Es el momento de sacar adelante Tía María.
Por Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP)
En reiteradas oportunidades hemos enfatizado la importante cartera de proyectos mineros que se viene desarrollando en el país, con inversiones del orden de los $ 60 mil millones. Solo para este año se tiene previsto que al menos seis proyectos inicien su fase de construcción, con inversiones que suman más $ 3,400 millones.
Sin embargo, cabe cuestionarse si finalmente éstos se ejecutarán dentro del cronograma manejado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Y es que actualmente vemos que la puesta en marcha de estos se está retrasando por falta de decisión para un trámite administrativo. Tal es el caso del Proyecto Tía María, que pese a tener su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado desde el 2014, se encuentra entrampado por la falta de una autorización de construcción a cargo del MEM. Un tema netamente administrativo.
Lo crítico de Tía María, el proyecto más importante de la cartera de inversión a ejecutarse este año ($ 1,400 millones), es que su EIA vence en agosto próximo. Es decir, si el MEM no agiliza su puesta en marcha lo veremos postergado por muchos años más, ya que tendría que iniciarse desde cero.
Puede que los conflictos sociales ocurridos recientemente en otros puntos del país generen cierta incertidumbre en las autoridades para autorizar un nuevo proyecto minero ya en el portafolio, pero el conflicto de Las Bambas, complejo y con posibilidades de afectar nuestro atractivo como país minero, tiene aristas positivas que nos da la posibilidad de transformar una crisis en una gran oportunidad. Lanzar ahora Tía María reforzaría ese mensaje que el país sabe manejar sus relaciones con las comunidades, por más complejas que estas sean.
En el caso específico de Tía María, en los últimos años, se ha dado un giro importante en la manera de comunicar y relacionarse con los vecinos de su zona de influencia. Parte de esos esfuerzos se evidencian en el Programa Valle Unido, que ha permitido desarrollar diversos proyectos educativos, de salud, desarrollo de infraestructura y habilidades productivas, beneficiando a más de 4,200 familias.
A ello se suma el desarrollo de talleres informativos y eventos de interacción constante entre la empresa y la población que han logrado atender consultas ciudadanas y esclarecer dudas en torno al desarrollo del proyecto. De esta manera, se ha dejado en claro que Tía María no utilizará las aguas del río Tambo y que no tendrá impacto alguno sobre el valle. Se abastecerá con agua de mar, para lo cual se va a construir una planta desalinizadora.
Con estos esfuerzos, Tía María ha logrado el respaldo y aceptación social de sus vecinos, conformando un clima social favorable para poder iniciar con sus actividades de construcción. Hace unos días se convocó en la región Arequipa una marcha antiminera que no logró convocar a más de 50 personas.
Es importante destacar que Tía María representa un crecimiento en el PBI anual de 0.4%, más de S/.270 millones adicionales cada año por impuestos y regalías para Arequipa, y como más de S/.100 millones adicionales cada año, por concepto de canon, para la provincia de Islay. Es una inyección directa a los fondos nacionales del país y generador de más de 4,800 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, para los próximos 20 años (se estiman 9,000 puestos de trabajo para los dos primeros años de construcción).
Las empresas mineras saben y reconocen que sus inversiones, sobre todo en proyectos de esta envergadura, no pueden exponerse a errores. Por tanto, son las primeras en cumplir estrictamente la normativa legal en todo el proceso que conlleva la puesta en marcha de un yacimiento.
Si queremos dar una buena señal al mundo de que las inversiones mineras en el país son seguras, Tía María, un proyecto insignia para la minería peruana, tiene que salir adelante. Estamos seguros que el inicio de su construcción sería un punto de inflexión para que el país camine y atraiga inversión privada para el desarrollo de nuevos proyectos que lleven al Perú por la senda del crecimiento.