Una discusión fundamental que merece enfocarse
Muchas discusiones se han generado a partir del último discurso por fiestas patrias del presidente Ollanta Humala. La más importante quizá, es el debate entre si la estrategia para lograr el desarrollo es “crecer para incluir” o “incluir para crecer”. Considero, sin embargo, que este debate no tiene mucho sentido pues como suele suceder con el análisis de las ciencias sociales, ambos enfoques tienen parte la razón, y nos distrae de lo fundamental, que es contribuir al desarrollo del país. Y ahí la primera clave para enfocar el debate: crecimiento no es sinónimo de desarrollo. De hecho, puede existir lo primero sin necesariamente generar lo segundo.
Si bien existe amplia evidencia de que el crecimiento económico disminuye la pobreza, y de que la reducción de la pobreza combate la desigualdad, también se puede comprobar cómo una menor desigualdad lleva a crecimientos más sostenidos. El crecimiento económico per se no garantiza desarrollo ni cierre de brechas. Solo mejorando la educación y la salud, y atendiendo a grupos vulnerables, se asegurará un piso mínimo que permita mayor productividad en el futuro. Ese es justamente el fin de las políticas distributivas: poner un piso a la pobreza, no un techo a la riqueza.
Para lograr crecer se debe fomentar la inversión privada y mejorar la eficiencia de la inversión pública. Las dos deben ir en paralelo. Solo así podremos también pensar en cómo distribuir adecuadamente los recursos y garantizar oportunidades a quienes hoy no las tienen.
Pero, en este escenario, la gestión pública sigue presentando tantos cuellos de botella que desincentiva al privado a que la considere una estrategia para fomentar el crecimiento del país. Basta ver el caso de las asociaciones público privadas. Aunque fueron diseñadas para acelerar la inversión, presentan tantas trabas e interferencias que la inversión pública directa por parte del Estado se ha convertido en la forma rápida de intervenir.
Justamente por todo lo anterior, es que a inicios del presente año, desde Videnza Consultores, y en asociación con la Universidad de Piura, decidimos lanzar el Diplomado de Gestión Pública y Gobierno, cuya primera edición concluyó con gran éxito el 18 de julio pasado. Fruto de esta experiencia, decidimos lanzar la segunda edición del Diplomado, la cual está próxima a comenzar este 13 de agosto.
Tengo la certeza de que formando a funcionarios públicos y hacedores de política correctamente capacitados se podrá impulsar la inversión y la buena gestión en el país. Se habla mucho de que lo que le falta al Perú son instituciones sólidas. Estas solo se forman con profesionales capacitados. Y en esa línea deberíamos ir todos.