Manual de Advertencias Publicitarias: comentarios desde la experiencia internacional
Hace aproximadamente un mes, con la intención de recibir comentarios, sugerencias o recomendaciones por un plazo de 90 días, el Ministerio de Salud (Minsa) publicó el proyecto del Manual de Advertencias Publicitarias para la aplicación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, y su Reglamento. Dicho manual tiene por objetivo establecer las especificaciones técnicas de las advertencias publicitarias que deberán tener en la cara frontal de la etiqueta del producto aquellos alimentos procesados cuyos contenidos de sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans excedan los parámetros establecidos. La siguiente imagen muestra la propuesta de advertencias planteada por el Minsa.
Fuente: Gestión
Sobre el manual y las políticas de etiquetado para la promoción de una alimentación saludable entrevistamos a Daphne Koek, máster de Ciencias Conductuales y Económicas de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y especialista en promoción de la salud en Singapur. Según ella, la experiencia muestra que el impacto de este tipo de políticas de etiquetado no es concluyente, pues no existe consenso en la literatura sobre el impacto que tiene el uso de este tipo de etiquetas en el consumo de alimentos altos en nutrientes críticos como el azúcar, el sodio o las grasas.
Más aún, en relación a la propuesta de advertencias publicitarias del Minsa, la especialista se mostró bastante escéptica. Para ella, un aspecto clave en la capacidad de implementación y la sostenibilidad de estas políticas es contar con los incentivos adecuados para la industria. Así, en el Reino Unido el uso del Semáforo Alimenticio es de carácter voluntario y cuenta con el respaldo de grandes cadenas de alimentos. En consecuencia, Koek advierte que los mensajes propuestos por el Minsa que transmiten riesgo difícilmente serán respaldados por la industria.
¿Qué hacer entonces? La política de etiquetado implementada por el Health Promotion Board de Singapur es un ejemplo interesante de cómo se puede diseñar una política que promueva una alimentación saludable de la mano del sector privado.
La iniciativa, conocida como Healthier Choice Symbol, otorga sellos de calidad (como el que mostramos en la imagen 2) a aquellos alimentos que cumplen con ciertos parámetros técnicos. La política no solo reconoce a los alimentos con contenidos bajos de grasas, sodio o azúcar, sino también a aquellos con altos contenidos de granos integrales y calcio. Para poder acceder a este reconocimiento, las empresas aplican voluntariamente y cuando cumplen con los parámetros establecidos, se ganan el derecho a los sellos como parte de su etiquetado.
Actualmente, son más de 2600 productos los que cuentan con estos sellos. Se ha logrado incentivar a que la industria se esfuerce por cumplir con los estándares establecidos. Como ejemplo podemos mencionar el esfuerzo realizado por las empresas para no perder sus sellos, incluso cuando se endurecen los requerimientos como bajar el porcentaje máximo de azúcar permitido. Las empresas adecúan su producción para cumplir con los nuevos estándares.
Finalmente, es importante que las políticas sean innovadoras para ayudar a las personas a virar efectivamente su comportamiento hacia una alimentación más sana. Los aportes de la economía conductual resultan útiles en este campo. En Singapur, en coordinación con una cadena internacional de comida rápida se incentivó el uso de pan integral como la opción default para sus desayunos. El nivel de ventas de la cadena no disminuyó y el Gobierno promovió una alimentación más saludable.
Desde Videnza Consultores creemos que son precisamente este tipo de políticas innovadoras, simples y efectivas las que desde el sector público, pero en asociación con el sector privado, se deben promover para combatir un problema de salud pública como el sobrepeso y la obesidad.
Nicolás Besich
Investigador Principal de Videnza Consultores