Riesgo Geopolítico: El Peligroso Factor Étnico-Racial
En el post anterior pudimos ver la importancia a menudo subestimada del riesgo geopolítico tanto a nivel internacional, como a nivel interno. Justamente hace poco la revista The Economist dio a conocer los 10 mayores riesgos a nivel mundial, entre los cuales se sitúan varios que mencioné en dicho post, como el resultado de la próxima elección norteamericana o los roles de Rusia y de China. En los dos primeros casos, aparece como un sub-factor agravante uno que juega un rol especialmente desastroso a nivel geopolìtico interno, al punto de llegar a veces a tener impactos internacionales.
Se trata del factor étnico-racial, especialmente destructor porque ahí se mueve una de las pasiones más bajas que se puedan concebir: el racismo bajo todas sus formas, trátese de sentimiento de superioridad, o de odio a otra etnia que no se tolera por ser diferente o a la que culpa de lo que sea cuando hay problemas, como chivo expiatorio; a menudo sus diferentes formas se mezclan. A menudo hay un componente de auto-victimización para justificarlo.
Numerosos países han sido llevados a situaciones de guerra civil y hasta la implosión por ello; lo peor es que ha habido casos en que los problemas empezaron con algún político ambicioso y demagogo que trata de usar cínicamente tensiones latentes para sus propios fines (llegar al poder o mantenerse en él), y luego una vez exacerbadas adrede dichas tensiones, todo se salió de control.
Los ejemplos abundan:
. en la ideología Nazi, había no sólo el ya muy conocido odio extremo hacia los judíos; había también un conjunto de teorías raciales de las cuales derivaba un sentimiento radical de superioridad respecto de los pueblos eslavos, vistos como una sub-raza a costa de la cual era “natural” que la “raza superior” (la germánica) se expandiera; por ello, su ideología, que en ciertos aspectos tenía mucho de secta religiosa pagana, llevaba necesariamente a la guerra, para conquistar aquellos territorios vistos como “presas legítimas”, cuyas poblaciones debían ser esclavizadas.
. durante la conquista española de América, algunos intelectuales, en general clérigos, elaboraron teorías con componentes hasta teológicos (contra las cuales lucharon otros, siendo el más conocido Bartolomé de las Casas) sobre una supuesta inferioridad intrínseca de los pueblos vencidos; a pesar del frecuente mestizaje, de instituciones como los Protectores de Indios, y de los títulos de propiedad conservados por la nobleza incaica y los otorgados a comunidades andinas, ese tipo de teorías que se tradujeron hasta en la organización social, inocularon un veneno del que todavía quedan huellas en nuestra región y que fue un factor presente en ciertas guerras civiles; aunque haya disminuido considerablemente, ese tipo de racismo todavía asoma su cabeza; lo que pasó durante los años del terrorismo en el Perú mostró el desprecio que algunos elementos de las fuerzas del orden y los cuadros de Sendero Luminoso tenían por los pobladores andinos, o la esclavización de los asháninkas por Sendero Luminoso; ya se ha visto también a un político emitir extrañas teorías raciales para explicar una supuesta inferioridad andina, mostrar por escrito desprecio por pueblos originarios y sus creencias, para más recientemente hablar de “sangre peruana” con el fin de descalificar a peruanos de orígenes variados como los hay tantos (con una alusión anti-judía de paso); acercándose así en lo intelectual a otro político marginal con teorías raciales y simbologías que por su enfoque recuerdan al Nazismo; gente así en un país multiétnico y pluricultural como el nuestro juega con fuego, es un peligro grave que no hay que tomar a la ligera
. el ya famoso genocidio contra los Tutsis en Ruanda en 1994, donde las milicias extremistas Hutus y sus radioemisoras se referían a los Tutsis como insectos que había que aplastar. Lo que es menos conocido es que las masacres entre Tutsis y Hutus ya abundaban desde decenios tanto en Ruanda como la vecina Burundi; y es menos conocido aún que fue durante la colonización belga que, en línea con las numerosas teorías “racialistas” que circulaban en Europa a fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, ciertos intelectuales inventaron la existencia de dos razas diferentes en esa zona, cuando investigaciones posteriores mostraron que en realidad las diferencias aparentes venían más de una alimentación diferente siendo los Tutsis ganaderos, y los Hutus agricultores (con las tradicionales tensiones entre estos dos tipos de actividad, peor aún en territorios sobrepoblados y pequeños); el problema se agravó porque se les dio a los Tutsis un estatus superior; y eso generó en reacción una suerte de “racismo inverso” extremadamente violento contra ellos. De paso el conflicto inter-étnico en Ruanda terminó por contribuir igualmente a la guerra civil en el vecino Congo.
