Punto de quiebre: el tenis peruano requiere una reestructuración urgente
La imagen del equipo peruano de Copa Davis uniéndose en un emotivo abrazo tras la victoria en 5 sets de Mauricio Echazú sobre el boliviano Rodrigo Banzer (18 años de edad) en el club Terrazas de Miraflores, que determinó la permanencia en el Grupo II de la Zona Americana (Perú estuvo a punto de descender a lo más hondo del tenis Latinoamericano), se puede analizar desde los dos lados de la cancha. Para una persona que no conoce en absoluto la realidad del tenis nacional será un momento lleno de sentimentalismo y emoción. Para quienes viven, sienten y se ensucian con el polvo de ladrillo diariamente, es una imagen que refleja en el hoyo que ha caído el tenis competitivo de nuestro país a pesar de que el año 2008, Perú logró disputar el Grupo Mundial de la Copa Davis. En este nuevo post de “El deporte de hacer negocios”, contaremos con la opinión de los referentes del tenis peruano para entender el crítico momento que atraviesa este deporte.
Recordemos el histórico ascenso al grupo Mundial el 2007 en el Rinconada Country Club ante Bielorrusia. Lucho Horna derrotó a Max Mirnyi con parciales 6-4, 7-5, 4-6 y 7-6 (7-4) y logró el triunfo para Perú en la serie.
Lejos en el ranking
El último equipo peruano de Copa Davis tuvo como ranking promedio 549, el mejor de todos es el arequipeño Duilio Beretta, 425 del mundo, quien ha anunciado su retiro de las canchas a fin año ante la seguidilla de resultados adversos que no le han permitido ascender en el escalafón del tenis mundial y que él mismo reconoce que lo han estancado deportivamente. Con este promedio de ranking, nuestros principales tenistas sólo acceden a jugar Futuros y algunos Challengers, por lo tanto, están lejos de los torneos ATP de primer orden, sólo reservado para los jugadores que superan el puesto 250 y dónde están las verdaderas ganancias de los tenistas y la mayor cantidad de puntos ATP en juego. Los torneos Futuros entregan premios de máximo 15 mil dólares y en muchos casos no incluyen la estadía. Nuestros jugadores actualmente se encuentran entre el abismo que divide a los semi profesionales del profesionalismo.
Pero esta es tan sólo la punta del iceberg. Este año, aún no se ha jugado un solo torneo Futuro en nuestro país por temas presupuestales, el Circuito Nacional de Tenis de Primera tampoco ha comenzado y a nivel de menores, los torneos nacionales son poco competitivos e informales en su organización, existe poca capacitación para los entrenadores, los medios de comunicación no hacen cobertura de las actividades tenísticas y se cuestiona la poca capacidad de gestión de la Federación Peruana de Tenis para desarrollar una plataforma de tenis que permita a los patrocinadores exponerse. A esto se suma que varios talentos prefieren utilizar, de manera valida, el tenis como un puente para obtener un título universitario en Estados Unidos, antes de dedicarse al tenis competitivo como sucedió recientemente con el tenista Rafael Aíta, quien fue convocado el 2014 al equipo peruano de Copa Davis y que se graduó hace algunos meses de la carrera de finanzas de la Universidad de Carolina del Norte. Fue nombrado el mejor jugador de todos los tiempos de su universidad pero prefirió dedicarse a su carrera de negocios antes que al tenis. ¿Qué aleja a los tenistas de la competencia profesional?
Post Grupo Mundial
“No se supo capitalizar el ascenso al Grupo Mundial el 2008, lo preocupante es que esta es la generación que nos siguió y no ha logrado resultados. Yo venía de ganar los dobles de Roland Garros y jugamos ante una potencia como España en Lima. Era el mejor momento de la historia del tenis peruano. Los sponsors estaban interesados en invertir pero no se supo gestionar el momento de una manera profesional y atractiva. Luego, se dijo que se iba a crear un centro de alto rendimiento, se debió capacitar entrenadores y muchas cosas más, pero todo quedó en nada y es preocupante ver que tenemos pocas opciones de jugadores que pueden llegar a ser profesionales. Es triste decirlo, pero el tenis peruano está en una situación crítica y nos conviene aceptarlo para cambiar drásticamente esta realidad. Hemos tocado el nivel más bajo del tenis desde que tengo uso de razón”, afirma Luis Horna, el principal referente del tenis peruano en la actualidad y que después de su retiro el año 2009 decidió dedicarse a la formación de jugadores competitivos y a su empresa de organización de eventos de tenis, Igma Sports.
