Nuevamente: asamblea constituyente: ¿llave al comunismo?
Parece que la “ola” reformista ya pasó en Perú, pero dejó estragos… y va a regresar. Lo más preocupante para mi, es la facilidad con la que la oposición (sincera) compró la idea de que una asamblea constituyente (AC) era el punto central de todo el proceso político que nos podía llevar a una tiranía comunista. Por supuesto, muchos militantes de la izquierda fueron igualmente ingenuos al abrazar la idea de que una AC nos llevaría a la “igualdad real”. Los únicos que parecían tener claro que la AC era una artimaña más para lograr capturar el poder “real” eran líderes de la izquierda radical y -seguramente tras bambalinas- algunos caviares “ilustrados”.
He expresado mis ideas acerca del proceso reformista peruano en este espacio (aquí). Si bien ahora puede parecer un tema pasado, creo que es importante aprender la lección, porque es un tema que va a volver. Es uno de los totems de la izquierda radical, así como el encarcelamiento de Fujimori. Fujimori será mantenido vivo por décadas. Hasta la izquierda radical ligada al terrorismo que Fujimori venció es llamada “fujimorismo de izquierda” por algunos “ilustres”. La izquierda no quiere matar a Fujimori ni a su legado, sino que lo quiere mantener vivo como un fantasma o un cuco. La C93 es parte de dicho legado.
En este ensayo, publicado en la prestigiosa Revista de Derecho Político (aquí), desarrollo con mayor detalle las ideas en torno a esta pretensión reformista. El artículo trata acerca de los mitos entorno al constitucionalismo derivado del chavismo, aplicado al reciente caso peruano de amenaza de reforma constitucional radical. Espero que este ensayo sirva para entender el proceso y quitarle herramientas a la izquierda radical en la región.
PD: en este otro trabajo complementario “Different meanings of “constitutional change” and the Sendero Luminoso’s “reformist” pretension” publicado en Journal of Law [& Sustainable Development (aquí), desarrollo una idea complementaria: existen diferentes significados de “refroma constitucional”. El significado que le da la izquierda radical no es “cambiar el texto”, sino “destruir el estado de derecho”. En este sentido, la oposición está peleando contra un enemigo inexistente.