Mi experiencia liderando una comisión de transferencia
Hasta el 26 de julio último, y durante poco más de tres semanas, las comisiones de transferencia de los 19 ministerios de nuestro país estuvieron inmersas en sus procesos de traspaso de gestión. En ese contexto, asumí con gran responsabilidad y entusiasmo la tarea de liderar al equipo de transferencia del sector salud.
En estas líneas quiero reconocer el esfuerzo y la dedicación de los más de cien profesionales que destinaron su tiempo ad honorem para recibir de la autoridad saliente la documentación de la situación administrativa, operativa y económico-financiera de cada sector, así como los informes sobre los resultados alcanzados y los asuntos urgentes de prioritaria atención en los que deberá enfocarse la nueva gestión.
Pero, además, esta experiencia de trabajo me permitió confirmar, de primera mano, que los Gobiernos están entendiendo la importancia de continuar las políticas de Estado que muestran resultados positivos concretos. En el caso del sector salud, por ejemplo, aunque hay mucho por hacer, incluido reforzar y mejorar ciertas políticas, hay otras que sí deben continuar, como aquellas que están permitiendo avanzar en el aseguramiento universal y que priorizan la atención primaria en salud.
Es estimulante comprobar, además, que hoy tenemos más profesionales técnicos que entienden la importancia de la gestión política. Como lo explicó Hugo Santa María en el diario Gestión, “los servidores públicos claves tienen que pensar y hablar permanentemente en el idioma de la gestión eficiente orientada a resultados y en el idioma de la viabilidad política de la gestión pública”. Esto lo venía ya observando desde Videnza Consultores en nuestro trabajo con distintas entidades del Estado, y ahora lo pude apreciar con mayor profundidad desde la comisión de transferencia del sector salud.
Si bien es cierto que todavía se necesita contar con un aparato estatal mucho más preparado en temas de gestión pública, es un buen indicador que los puestos de toma de decisiones estén, cada vez más, integrados por profesionales técnicos que saben manejarse en el terreno de la política. Pero a ello se le debe sumar la necesidad de tener liderazgos claros cuyo enfoque no sea gestionar más recursos, sino hacerlo con eficiencia.
Liderazgo y buen manejo político son exigencias fundamentales sobre todo en un sector como salud, donde se requiere del funcionamiento en armonía de distintas instituciones (EsSalud, por ejemplo) y de cada uno de los Gobiernos subnacionales, y que, además, enfrenta enormes retos. Entre ellos están mejorar la planificación de la atención primaria en salud —para lo cual urge articular eficientemente las distintas instituciones prestadoras de servicios de salud—; aplicar medidas de contingencia ante la disminución del presupuesto destinado a salud para este año —incluido solucionar el problema de desabastecimiento de medicinas—, y determinar qué estrategias de planificación, logística, control y monitoreo se pueden implementar para hacer más eficiente el sector.
Como bien dijo el presidente Kuczynski en su primer mensaje a la nación, “sin salud no hay desarrollo posible”. Por ello, saludo que el nuevo Gobierno haya colocado como objetivos esenciales mejorar el saneamiento y la salud pública en el país, poniendo especial atención en eliminar la anemia, reducir las cifras de mortalidad materno-infantil y dotar con vacunas a los centros de salud. Tengo la certeza de que la ministra Patricia García está a la altura de asumir estos grandes desafíos, y desde este espacio le deseo el mayor de los éxitos en su gestión.
Janice Seinfeld
Directora Ejecutiva de Videnza Consultores