El nivel actual de nuestros jugadores
Con el retiro de Duilio Beretta (quien se dedicaría a ser a entrenador de tenis competitivo y a estudiar de forma paralela una carrera universitaria), Juan Pablo Varillas (612) –llamado a ser la próxima promesa del tenis nacional-, Mauricio Echazú (646), Jorge Panta (682) y Duilio Vallebuona (1532) son nuestros mejores representantes en singles. Mientras que en dobles, Sergio Galdós sorprende con un decoroso puesto 161. Según los entendidos, el que asoma como una próxima figura del tenis nacional es el juvenil Juan José Rosas (17 años), quien está pronto a convertirse en profesional tras figurar entre los mejores 20 juniors del mundo en enero de este año. Es decir, hoy ninguno de nuestros jugadores tiene chances de jugar en la elite del tenis. “No tenemos un referente del tenis, cuando en los últimos años estuvimos acostumbrados a tener un top 100 y ahora el mejor pasa del puesto 500 del mundo. Eso obviamente lo hace mucho menos atractivo para el tema comercial. No salimos de los Futuros que son la primera escala del tenis profesional y donde que hay salir rápido. El único torneo de nivel que tenemos es el Lima Challenger que organizamos nosotros y que reparte 50 mil dólares en premios”, agrega Horna.
En este aspecto, resulta fundamental destacar que el problema no es únicamente deportivo sino también económico y psicológico. Un jugador para financiar una temporada de viajes, entrenamiento y competencia internacional requiere de un mínimo de 80 mil dólares para jugar 30 semanas al año e intentar hacerse de un lugar importante en el ranking. Esto incluye tener un equipo de trabajo técnico (entrenador, preparador físico, psicólogo deportivo y nutricionista) e incluso poder viajar con un entrenador a los torneos en el exterior. Usualmente son las familias de los jugadores quienes cubren estos gastos pero nunca es suficiente y es en ese momento que empiezan las limitaciones para seguir ascendiendo en el juego y en el ranking. Iván “El Chino” Miranda (se retiró el 2012) y formó parte del equipo que ascendió al Grupo Mundial, comenta el duro camino que le significó ser tenista profesional. “Los sponsors son escasos no sólo en el tenis sino en el deporte en general. Cuando era profesional, en un torneo tenía que invertir como 1500 dólares entre pasajes y estadía. Si pierdes en primera ronda, pierdes ese dinero. Sólo si ganas el torneo o quedas finalista es rentable. Yo prácticamente no recibí dinero de la federación, sólo por Copa Davis, todo lo que gané fue con mi propio esfuerzo y el apoyo de mi familia, así pude llegar a estar cerca del top 100 en la ATP en determinado momento de mi carrera. Depende mucho de las ganas que tengas por jugar al tenis profesionalmente. Aquí la parte psicológica juega un papel importante porque se pasa por momentos duros y hay que ser perseverante”.
Agrega Horna sobre este mismo concepto: “El tenis es un deporte muy caro porque es individual, pero este no es un impedimento para dedicarte si esa es tu pasión y tienes el talento. Yo por ejemplo, me iba seis meses a Europa para ahorrarme los costos de movilidad porque te trasladas en tren o alquilas un auto. Luego los fines de semana jugaba interclubes para hacer caja. Depende del jugador estar dispuesto a pasar esas temporadas largas y de sacrificio, lejos de la familia. Muchos jugadores que tienen éxito siguen haciendo lo mismo. Siempre me las busqué porque tuve mi primer hijo a los 21 años. Las cosas no son fáciles en el tenis, ni el en deporte ni en la vida”.
