El criterio: una ventaja competitiva
En el mundo empresarial, tomar decisiones acertadas no es solo una cuestión de información, sino de criterio. Se trata de evaluar situaciones con sensatez, considerando múltiples perspectivas y anticipando escenarios. ¿Es el criterio una habilidad blanda o una decisión racional? Pienso que ambas.
El criterio en el mundo de los negocios es una competencia esencial. Cada palabra y acción tiene un impacto directo en la percepción de una empresa. Un ejecutivo con criterio no solo sabe qué decir y cuándo, sino también toma decisiones acertadas y genera confianza. Sin embargo, no todos lo poseen. En un entorno donde la inmediatez y la sobreinformación pueden dificultar un análisis acertado, muchas personas toman decisiones apresuradas sin medir las consecuencias. Esto puede generar crisis evitables o perjudicar relaciones valiosas.
El criterio no es innato, se desarrolla con experiencia, en cada aprendizaje y, sobre todo, en la capacidad de escuchar y analizar antes de actuar. En los negocios, rodearse de personas con criterio no solo minimiza riesgos, sino también maximiza oportunidades. En un mercado altamente competitivo, la empresa que prospera suele estar en la eficacia de sus decisiones. Y esas decisiones dependen, en gran medida, del criterio de quienes las toman.
Una persona con criterio tiene habilidades que le permiten tomar decisiones acertadas y desenvolverse con éxito en situaciones complejas.
Algunos atributos son:
• Pensamiento crítico: analiza información de manera objetiva, no basadas en suposiciones o emociones.
• Capacidad de análisis: evalúa distintas variables, consecuencias y situaciones antes de tomar una decisión.
• Sentido común: aplica la lógica y el razonamiento práctico.
• Experiencia y conocimiento: cuenta con información suficiente para hacer juicios bien informados.
• Ética y valores: toma decisiones basadas en principios sólidos.
• Actitud de aprendizaje: reconoce cuando no sabe algo y está dispuesto a aprender y/o a cambiar de opinión.
• Capacidad de síntesis: puede extraer lo esencial y enfocarse en lo realmente importante.
• Toma de decisiones equilibrada: sabe cuándo actuar con rapidez y cuándo tomarse el tiempo necesario para reflexionar antes de decidir.
• Capacidad de liderazgo: es capaz de guiar a otros con decisiones bien fundamentadas, lo que lo hace un buen líder o referente.
Tener criterio no significa ser infalible, pero sí implica que una persona está mejor preparada para tomar decisiones acertadas y responsables.