Los Riesgos de las Grandes Operaciones en Efectivo
Cuando se leen las noticias policiales, no deja de llamar mucho la atención la cantidad de empresarios que son víctimas de asaltos cuando transportaban grandes sumas de dinero, muchas veces retiradas de agencias bancarias. Es obvio entonces que trabajar en efectivo por grandes montos acarrea grandes riesgos. Pero ese riesgo no se limita al riesgo a nivel micro para las empresas, también la gran difusión de esta práctica es negativa desde el punto de vista del riesgo país. Veamos.
Los empresarios que transportan grandes sumas de dinero para efectuar operaciones normales de su actividad empresarial cometen una gigantesca imprudencia, como los diferentes casos de asaltos lo demuestran, y que incluso pueden costar la vida a dichos empresarios. Cuántas veces se descubre que era dinero destinado a pagar sueldos o a proveedores, o para cerrar una transacción comercial. Lo más increíble es que se trata de dinero que estaba en el banco, es decir que estaba seguro ahí, y que de manera deliberada no se ha usado las múltiples modalidades de pagos seguros que ofrecen las entidades financieras. Desde el punto de vista de la gestión del riesgo es un sinsentido total.
Obviamente esto tiene mucho que ver con la informalidad y con la tolerancia frente a ella. Pues si uno se entera un poco de lo que se hace en países mejor organizados, sencillamente no se permiten retiros de efectivo superiores a un cierto monto, y está prohibido hacer pagos superiores a dicho monto en efectivo, así de simple. Una de las cosas que sorprende a no pocos visitantes extranjeros, es todo lo que se puede hacer en efectivo aquí: en sus países está prohibido, punto.
Y no es solamente un tema de elemental seguridad para los empresarios, es también un tema de combatir más efectivamente la evasión tributaria, que es más difícil con la bancarización obligatoria, sino también de combatir más efectivamente al lavado de dinero.
Lo que nos lleva a cómo estas malas prácticas afectan seriamente al riesgo país, y contribuyen a todo lo que amenaza su futuro, incluyendo el punto de vista de la seguridad nacional.
Todos los analistas internacionales serios nos explican que la presión tributaria global de nuestro país es demasiado baja: con ello es difícil para el Estado invertir más en salud y educación así como en infraestructura, y en los temas ligados a la seguridad, que no pueden ser descuidados.
Pero lo que es más grave aún, dejando de lado las posiciones ideológicas de aquellos que al contrario quieren que el Estado haga lo menos posible (mientras se quejan de la falta de los bienes públicos ya mencionados), es que la cultura de hacer grandes transacciones en efectivo es una verdadera amenaza para el desarrollo y la sostenibilidad institucional del país. Solo doy ciertos ejemplos:
. es lo que vuelve posible el lavado del dinero por todas las formas de crimen organizado, empezando por el narcotráfico; así, el crimen organizado se va apoderando cada vez más de partes de la actividad económica normal; y por supuesto facilita enormemente los actos de corrupción, que muchas veces están ligados al crimen organizado
. es lo que facilita que potencias extranjeras de facto hostiles puedan financiar actividades subversivas o de sabotaje en el país; por ejemplo, grupos opuestos la inversión extranjera y a toda inversión privada por razones ideológicas pueden ser más fácilmente financiados por países que abrigan intenciones hostiles ocultas contra nuestro país
. y es lo que facilita la penetración del crimen organizado en la política; acá ni siquiera es útil decir que se pondrá un tope relativamente bajo a los aportes en efectivo a campañas electorales y a partidos políticos, porque lo que harían las fuerzas delincuenciales es repartir los depósitos para que estén debajo del límite.
En realidad, la posibilidad de aportar en efectivo en la política debería ser de cero, para que la UIF y otras instancias idóneas puedan investigar más fácilmente de donde viene el dinero, y que las sanciones puedan ser durísimas. Alguien que venía de un país más desarrollado me observaba que en su país también se podía aportar a las campañas en efectivo hasta cierto monto, y que de manera general, y ya no solamente en el terreno de la política, los alemanes transan mucho más en efectivo, y que las mayores denominaciones de billetes en Euros fueron justamente una exigencia de dicho país. Pero acá estamos en el Perú, no en Europa Occidental, y el crimen organizado es una amenaza mucho más grave para la sostenibilidad de largo plazo del país. La probabilidad de que las grandes sumas en efectivo tengan orígenes delincuenciales es mucho más alta.
En cuanto a bancarización de las transacciones, deberíamos no solo adoptar estándares más cercanos a los de los países OECD más avanzados, sino también ser aún más exigentes para ciertas actividades específicas, como el financiamiento político.