Novedades en el Frente de la Gestión de Riesgos Empresariales Ligados a "Desastres Naturales"
En uno de los posts de abril de 2013 había entregado una visión integral de la problemática de los riesgos que pueden afectar a las empresas de todo tamaño en razón de los diferentes desastres derivados de fenómenos naturales, e indicaba cómo se podría mitigarlos. El mes siguiente, difundí el importante comunicado del 15 de mayo sobre este tema, y de especial relevancia para nosotros, de la UNISDR, la oficina de la ONU dedicada a la reducción del riesgo de desastres. En octubre del 2013, dí ejemplos de colaboración público-privada en el campo de la gestión del riesgo de desastres, lo que me permitió mencionar al Grupo de Trabajo Empresarial de Apoyo en Caso de Desastres, que en el Perú agrupa a diferentes gremios empresariales y que colabora por ejemplo con el INDECI.
Pues bien, la UNISDR, en alianza con varias entidades privadas internacionales, ha lanzado una nueva iniciativa internacional en la continuidad de su comunicado del 15 de mayo 2013, llamada The R!SE Initiative, que será presentada en Lima en los próximos días junto con Pricewaterhousecoopers y con el mencionado Grupo Empresarial de Apoyo.
Esta iniciativa propone varias líneas de acción muy interesantes que pueden descubrir en www.theriseinitiative.org . Pero hay que ser conscientes de que en el caso de nuestro país, es necesario hacer más aún, vista nuestra alta exposición al riesgo sísmico de elevado impacto, así como a los fenómenos climáticos, que no se limitan al Niño: como ya sabemos, somos uno de los países más afectados por el cambio climático, lo que se manifiesta en una forma de “desastre natural sistémico en cámara lenta”, que debería obligarnos a tomar además medidas urgentes en lo que respecta a temas como el aseguramiento futuro del abastecimiento en agua, que muchos ven erradamente como abundante.
Y en estos temas, la activa participación del sector privado es extremadamente clave para el país. Tanto más aún que el sector público puede verse a menudo paralizado por su propia auto-sobrerregulación burocrática, que genera lentitud y a veces, temor a tomar acciones concretas, y por agendas políticas ligadas a los conflictos del momento o a la coyuntura política o económica, que llevan a que se dejen temas a la vez importantes y urgentes para más tarde.
El sector privado tiene que seguir avanzando de todas maneras por su cuenta, y en asociación con el sector público cada vez que se abren ventanas de oportunidad cuando hay gente en el Estado consciente de la importancia de la gestión integral del riesgo de desastres, decidida a avanzar con acciones concretas y a trabajar con el sector privado. Así se logrará poco a poco una institucionalización creciente, donde en el Estado esto no dependa de pocas personas, tal como lo están alentando activamente organismos internacionales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el BID, y entidades de cooperación bilateral.
Por si no lo saben, en las últimas semanas hemos tenido un ejercicio común de continuidad del negocio entre la SBS, el BCR y el MEF y varios de los principales bancos del país (algo de esto se mencionó brevemente en los medios), así como un taller organizado por el PNUD y el INDECI, que reunió a los miembros tanto privados como públicos de la comunidad aeroportuaria. Son signos alentadores. Espero ver algún día al sector asegurador, junto con el sector financiero, como sucede en otros países, buscar en serio, en alianza con el sector público, y sin temerle a la entrada de nuevos jugadores que amplíen un mercado con un potencial enorme, una penetración mucho más alta de los seguros indemnizatorios por daños – lo que incluye a los causados por fenómenos naturales – para las viviendas (como lo supo hacer Turquía de manera notable) y las empresas de todo tamaño; por ahora sólo estamos viendo avances significativos en los ramos de vida, y en nichos muy puntuales como el automotriz.
Como ya he tenido la oportunidad de mencionarlo varias veces, el rol de los gremios empresariales para educar a sus miembros es esencial, así como lo es el de las grandes empresas frente a sus proveedores para por lo menos preservar las cadenas de suministro, así como es clave el rol del sector financiero en seguir reforzando su solidez financiera y para educar a sus clientes en temas como la continuidad del negocio y el aseguramiento.
Es absolutamente indispensable acelerar los esfuerzos para reforzar la resiliencia tanto operativa como económico-financiera del país. Insisto: no hay que olvidar que formamos parte de los países con mayores vulnerabilidades, entonces tenemos que ser aún más exigentes con nosotros mismos, ser parte de las “primeras ligas” internacionales en este tema.
También es necesario saber que el Economist Intelligence Unit, el mismo que desde hace varios años nos coloca como el primer puesto a nivel mundial en cuanto al entorno para las microfinanzas, está desarrollando, en el marco de sus análisis del riesgo-país, y como socio de la R!SE Initiative, herramientas para mejorar el análisis de la capacidad de resiliencia, que incluye los aspectos operacionales, y no sólo los económico-financieros, de los países. Y los análisis del EIU tienen una gran influencia, son vistos con interés por los inversionistas y las clasificadoras de riesgo. El objetivo debería ser: una buena nota del EIU también en cuanto a la resiliencia frente a desastres.
Entonces, ya saben, NO VALE JUGAR AL AVESTRUZ NI DORMIRSE. Por más que haya gente siempre diciendo que eventos de gran magnitud son poco probables o exageraciones de sismólogos o ingenieros, o que no ven este tema como prioritario porque no aporta mucho a su carrera y es por lo tanto más un “fastidio”, o que no le ven gran “rentabilidad” política o económico-financiera a estos temas, o que esté viendo al cambio climático como una “conspiración de científicos” (parece increíble, pero así se piensa en ciertos países), o sus efectos como algo muy lejano, que no amerita “ponerse las pilas” (el síndrome del “tenemos todo el tiempo del mundo”). Pero al mismo tiempo debemos cuidarnos de jugadores del mercado poco escrupulosos que tratan de hacer de esta temática una ventana para hacer lobby destinado a obtener negocios del Estado obviando procesos competitivos.
Los posts mencionados al comienzo, por si no los conocen, son los del 21 de abril del 2013, 20 de mayo del 2013 y 13 de octubre del 2013, que pueden ver en los archivos de la columna derecha de este blog. Pueden revisar también los tres posts de setiembre 2014 relativos a la Continuidad del Negocio.