvidar que existen también otros tipos de eventos de interrupción de la continuidad de las operaciones, tales como disturbios, atentados terroristas, incendios, disfunciones de las redes eléctricas y de comunicaciones, ataques informáticos, etc. Tampoco se debe olvidar, como lo muestra la historia de otros países, y puede suceder en ciertas situaciones, que este es también un tema, no solo de gestión de riesgo de desastres, sino con aristas ligadas a la vez a la resiliencia macroeconómica y estabilidad financiera del país y a la defensa y la seguridad nacional. Tal vez se deba pensar, conforme se vaya avanzando, en la creación de un verdadero Sistema nacional de la gestión de la continuidad operativa y del negocio, que articule fuertemente a los sectores público y privado, cuyo rector también podría ser la PCM. Después de todo, ya existe un Sistema nacional para la gestión de la seguridad de la información.
Para saber más sobre Continuam, basta ir a la página web www.continuamperu.org