¿Por qué los profesionales que practican deporte son más felices?
¿Has notado que ese compañero tuyo que juega tenis todas las mañanas antes de llegar a la oficina o aquella colega que va directo al gimnasio después de trabajar siempre está de buen humor y dispuesta a colaborar en equipo? Son admirados en la oficina, considerados líderes y por supuesto, candidatos a los mejores puestos. Tú, sin embargo, los miras como bichos raros, porque lógicamente estás súper estresado, porque café en mano (obvio) sientes que estás inmerso en un escenario laboral demasiado competitivo, injusto en la compensación económica, estás más que saturado por el cumplimiento de metas, que obviamente cada mes son mayores, tu jefe (para variar) te cae pésimo, has vuelto a fumar media cajetilla diaria y a tomarte “unas chelitas” después de la oficina, porque simplemente no das más con la presión. Y piensas: “¿quién tiene tiempo para hacer deporte con tantas obligaciones?”. STOP. Analiza nuevamente si eres tú el que está en la ruta adecuada de decisiones. Obligaciones, tenemos todos. Es cierto, unos más que otros. Pero no te has puesto a pensar que está en ti el poder de cambiar tu estilo de vida, enfrentar tus retos laborales con otra visión y sobre todas las cosas, ser una persona más feliz en tu ámbito laboral y contribuir al desarrollo de tu empresa.
Zona peligrosa
Te recomiendo que salgas pronto de esa zona de estrés y de malos hábitos, por las graves consecuencias para tu salud, que podría acarrearte un estilo de vida sedentario, como indica un reciente informe publicado en el sitio web de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo: “Los trabajadores sienten estrés cuando las exigencias de su trabajo son mayores que su capacidad para hacerles frente, especialmente si son sedentarios. Además de los problemas de salud mental, los trabajadores sometidos a periodos de estrés prolongados pueden desarrollar problemas graves de salud física, como enfermedades cardiovasculares o problemas de músculos y huesos, lo que perjudica su rendimiento laboral y estado de ánimo”.
Pero eso no es todo, para la organización, los efectos negativos se “traducen en un mal rendimiento global de la empresa, aumento del absentismo y presentismo (trabajadores que acuden trabajar cuando están enfermos pero son incapaces de rendir con eficacia) y unos mayores índices de accidentes y lesiones. Las bajas tienden a ser más prolongadas que las derivadas de otras causas, y el estrés relacionado con el trabajo puede contribuir a un aumento de los índices de jubilación anticipada, sobre todo en el caso de los trabajadores empleados en labores administrativas. Los costes que acarrea a las empresas y a la sociedad son cuantiosos”.
La cura: el deporte
Si tú sientes que en la primera parte de este post hemos contando tu historia diaria, no estés decaído, más bien alégrate, porque estás a punto de encontrar las razones por qué es necesario adquirir un nuevo estilo de vida, que quizá no habías puesto en práctica y que ahora debes de incorporar inmediatamente para que tus días sean más felices. Para ello, es importante que empieces a cambiar tus hábitos alimenticios y tu visión respecto a la práctica de un deporte. Inicia una actividad deportiva mañana mismo, sea el que fuere: correr, jugar al fútbol, tenis o ir al gimnasio. ¿Por qué? Porque tu cuerpo empezará a producir las sustancias que producen que estés de buen humor. Las endorfinas son sustancias que el cuerpo secreta en situaciones límite de felicidad o dolor. Su función es crear sentimientos de bienestar tanto físico como mental y disminuir el dolor físico, para crearnos un estado de bienestar y alegría. Algunas personas producen más que otras, sin embargo, lo importante es que podemos usarlas para mantenernos contentos y mejorar nuestra calidad de vida.
Sensaciones como la ansiedad o la tristeza, pueden combatirse con ayuda de las endorfinas, de hecho cuando experimentamos estos sentimientos, nuestra producción de estas hormonas, es más baja. Pero por increíble que parezca, tú puedes hacer mucho por comenzar a producir una mayor cantidad de hormonas de la felicidad, simplemente empezando una rutina deportiva.
¿Cómo actúan las endorfinas cuando practicamos deporte?
De acuerdo a un artículo publicado en el blog Evolución Consciente, cuando empiezas a hacer ejercicio, tu cerebro reconoce ese momento como de estrés. A medida que la presión sanguínea se incrementa, el cerebro piensa que estás luchando contra a un enemigo o huyendo de él. Para protegerte a ti y a tu cuerpo del estrés, liberas una proteína llamada BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor). Este BDNF posee un elemento protector y reparador que afecta las neuronas y también actúa como interruptor de este reset. Es por eso que a menudo después de hacer deporte vemos las cosas claras y nos sentimos más liberados y por supuesto, más feliz. Al mismo tiempo se liberan las endorfinas para luchar contra el estrés y para minimizar las malas sensaciones de hacer deporte bloqueando cualquier situación de dolor y euforia.
El siguiente paso es entender cuándo podemos activar esta sensación de manera óptima. Un estudio de la Universidad de Penn indica que lo más importante es “saber en qué momento hacemos ejercicios”. En pocas palabras, más importante es la calidad que la cantidad. Se recomienda por ejemplo, poner énfasis en el ejercicio aquellos días en lo que tenemos que realizar una actividad importante como una presentación ante gerencia o rendir un examen de ascenso. ¿Por qué? Porque si hacemos ejercicio esa mañana, nuestra capacidad de memoria y atención mejora en comparación de una persona sedentaria. El autor de “Los 20 primeros minutos”, el estadounidense Gretchen Reynolds, indica en su bestseller que “para alguien realmente sedentario, todo ocurre en los primeros 20 minutos de estar activo. Así que no tienes que preocuparte por pensar que mañana tienes que machacarte en el gimnasio durante dos horas, todo lo que tienes que hacer es enfocarte en 20 minutos para alcanzar máxima felicidad y grandes beneficios para tu salud”.
Tú puedes ser mañana mismo un mejor compañero de trabajo y liberador de buenas energías en tu oficina. Ser un profesional más feliz depende de que cambies tus malos hábitos sedentarios y decidas emprender una aventura deportiva. Como has leído, está comprobado científicamente los beneficios químicos que produce pero además, te sentirás autorrealizado, más seguro y a través del deporte, podrás alcanzar un sentido de pertenencia en tu vida, sea en un gimnasio con tus nuevos amigos, los vecinos que saludarás todas las mañanas en tus vueltas al parque en tu nueva faceta de runner o ese nuevo grupo de amigos de tenis con los que de acá a dos meses empezarás a disputar un torneo. Ser más feliz depende únicamente de ti y de cómo aceptes al deporte como una prioridad en tu vida.