Balance de la minería peruana y perspectivas para el 2021
Por: Ing. Roberto Maldonado, primer vicepresidente Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
En esta oportunidad nos toca referirnos al balance del sector minero peruano en un año atípico como el 2020, marcado por la pandemia del Covid-19, que ha generado una severa crisis sanitaria, económica y política sin precedentes en nuestro país.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, a causa de ello la economía peruana se contraería un 13.9%, que sería la mayor de toda América Latina, después de Venezuela.
Este 2020 también ha sido un año desafiante para la minería, que tuvo que soportar la paralización de sus operaciones, el freno de las inversiones, y la disminución de su fuerza laboral.
En la primera mitad del año la producción de cobre cayó un 20.4% con respecto al 2019. Sin embargo, tras la reactivación del sector el panorama ha ido mejorando y a octubre se estima una extracción cuprífera mayor en 1.4% a la del mismo mes del año pasado.
Si bien esto marca una tendencia, vale precisar que aún la producción del metal rojo es menor a la del año pasado (-14% de enero a octubre). En lo que respecta al oro, no hemos tenido un buen año y se registra una caída de 35% en los 10 primeros meses del año.
Pero más allá de ello, debemos resaltar los avances positivos de la industria minera que tuvo un destacado desempeño en medio de esta pandemia, en el que no solo se adquirió un importante conocimiento, optimizando sus protocolos de salud y seguridad, sino también se apoyó a las comunidades, especialmente a las de su entorno.
Las empresas mineras contribuyeron en forma importante a través de la donación de plantas de oxígeno, equipos médicos, implementos de protección personal, alimentos, entre otros apoyos, con el fin de atender las necesidades de las comunidades. Todo ello en coordinación con las autoridades. Algo digno de subrayar.
Durante esta pandemia, también se han generado avances a nivel tecnológico. Prueba de ello son la aceleración de la transformación digital y la automatización de las operaciones, que permiten monitorear y trabajar remotamente con mayor incidencia en los procesos mineros.
Y este 2021, que será un año de elecciones, esperamos seguir en esta tendencia de recuperación. Algunos temas pendientes en la agenda minera serán la simplificación de trámites administrativos, la puesta en marcha de proyectos mineros (Yanacocha Sulfuros, San Gabriel y Corani). Otro esfuerzo importante será darle velocidad a las inversiones y una manera de hacerlo -sin bajar los estándares- es ser más claros y previsibles.
Recordemos que la minería peruana representa el 10% del PBI, alrededor del 60% de las exportaciones anuales (US$ 30,000 millones) y genera más de 1 millón 2oo mil puestos de trabajo directos e indirectos. Pero, sobre todo, que será vital para la reactivación de la economía.
Por ello, esperamos un 2021 con mejores perspectivas y nuevos aires, que hagan pensar en un mejor país para todos.