. La implosión de Yugoslavia que empezó con la exacerbación cínica por el corrupto político serbio Milosevic, de tensiones históricas entre los serbios y los croatas y bosnios, siendo todos ellos en realidad de la misma etnia, con el mismo idioma y muy entremezclados, sólo que habían evolucionado culturalmente de manera diferente al contacto en los dos últimos casos con el catolicismo austriaco, y con el Islam del Imperio Otomano, respectivamente. Lo dramático en este caso es que los matrimonios mixtos en entre esas supuestas etnias diferentes eran muy frecuentes, por lo que el daño psicológico causado en la ex Yugoslavia, fue especialmente devastador. Lo mismo hizo Milosevic respecto de los albaneses de Kosovo, en un famoso discurso donde habló de ellos como los “opresores” de los serbios, jugando con las antiguas emociones de cuando el otrora poderoso reino Serbio había sido vencido en el siglo XV por los Turcos Otomanos, siendo vistos los albaneses como los herederos de ese antiguo enemigo, al ser también musulmanes; una técnica de auto-victimización cercana a la que Hitler usaba respecto de los judíos
. Y en los EE. UU., ¿no fue uno de los factores claves de la guerra de Secesión el empecinamiento de varios Estados federados de mantener la esclavitud de los afro-americanos, a partir de teorías de superioridad racial muchas veces mezcladas con justificaciones teológicas (como se vería también en la Sudáfrica del Apartheid)? Ello cuando la mayoría de la población blanca en dicho país ya no creía en esas teorías y favorecía la abolición de la esclavitud. Y todavía quedan rezagos de ese racismo en ese país, aunque ya sean residuales. Pero ahora se está desarrollando el racismo contra los inmigrantes de origen latinoamericano y de origen árabe, cínicamente azuzado por un político que sabe que en el contexto actual de profundo malestar de la sociedad norteamericana, eso le trae muchos votos. Podría ser que no sea realmente racista (lo que queda por verse), pero puede estar poniendo en marcha un proceso particularmente peligroso para la estabilidad social de ese país, y de llegar al poder, utilizar los resortes xenófobos hasta crear mayores tensiones internacionales (¿quid de la relaciones con China, país al cual dedica no pocas diatribas?)
. El último conflicto armado en Ucrania, con los rusófonos del Este. Este enfrentamiento también azuzado por un depuesto político ucraniano extremadamente corrupto y sus aliados en Rusia tiene un carácter especialmente dramático para quien conozca la historia de Ucrania y de Rusia. Ambos forman parte de una misma rama eslava, con muchas similitudes entre sus idiomas respectivos; y lo que se sabe aún menos es que el primer estado Ruso nació en Kíev, el famoso Principado, ahora capital de Ucrania. Y acá también los matrimonios mixtos son legión; varios líderes soviéticos tenían ambos orígenes familiares. Pero el veneno entre los Rusos y los Ukranianos ya lo había introducido el cìnico Stalin, con lo que muchos consideran un genocidio anti-ucraniano mediante hambruna provocada porque se resistían a la colectivización de sus tierras; este es un caso particular de genocidio de tipo político (es cierto que también murieron muchos Rusos por el mismo tema), como los cometidos en varios países comunistas, pero que ha dificultado de manera desgraciadamente definitiva las relaciones entre dos pueblos en realidad muy cercanos.
. La guerra civil en Costa de Marfil (2002-2007, reactivada en 2010-2011), país que es un verdadero mosaico de grupos étnicos y que a pesar de ello había logrado una gran estabilidad, y un fuerte sentimiento de identidad, se debió a la deformación interesada por ciertos medios y políticos de la noción de ivoiritude. (o “marfileñidad”), que al comienzo era inclusiva y expresaba la capacidad de asimilación de numerosas etnias, para convertirla en un criterio de exclusión de los marfileños del norte descendientes de inmigrantes malienses y burkinabés, considerados como “falsos marfileños”, lo que luego sirvió para excluir a un popular candidato presidencial originario de esa región. Eso permitió a un presidente a la vez corrupto y alentador de milicias xenofóbicas que cometieron numerosas masacres mantenerse en el poder por más tiempo del debido, con elecciones amañadas no reconocidas por la comunidad internacional; fue necesaria ayuda militar extranjera para sacarlo del poder al cual se había atornillado. Los problemas de dicho país tenían el potencial de desbordar hacia países vecinos, pues varias etnias de Costa de Marfil también están presentes en otros países.
. la estable Kenya, uno de los países más exitosos de África en muchos aspectos (en lo macroeconómico, en temas educativos, en políticas de género, en micro-finanzas y su famosa micro-banca electrónica M-PESA; aunque también tiene problemas de corrupción), que igualmente es multiétnico, pero que se mostró capaz de crear una fuerte identidad nacional (he notado en todos los kenyanos con los que he podido hablar un orgullo de serlo), también conoció un feo episodio de tensiones interétnicas que amenazaron con destruir al país, y que fue provocado irresponsablemente por un presidente que quiso reelegirse en el 2007 frente a un popular candidato opositor, y ex aliado, que era de un grupo étnico diferente al suyo y que también recurrió a argumentos de tipo étnico (según el Poder Electoral el presidente había ganado pero las acusaciones de fraude y de falta de independencia en dicho poder fueron muy numerosas; pero también hubo acusaciones de fraude contra el candidato opositor en ciertas regiones); felizmente, con la ayuda del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, y de un numeroso grupo de destacados y veteranos políticos, se logró un acuerdo para compartir el poder, mediante el cual el candidato opositor fue designado primer ministro (y luego perdió las elecciones del 2013); la comisión electoral fue desmantelada por haberse probado su incompetencia. Dicho país es un buen ejemplo de cómo las ambiciones políticas individuales podrían destruir lo construido durante decenios si se usan resortes étnicos como armas políticas; una relativa solidez institucional global y la madurez de buena parte de la élite política permitió evitar lo peor.
Conclusión:
Ya suficientemente desastroso es que exista el fenómeno del racismo, de la xenofobia y del odio interétnico, y que existan líderes que basan sus políticas en estos, con sus teorías raciales como su principal motor ideológico, siendo Hitler el caso más emblemático. Particularmente escandaloso es que también existan políticos que anden excitando las tendencias racistas y los reflejos xenófobos o étnicos de una parte de la población, peor aún en países multi-étnicos y pluriculturales, donde además muchos, e incluso la mayoría, son de orígenes mezclados. Esa gente, como ya lo dije, juega con fuego: nunca se sabe cómo pueden terminar esas cosas, como ya la Historia lo muestra. Hay políticos que por su sola presencia, son un grave factor de riesgo geopolítico interno, y hasta internacional; y lo peor, es que siempre tienen posibilidades de ser elegidos.