Preguntas y respuestas sobre el control previo de fusiones en Perú
Desde hace años se viene discutiendo sobre el control de fusiones en Perú. En las últimas semanas se ha intensificado el debate y parece que ya es inminente su aprobación por la -hasta cierto punto difícil de explicar- insistencia de algunos funcionarios, abogados y economistas. Aprovecho el contexto para -espero- aclarar algunos puntos sobre el tema con un formado que encuentro didáctico.
¿Qué significa el control previo de fusiones?
Significa que el gobierno revisará algunas propuestas de fusión (que tengan potencial de reducir la competencia y que superen x millones de USD) para ver si causan o no daños a la economía (reducen la competencia).
¿Todos los países tienen control previo de fusiones?
La mayoría de países desarrollados tienen control previo de fusiones. (Recomiendo el trabajo de Eleanor Fox).
¿Perú está obligado a tenerlo?
No, solo es una recomendación de la OCDE.
¿Es conveniente (en abstracto) el control de fusiones?
Es relativo. Existen pros y contras sobre las fusiones. Algunas consiguen mayor eficiencia e incluso incrementan la competencia –dos empresas medianas se pueden juntar para competir contra una grande-; mientras que otras pueden reducir la competencia o aumentar el precio de los productos en un determinado mercado. (Recomiendo revisar este interesante artículo publicado por The Yale Tribune sobre pros y contras de las fusiones para la economía).
¿Sirve el control de fusiones previo?
El país donde más se ha usado es USA y ahí parece no haber funcionado. De hecho, un artículo analizando decenas de casos de fusiones controladas por el gobierno de USA encontró que muchas veces el gobierno había fallado en elegir cuales fusiones revisar y cuales simplemente dejar pasar. Además, en las que sí controló, había utilizado remedios que no sirvieron para solucionar o mitigar los problemas de competencia o incrementos de precios que se tenían en primer lugar. (El artículo, aquí).
¿Es conveniente el control de fusiones en Perú?
Tal como mencionamos antes; por un lado, no es tan claro que las fusiones en general sean malas para una economía, sino que tienen efectos ambiguos (buenos y malos); y, por otro, es complicado pensar que el capital humano y la institucionalidad en Perú puedan superar al caso de USA, que controla fusiones desde 1914 y que aun así no ha conseguido buenos resultados.
Por otro lado, tal como ya ha sido suficientemente destacado, el control de fusiones traerá politización (con lo bien que nos va la política a los peruanos) y altos costos de administración a una entidad que ya se encuentra saturada (Indecopi).
¿Sin control de fusiones estamos perdidos?
No. Actualmente en Perú ya se sanciona el “abuso de posición de dominio”. Esto es correcto desde el punto de vista económico, dado que buscar o conseguir un monopolio no es malo per se, sino el uso que se hace de ese poder monopólico (e incluso esto último es discutible).
¿Qué determina el tamaño de las empresas? (la postura liberal sobre el control de fusiones)
El tamaño de las empresas no es aleatorio, sino que responde a una lógica económica que ha sido ampliamente estudiada (especialmente recomendables son los trabajos de Williamson y Coase). Las empresas crecen (o no) en búsqueda de eficiencia. Su tamaño está condicionado por los costos que se quieran mitigar en un determinado momento. Elegir (desde el gobierno) el tamaño de una empresa es el equivalente a decidir el precio de un bien en el mercado. Es algo que se hace sin información y sin incentivos para hacerlo de forma correcta, por lo que está destinado al fracaso.
Querer imitar al resto del mundo o seguir consejos de forma ciega no es una buena política. Basta ver el debate mantenido en nuestros Congreso hace unos días sobre el proyecto de ley de control de fusiones para darnos cuenta que el hecho de que algo se haga en Europa o USA no hace que automáticamente se deba replicar en un país como el nuestro, con una realidad distinta y un capital humano menor.