¿Somos atractivos para las inversiones mineras?
Por Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
En un país como el Perú, donde las inversiones podrían impulsar proyectos de alto impacto social y económico para la población, cabe cuestionarse si estamos gestionando adecuadamente nuestro atractivo como destino de las inversiones mineras.
Recientemente, el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) publicó el estudio “Índice Fraser: Análisis de su evolución y una propuesta de mejora de nuestra calificación”. El mismo repasa el rendimiento alcanzado por el país en las encuestas Fraser de los últimos 15 años, siendo esta evaluación uno de los principales criterios para conocer el clima de inversión en el mundo y un claro referente para los grandes financistas.
Los resultados nos demuestran que no hemos mejorado nuestra imagen como destino de las inversiones mineras; lo que se evidencia es un claro deterioro del índice de atracción en Chile.
En el 2010, el Perú gozó de un mejor Índice de Atracción de Inversiones -con una calificación final del 81%- frente a los resultados del 2016, donde se alcanzó una calificación del 73%.
El estudio también nos permite observar que, históricamente, hemos estado por debajo de Chile, uno de nuestros principales competidores en la atracción de inversiones en el mercado internacional de metales.
Recién en el último año el Perú alcanzó una calificación superior al del país sureño (73% frente a 70%), quedando posicionados como el país más atractivo de la región, pero debemos reiterar que este resultado no fue por mérito propio, sino por un decremento del potencial geológico de Chile.
Seis barreras para impulsar nuestro atractivo para las inversiones mineras
Fraser calcula el índice de atracción de cada país en base a dos grandes variables: potencial geológico, con un peso de 40%, y potencial competitivo, con un peso de 60% que se subdivide, a su vez, en 15 criterios distintos.
La revisión del IIMP ha permitido identificar seis criterios, de un total de 15 del potencial competitivo, en los que nuestro país ha tenido un bajo desempeño (debajo de la media) en los últimos 15 años.
Estos puntos son: 1) incertidumbre en relación a reclamos de tierras en disputa, 2) incertidumbre en relación a áreas protegidas y zonificación territorial, 3) calidad y cobertura de infraestructura, 4) acuerdos socioeconómicos y condiciones para el desarrollo comunitario, 5) regulaciones laborales y convenios colectivos y 6) seguridad ciudadana – jurídica.
En todos estos puntos, el país debe asumir acciones inmediatas si quiere viabilizar la importante cartera de proyectos que impulsarán la economía peruana. Para ello es indispensable un fortalecimiento institucional del Ministerio de Energía y Minas, a fin de desarrollar un plan de desarrollo que abarque los puntos señalados.
De igual manera, insistimos como entidad, en la necesidad de potenciar el debate técnico en la emisión de nuevas normativas para el sector, a fin de crear soluciones a los desafíos que enfrentamos y no crear más barreras a nuestra economía.
Comprendamos que, para impulsar nuestra minería, no basta con tener abundantes recursos naturales.
Para ser un país minero que desarrolla todo su potencial, tenemos que darle al mundo muestras claras de que somos una nación seria, responsable, ágil y confiable. Apuntemos a ello.