No sufras con las cifras
El Instituto Nacional de Estadística (INEI) publicó recientemente la revisión de las cuentas nacionales debido al cambio en su año base. En este comentario explicaremos qué significa esto y cómo afecta nuestro entendimiento de la actividad económica.
Medir la actividad económica “real” requiere calcular cuánto ha aumentado la producción física de bienes y servicios. Es decir, en cuántas toneladas ha aumentado o caído la producción de cemento y papas o cuánto ha aumentado o caído la carga transportada o los pacientes atendidos. Esto se puede calcular para cada bien o servicio, pero luego hay que sumarlo todo para poder determinar cuánto ha variado la actividad agregada. Como no se pueden sumar toneladas de papas y de cemento, se suma el valor de las toneladas de papa y cemento. Pero el valor depende del precio y queremos medir la variación real, no la variación de los precios. Por ello, se determina un año base y se usa siempre como determinante del valor los precios de ese año base. Las cantidades varían cada año, pero los precios son siempre los mismos: los del año base.
El año base es relevante porque su estructura de precios relativos se utilizará para calcular el crecimiento económico real. Si los precios relativos de los bienes no varían mucho en diferentes periodos, los cambios de los años base no resultarían en variaciones significativas de las cifras de PBI. Pero cuando hay diferencias importantes en los precios relativos, si se pueden producir cambios importantes. Si se pasa de valorar una tonelada de cobre en mil quinientos dólares a siete mil quinientos dólares, cambia la importancia de la producción de cobre en el PBI. Esto ha ocurrido con el cambio del antiguo año base de 1994 al nuevo de 2007.
¿Cómo se afectan las cifras de PBI y nuestro entendimiento de la actividad económica con el nuevo año base? En primera instancia, las diferencias entre las cifras de crecimiento del PBI mensual producto de usar los dos años base no son muy significativas, como lo demuestra el gráfico 1. Pero hay otro problema.
En la mayor parte del mundo, el PBI no se calcula mensualmente –porque es muy difícil e impreciso hacerlo- sino trimestralmente. Además, la cifra que se analiza no es tanto la que compara un mes o trimestre con el mismo mes o trimestre del año anterior sino la cifra “desestacionalizada” que compara la actividad de un periodo con la del periodo inmediato anterior. Esta cifra es la que nos dice cuál es la tendencia ahora –no la comparada con hace un año-, y es más útil para entender qué debemos esperar y qué debemos hacer respecto a la actividad económica. Para desestacionalizar las cifras del PBI se necesita suficiente información para usar técnicas estadísticas. Con frecuencia la cifra desestacionalizada se calcula usando el promedio de los últimos tres meses para tener una idea de tendencia más confiable que la de un solo mes.
El gráfico 2 presenta las cifras de crecimiento económico desestacionalizado del Perú usando los dos años base. Es evidente la mayor volatilidad de la nueva serie. Dado que esta mayor volatilidad no aparece en la serie sin desestacionalizar, es claro que el problema es la desestacionalización. Probablemente el INEI no cuenta aún con suficiente información para desestacionalizar adecuadamente las cifras del PBI mensual. Es previsible que las cifras de PBI mensual desestacionalizado que publique el INEI a futuro sean altamente volátiles y, por ello, ayuden menos a entender el ritmo de crecimiento tendencial de la economía.
Con el cambio de año base, los hacedores de política económica y los analistas económicos tendrán mayor dificultad para interpretar las variaciones en el crecimiento de la actividad económica y para tomar decisiones respecto a cómo enfrentarlas. Esperemos que el INEI haga un esfuerzo muy grande por mejorar y aumentar la información con la cuenta para que las valiosas estadísticas de producción desestacionalizada sean más útiles.