Genéricos: una estrategia para lograr una protección financiera efectiva en salud
Más de la mitad del gasto que los peruanos destinamos a salud corresponde exclusivamente a medicamentos (55%, según la ENAHO 2012). ¿Qué hacer para disminuir estos costos? La respuesta está en los medicamentos genéricos, definidos por la OMS como aquellos vendidos bajo la denominación del principio activo que incorpora, teniendo una composición y forma farmacéutica igual a la original y con la misma biodisponibilidad. Lamentablemente, su consumo en el Perú es aún limitado: en el 2011 representó solo el 21.3% de unidades vendidas, mientras que, por citar un ejemplo, en la Unión Europea asciende al 55% del total de medicamentos expendidos.
Hace unos meses tuve la oportunidad de dirigir en Ayacucho grupos focales para asegurados del SIS y de EsSalud, y claramente pude percibir el descontento de los asistentes hacia el uso de medicamentos genéricos, a los cuales —sin considerar su verdadera eficacia— denominaban “los medicamentos que no curan”.
Fomentar el consumo de medicamentos genéricos pasa, en primer lugar, por garantizar que en el mercado encontremos productos de calidad. Solo así se podrá incentivar su uso y cambiar la idea generalizada en el país de que son medicamentos de inferior condición, cuando deberían producir el mismo efecto terapéutico en el paciente. Para que la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) logre asegurar su eficacia, seguridad y calidad es indispensable, como lo reconoce la propia ministra de Salud, que se implemente adecuadamente la nueva Ley de Medicamentos (Ley N° 29459) y sus respectivos reglamentos (DS-014-2011-SA y DS-016-2011-SA). Sobre todo resulta fundamental reglamentar las pruebas de bioequivalencia, destinadas a demostrar que los genéricos son equivalentes a los productos de marca.
En segundo lugar, se debe fomentar la aceptación de los medicamentos genéricos no solo entre los pacientes, sino también entre los médicos y farmacéuticos. Como parte de esta promoción, la Digemid debería publicar los resultados de las evaluaciones que realiza a dichos productos, para que la población pueda sentirse tranquila de consumirlos. Si bien a nivel nacional (a través del SIS) y en Lima Metropolitana (en las farmacias del SISOL) el Estado viene realizando distintos esfuerzos por promover el consumo de medicamentos genéricos, primero debe asegurar que son equivalentes a sus contrapartes de marca. De lo contrario, estas iniciativas no tendrán el éxito esperado.
Finalmente, resulta esencial desarrollar una fármaco-vigilancia activa que permita contar con informes periódicos de seguridad. Esto aportará evidencia de los medicamentos que se encuentran ya en el mercado, así como de aquellos que están por entrar.
Si bien el Estado debe promover el consumo de medicamentos genéricos, tiene que evitar caer en el error de prácticamente prohibir la compra de medicamentos de marca. Al respecto, creo que proyectos de ley como el presentado por el congresista Omar Chehade, que prohibiría a los médicos recetar medicamentos de marca a menos que el paciente lo solicite, son contraproducentes y limitan la competencia. Se debe tener en cuenta que actualmente la ley ya obliga al médico a consignar la Denominación Común Internacional (DCI) del medicamento que receta. El problema está, como en muchos otros casos, en hacer que la ley se cumpla.
Un estudio del Banco Mundial elaborado en el 2010 por Alexandra Cameron y Richard Laing analizó cuánto ahorro generaría cambiar el consumo privado de medicamentos de marca —aquellos desarrollados por laboratorios de investigación— por el de medicamentos genéricos en 17 países en desarrollo, incluido el Perú. Los autores concluyeron que, en el caso peruano y solo tomando en cuenta 11 medicamentos específicos, si se consumiera genéricos se obtendría un ahorro de 79% en promedio del gasto privado, lo que equivale a más de 2.5 millones de dólares en estos medicamentos. En esa misma línea, la Digemid afirma que con la adquisición de medicamentos genéricos se puede lograr un ahorro de hasta 90%. Así, incentivar y promocionar el consumo de medicamentos genéricos de calidad debe ser una de las prioridades sanitarias en el país.
En la medida que la DIGEMID afronte estos retos y avance en su solución, lograremos reducir los altos costos que enfrentamos hoy en día y tendremos un sistema de salud más equitativo y con mejores indicadores sanitarios.