Hablemos de igualdad
La igualdad de género es uno de los objetivos de desarrollo sostenible que el Perú se ha comprometido a lograr al 2030. Para cumplirlo, es necesario contar con fuentes de información confiables que permitan visibilizar las brechas entre hombres y mujeres, hacer comparaciones a nivel nacional e internacional, y realizar vigilancia ciudadana para facilitar la reflexión y el diálogo sobre esta problemática.
Asimismo, la información brinda los insumos necesarios para la correcta formulación de políticas públicas basadas en evidencia y data rigurosa. Faculta al Estado para cruzar indicadores y focalizar políticas con miras a lograr una sociedad más inclusiva.
Resultan particularmente importantes diversas iniciativas nacionales y regionales que permiten hacer un seguimiento de indicadores relacionados con la desigualdad de género. En el Perú, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, a través de su Observatorio Nacional de la Violencia Contra de las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, busca monitorear, recolectar, producir y sistematizar información sobre el cumplimiento de políticas públicas y compromisos internacionales respecto a la violencia de género. La divide en seis indicadores: víctimas de feminicidio, trata de personas, desigualdad de género, personas que desarrollan SIDA, autonomía económica y embarazo adolescente. Asimismo, desde el 2005 el INEI publica un informe de indicadores estadísticos con enfoque de género. Entre ellos están los sectores de educación, salud, cobertura de programas sociales, empleo e ingresos y acceso a internet.
En un nivel más macro, el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe es una iniciativa de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que analiza y visibiliza el cumplimiento de objetivos internacionales sobre la igualdad de género. Presenta indicadores relevantes para la región organizados en tres bloques: autonomía económica, autonomía en la toma de decisiones y autonomía física.
A partir de estas fuentes de información identificamos diferencias importantes en el acceso a oportunidades entre hombres y mujeres, sobre todo a nivel laboral y educativo. Respecto al primer ámbito, resalta que en el área urbana (rural) el 61.8% (73.1%) de las mujeres están empleadas en comparación al 79.6% (89.2%) de los hombres, una diferencia de casi 20 puntos porcentuales. En esa misma línea, el sueldo promedio de las mujeres es de S/ 1,197.4 mensuales, mientras que el de los hombres es de S/ 1,797.8 mensuales. Es decir, las mujeres ganan en promedio 66.6% de lo que ganan los hombres.
Esto último puede ser explicado por diversos motivos. Entre ellos, que el 84.2% de las mujeres ocupadas lo hacen en sectores de baja productividad (agricultura, comercio, servicios), el 11.1% en productividad media (transporte, construcción y manufactura) y solo el 4.7% en productividad alta (minería, electricidad y actividades financieras). En el caso de los hombres, estas cifras son de 58.8%, 32.7% y 8.4%, respectivamente. Finalmente, otra cifra que es importante de resaltar es que, en el 2016, el 31.5% de mujeres no contaba con ingresos propios, en contraste al 12% de los hombres.
A nivel educativo, en el 2016 el 73.8% de los hombres de 25 años o más en el Perú tenía al menos educación secundaria, en comparación con el 62.5% de las mujeres. Este 2018 vemos que en inicial hay 35.8% de mujeres respecto al 39.5% de hombres; en primaria, 41.7% en comparación a 43%; y en secundaria, 40.4% en contraste a 36.9%. Por otro lado, la tasa de analfabetismo en el 2016 fue de 9% para mujeres, tres veces más que la de los hombres (2.9%).
Todo lo anterior confirma la necesidad de que los hacedores de política cuenten con información que les permita formular iniciativas focalizadas e inclusivas. Solo así lograremos recortar las brechas y avanzar hacia un desarrollo con igualdad.
Realizado por: Gisele León, analista senior de Videnza Consultores