La ausencia de canchas duras en nuestro país también parece ser un factor que afecta el rendimiento de nuestros jugadores, quienes sólo están acostumbrados a jugar en arcilla y cuando les toca jugar en pistas rápidas están en desventaja. Como dato, el 70% de los torneos ITF y ATP (especialmente en Estados Unidos y Europa) se juegan en este tipo de canchas y en el Perú el 99% de las canchas son de polvo de ladrillo.
El retiro de Beretta
La historia de Iván Miranda contrasta por ejemplo, con la de Duilio Beretta, quien fue llamado a ser el gran referente del tenis peruano después de ser campeón junior de Roland Garros y el US Open. El año 2013 recibió el apoyo económico del IPD y de ADO (Asociación de Deportistas Olímpicos) para entrenar en Argentina (cerca de 100 mil dólares anuales) pero al siguiente año no le renovaron el apoyo ante la falta de resultados deportivos. “La prensa malinterpretó mis declaraciones. Yo no me he retirado por falta de apoyo, yo he recibido apoyo del IPD y lo agradezco. El tenis profesional es difícil y es un deporte caro por los entrenamientos, viajes, estadía y equipo técnico. La gente quizá no valora el esfuerzo que hacemos los tenistas. La verdad es que si a cierta edad no llegas a estar entre los 150 del mundo, el tenis deja de ser rentable. Yo he dado todo por mi país y mi familia ha sido la que más lo ha sufrido porque ha estado conmigo siempre, en mis victorias y derrotas. Ahora estoy en pleno proceso de tomar la mejor decisión para mi futuro y he pensado seriamente en estudiar una carrera universitaria. Otros por ejemplo, optaron por una beca deportiva en Estados Unidos y no jugar por su país. Yo tomé la decisión de jugar al tenis profesional y representar a mi país. Ahora simplemente quiero darme el tiempo de tomar la mejor decisión para mi futuro”, nos comenta Duilio Beretta.
Veamos en acción en este vídeo a Duilio Beretta jugar el Challenger de Ecuador del 2013 en cancha dura ente el brasileño Fabiano de Paula por la primera ronda. El partido fue a favor del brasileño 2 sets a 1. Fue una de las temporadas de más apoyo al tenista arequipeño pero lamentablemente sin retorno de resultados deportivos.
Haber viajado a Argentina a entrenar a la academia de Fabián Blengino en Buenos Aires fue una decisión costosa en lo deportivo y lo económico en su carrera.“Le cambiaron la derecha y bajó muchísimo su juego. Los entrenadores son buenísimos pero no siempre los jugadores responden igual a los cambios. Duilio perdió su identidad. Su físico estuvo mejor que nunca pero empezó a jugar peor que nunca y él lo acepta. Luego le quitaron el apoyo del IPD y estando sobre los 500 del mundo a los 23 años le sale a pérdida jugar y se desmotivó. Se hubiera tenido resultados seguro seguiría jugando”, afirma su ex entrenador, Lucho Ramos, uno de los principales formadores de jugadores de competencia en el país.
La desorganización local
El año pasado se jugaron 9 torneos Futuros en el Perú, de los cuales 6 organizó el Club Regatas Lima, los tres restantes se organizaron en el Jockey Club, Lawn Tennis y el club Internacional de Arequipa. Sin embargo, en lo que va del año no se ha jugado ningún torneo por temas presupuestales, lo que ha afectado la continuidad de los jugadores a nivel local y su descenso en el ranking. “Los Futuros permiten que nuestros jugadores puedan sumar puntos en casa y no gasten en hospedaje ni en movilidad. Esa es una base fundamental para los que quieren ser profesionales, por eso es muy importante que los sigan organizando y que la televisión apoye para que los chicos consigan sponsors”, afirma el “Chino” Miranda.
En el sitio web oficial de la Federación Peruana de Tenis (www.tenisperu.com.pe) a estas alturas del año siguen apareciendo como calendario los torneos Futuros del año pasado.
