La agridulce espera
Pese a que entre los años 2010 y 2016 el PBI del Perú creció en 30%, el porcentaje de gestantes con anemia no se ha reducido de forma significativa y, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del 2017, es de 29.6%.
Pese a que es una de las causas prevenibles más comunes de mortalidad materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 40% de gestantes en el mundo la padecen. Además, si se presenta durante los primeros dos trimestres del embarazo, las probabilidades del bebé de nacer prematuro y con bajo peso aumentan.
La causa más común de anemia es el déficit de hierro. En el Perú existe una Norma Técnica de Salud que establece la suplementación con hierro y ácido fólico para prevenir y tratar la anemia en gestantes. Pero el principal problema es la adherencia al tratamiento; es decir, que las pacientes tomen la dosificación indicada en el periodo señalado. Según la Endes, el 29.3% de las gestantes no consumió suplementos durante el embarazo o lo hizo por menos de 60 días.
¿Cómo lograr que efectivamente cumplan el tratamiento? Empecemos por entender por qué se da este incumplimiento si, racionalmente, es perjudicial para ellas y para el bebé. En Videnza Consultores ya estamos trabajando el tema para contribuir con intervenciones que ayuden a reducir este problema. Compartimos con ustedes algunas de ellas.
En primer lugar, la suplementación informada es necesaria, Si bien el Estado ha avanzado en asegurar la disponibilidad de los suplementos en los establecimientos de salud, este paso no es suficiente. Se debe prescribir aquel que genere menores efectos secundarios para aumentar la adherencia. Además, se requiere capacitar a médicos, enfermeras y obstetras para que informen a la gestante sobre la anemia, sus efectos, la importancia de la suplementación y cómo manejar sus posibles efectos secundarios.
En segundo lugar, la atención inmediata: a los largos tiempos de espera del sistema de salud público peruano, la gestante diagnosticada con anemia debe sumar una serie de visitas al centro de salud antes de recibir las tabletas de hierro y ácido fólico. Urge, por tanto, examinar los flujos de atención para hacerlos más eficientes.
Una intervención que muestra tener impacto son los mensajes de texto (SMS) o voz. Diversos estudios muestran que el uso de SMS mejora las tasas de adherencia al tratamiento médico en entre 15.3% y 17.8%. En el Perú, el uso de SMS en zonas urbanas o de mensajes de voz en zonas rurales puede ser efectivo para mejorar la adherencia al tratamiento. Considerando esto, se recomienda implementar un sistema de mensajería con recordatorios sobre la suplementación e información de salud útil para el periodo gestacional.
Finalmente, el acompañamiento y consejería a través de visitas domiciliarias es clave para monitorear y reforzar la adherencia a la suplementación, brindar información nutricional y absolver dudas. Estas podrían estar a cargo de agentes comunitarios en salud quienes deberán recibir capacitación y entrenamiento ad-hoc.
Un grupo al que debemos prestar especial atención es a las adolescentes gestantes, pues sus propias características biológicas y psicológicas las hacen altamente vulnerables. De hecho, el riesgo de presentar anemia es 1.36 veces mayor entre gestantes con menos de 17 años de edad. Establecer un plan de suplementación de hierro en adolescentes, independientemente de si están o no embarazadas, es una intervención que el Ministerio de Salud debería analizar.
Finalmente, es fundamental identificar los factores que explican las diferentes tasas de anemia en gestantes a nivel regional. Cada localidad tiene características propias, tanto del lado de la oferta como de la demanda. Identificarlas y entenderlas es la única manera de poder diseñar políticas exitosas que logren resultados costo-efectivos.
Desde Videnza Consultores estamos comprometidos con seguir generando evidencia que ayude a este objetivo.