Los costos no visibles de la huelga médica
Hace unas semanas, la Federación Médica Peruana (FMP) decidió suspender, tras 150 días, la huelga nacional indefinida que venía llevando a cabo. Esta decisión, si bien aún no es una medida definitiva es, sin duda, una gran noticia, no solo para la gran cantidad de pacientes que se vieron afectados —solo en sus primeros 90 días, esta paralización perjudicó más de 1,6 millones de consultas a nivel nacional—, sino para reconcentrar los esfuerzos en la reforma del sector que el Gobierno viene promoviendo desde el año pasado.
Una muestra de cómo la huelga ha afectado la implementación de dicha reforma –entre otros factores, por supuesto- es el descontento de la población en relación a los servicios de salud que recibe: según una encuesta elaborada por CPI a pedido de RPP, a agosto de este año, el 52% de los encuestados consideraba que los servicios de salud en el país han empeorado en el último año, a pesar de los 9 229 millones de soles ejecutados en el sector por el Estado. Para diversos analistas, una de las causas de este resultado ha sido precisamente la huelga médica. Evidentemente, los limitados recursos disponibles para la atención, desde medicamentos hasta equipamientos e infraestructura, también afecta la percepción de los usuarios.
La puesta en agenda de la huelga médica ha generado que el Ministerio de Salud (Minsa) y los medios de comunicación se vean obligados a enfocarse en su solución, distrayendo así su atención de otros aspectos de vital importancia. Por ejemplo, hasta hace unas semanas, al buscar en Google la frase: huelga médica Perú se obtenían 871,000 resultados, mientras que al buscar la frase: reforma de salud Perú se obtenían 271,000 resultados menos; esto a pesar de que la huelga tiene 150 días y la reforma ya casi dos años.
Por ello, resaltamos la importancia de retomar el timón. Si bien se han anunciado inversiones en el sector que son indispensables para ir cerrando las grandes brechas existentes en infraestructura y equipamiento, es poco lo que se ha avanzado en aspectos como el intercambio prestacional o la formación de redes integradas de atención primaria en salud. Ya en abril último mencionaba en este mismo espacio que si bien la medida más discutida de la reforma ha sido la nueva escala remunerativa, son 23 los decretos legislativos aprobados que están orientados no solo al aspecto remunerativo, sino a otros temas igualmente urgentísimos en el sector: la promoción de la inversión en infraestructura, el fortalecimiento de la rectoría en el sector, la priorización de la promoción y la prevención de la salud, entre otros. Lamentablemente, desde esa fecha hasta hoy no se evidencia mayor avance.