¿Por qué es lenta la recuperación económica?
Durante el segundo trimestre la economía peruana cayó 30% comparado contra igual período de 2019. Es la peor caída del mundo. En paralelo, el congreso interpela a la ministra de economía y muchos piden su cabeza. La comprensible frustración de muchos que han perdido su empleo y por ende sus ingresos, pasa por la búsqueda de soluciones extremas.
Veamos ¿Qué tienen en común aquellos países que han recuperado su economía? Si revisamos en el mundo a países tan distintos como China, Australia, Lituania, Paraguay y Uruguay, entre otros, la economía se abrió cuando los contagios estaban disminuyendo o cuando ya no los tenían.
¿Qué se hizo en Perú? Después de 107 días de cuarentena (estricta o parcial), el primero de julio se abrió la economía en un contexto en que los contagios estaban subiendo. Al hacerlo, el mayor contacto entre las personas produjo el resultado esperado: un crecimiento enorme del número de contagiados. Entonces se dispuso poner en cuarentena a 7 regiones y 64 provincias; además, se agregaron los domingos en todo el país. Y ello afectará a la economía, pues los aislados representan un tercio de la producción del Perú.
Lo que traba a la economía es el aislamiento. Si no se detiene el aumento de los contagios, no habrá forma de reactivar la economía ni el empleo. Y eso nos lleva a la estrategia sanitaria, porque es natural preguntarse lo siguiente: ¿de qué sirvieron los días de confinamiento si la estrategia no detuvo los contagios? Mientras estábamos encerrados, era lógico que los contagios crecieran menos, pero el costo era muy alto. No debió ser un período para ganar tiempo mientras se habilitaban más camas y se compraba más oxígeno (como efectivamente fue). En ese momento, rastrear y aislar, como lo sostenían todos los científicos, era la salida. No se hizo y se perdió tiempo. Pasaron las semanas. Antes de la apertura el número promedio de contagios diarios era 3000 y ahora se encuentra en más de 9000.
Nada de esto quita que muchos problemas venían de antes de la pandemia. La informalidad, la salud y educación de baja calidad, la excesiva burocratización estatal, la corrupción, entre otros, solo salieron a flote con el virus. ¿O acaso nadie sabía antes de marzo que quien aportaba 19 años y 11 meses a la ONP no recibiría una pensión? ¿Por qué no se corrigió antes?
La gran pregunta que la historia resolverá es la siguiente: ¿por qué no se implementó la estrategia recomendada por la comunidad científica antes de la expansión de los contagios, digamos en marzo y abril? Más aun, era una ruta seguida por los países que detenían los contagios. Una pregunta paralela es: ¿por qué no hubo autocrítica y se enmendó el rumbo? Y otra, ¿Cuál es la diferencia entre la estrategia previa a Martos y la actual?
Digámoslo claro: no hay forma de reactivar la economía, más allá de paliativos, sin detener el crecimiento de los contagios. Solo así se podrá abrir la economía con la seguridad que no volverá a cerrarse. Y como consecuencia el restaurante contratará más personal y la tienda más vendedores y así se recuperará el empleo. Es la salud el problema. Lo que pase con la economía depende de la salud. Los problemas se solucionan atacando las causas y no las consecuencias.