La Federación Peruana de Tenis tiene un presupuesto asignado por el IPD de 600 mil soles para cubrir la organización de los torneos a nivel local y para financiar la participación de los jugadores peruanos en competencias internacionales como la Copa Davis, la Fed Cup y campeonatos en el exterior de las delegaciones de menores. Son los propios padres de los jugadores, en algunos casos, quienes financian el pago de los pasajes, como sucedió en el último Mundial para menores de 12 años en Canadá. “En la federación siempre dicen que no hay plata sin embargo generan muchos recursos con la inscripción de los torneos nacionales y los alquileres de las canchas”, señala el entrenador Lucho Ramos, quien como muchos, piensa que es momento que el presidente Edmundo Jaramillo de un paso al costado para que lo reemplace una directiva más joven y con ideas modernas para generar un crecimiento en la industria del tenis.
Por otro lado están los medios de prensa y la TV hacen poca cobertura de lo que sucede en el tenis local y sólo la Copa Davis es televisada. Hasta el 2011 se transmitió en CMD el Circuito Nacional de Tenis de Primera Categoría y la Federación Peruana de Tenis no supo aprovechar la cobertura mediática para crear una plataforma de exposición para los talentos locales y para incentivar la inversión de patrocinadores interesados en un mercado aspiracional como el tenis. “Para que una institución del estado o privada funcione tiene que haber gerencia. Actualmente no hay una persona a cargo que desarrolle los proyectos y trabaje de una forma seria. No hay una cabeza seria que pueda organizar el tenis en la federación. Ojo, no necesariamente tiene que ser el presidente. Sino una persona contratada, en pocas palabras, no hay gestión”, recalca Horna.
La poca competencia de los menores
Los torneos de 12, 14, 16 y 18 años tienen un problema en común: el bajo nivel competitivo y la poca sincronización de la Unidad Técnica de la Federación Peruana de Tenis con los entrenadores formadores de jugadores en los clubes para trabajar en conjunto. A eso se suma la desorganización en cuanto a las programaciones de los cuadros y la falta de sponsors, pero el principal problema sigue siendo el nivel de la competencia. Siempre son los mismos tenistas los que llegan a las finales. Asimismo, los padres en esta etapa cumplen un rol fundamental y en muchos casos desalientan el trabajo de los entrenadores. “Los padres no saben a lo que se están metiendo y toman decisiones apresuradas como cambiar de entrenador de la noche a la mañana, porque no entienden que este es un deporte de sacrificio. Si tienes a un chico con talento, lo sacas del colegio para que pueda entrenar y lo pones en clases particulares como hicieron con Horna o Yzaga. Eso sucede en todas partes del mundo. Estamos en una etapa del deporte de alta competencia, de tecnología y de nuevas técnicas de entrenamiento. El único entrenador que llevó a un chico desde los 8 años hasta los 20 años y lo llevó a ser cuarto del mundo fui yo con Beretta, pero fue porque los padres creyeron en el proyecto. Pero si eso no sucede, los entrenadores quedamos desmotivados y preferimos no complicarnos la vida, hacemos nuestras academias, entrenamos algunos competitivos y generamos tenis social para generar ingresos”, comenta Lucho Ramos.
De acuerdo a lo mencionado por los entrenadores, el nivel de formación de 4 a 10 años es muy bueno el Perú. Hay entrenadores y academias que realizan un excelente trabajo pero hay un déficit alarmante de los 12 años para adelante, que es cuando los padres deben tomar la decisión de formar competitivamente a sus hijos. Finaliza Lucho Horna: “A esa edad extrañamente están muy perdidos. No hay muchos chicos convencidos en ser profesionales. Actualmente encuentras pocos jugadores con actitud ganadora y de esos 3 ó 4 con posibilidades, sólo uno llega, tienes por lo tanto muy poco margen de error. Las academias de los clubes no los forman correctamente a los jugadores a esa edad a pesar de que pueden hacerlo porque cuentan con los recursos y ahí se encuentra la traba de aparición de jugadores. Sacar un buen tenista de la poca comunidad de jugadores que tenemos es muy difícil. En Argentina hay cinco mil niños jugando al tenis y salen unos cuatro jugadores cada dos años. Acá hay cien chicos en todas las categorías y el abanico es muy pequeño. Esperemos que entre estas promesas esté el próximo referente del tenis peruano, lo crítico es que vamos a tener que esperar entre cinco a diez años más para ver los resultados”.