La paradoja de nuestro tiempo: Gestión, gestión y más gestión
“Nuestro problema no es plata, sino organización y gestión”, fue la respuesta del economista y ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski preguntado sobre por qué el Gobierno actual, teniendo recursos, no gasta. Sus declaraciones, ofrecidas en una extensa entrevista publicada el domingo último en el diario El Comercio, aluden a uno de los principales problemas de nuestro Estado: su incapacidad para gestionar de manera eficiente los recursos públicos. Y es uno de los aspectos que, como economista, más me preocupan (no por nada este espacio decidí titularla “Evidencia para la gestión”).
A esta pobre gestión se suma la poca capacidad de las distintas instituciones que hacen monitoreo y evaluación del gasto público. Si bien el Perú ha avanzado mucho en hacer transparentes los montos del presupuesto que se asignan a cada sector y a cada programa, para que el Gobierno realmente rinda cuentas sobre los recursos públicos es imprescindible discutir no solo cómo se asignan los recursos entre distintas prioridades, sino también quiénes terminan siendo los beneficiarios de las mismas. Es más, deberíamos poder saber cuáles son los objetivos que se intenta alcanzar con cada programa que el Estado pone en marcha o sigue financiando. Sólo así será posible saber si en efecto esa es la manera más adecuada de lograr dichos objetivos o si hay maneras más costo-efectivas de hacerlo.
Este Gobierno se ha preocupado por tener un equipo ministerial mucho más técnico que político, que está tomando medidas adecuadas, una de las cuales, por ejemplo, es ceñirse al Presupuesto por Resultados (PpR) y empezar con el monitoreo y la evaluación de diversos programas. Pero todavía un gran porcentaje del Estado se maneja pensando en obtener beneficios personales y no enfocando las decisiones en cómo optimizar el uso de los recursos públicos y emplearlos eficientemente para el bien de todos los peruanos.
El 14 de septiembre, estando a pocos días de elegir a nuestras autoridades municipales y regionales, una encuesta de Ipsos Perú reveló que para decidir su voto, el 58% de limeños se fija en la experiencia y la capacidad de gestión del candidato. Es un dato interesante. Pero como ciudadanos debemos ir más allá: deberíamos poder saber si las decisiones presupuestales son las más adecuadas, las más focalizadas y las de mayor retorno por la inversión realizada. No basta con ejecutar los presupuestos asignados para determinado sector. Lo importante es saber que se están gestionando de la mejor manera posible.
Y que los presupuestos se gestionen de la mejor manera posible significa, además, que se gestionan sin corrupción. Según los resultados de la mencionada encuesta de Ipsos Perú, “solo” el 22% de los limeños presta atención a los casos de corrupción al momento de decidir su voto.
Estos son campos en lo que todavía nos falta mucho por recorrer.