¿Tu imagen te está saboteando? Descúbrelo en 3 minutos

En el mundo profesional, invertimos horas preparando informes y presentaciones, estudiando y especializándose, pero casi nunca nos preguntamos algo clave: ¿mi imagen proyecta lo mismo que quiero transmitir?

La verdad es simple: tu imagen puede ser tu mejor aliada o tu saboteadora silenciosa. Y con tres minutos de observación honesta, puedes descubrirlo.

El espejo honesto: ¿coherencia o contradicción?

La primera pregunta es directa: ¿cómo me veo es coherente con el rol que quiero ocupar?

Un líder que se viste demasiado juvenil puede verse inseguro. Un profesional que busca ascender, pero mantiene un look desordenado, puede parecer poco ambicioso.

Por ejemplo: una gerente de proyectos viste siempre de negro y sin accesorios. Se ve eficiente, pero transmite rigidez. Con un pañuelo de color logra cercanía sin perder profesionalismo.

La ropa habla (aunque tú no digas nada)

Tus prendas envían mensajes en automático:

• ¿Reflejan orden o descuido?

• ¿Energía o cansancio?

• ¿Autoridad o fragilidad?

Por ejemplo: un especialista brillante llega con camisa arrugada y zapatos gastados. El mensaje inconsciente es claro: “en lo importante, me descuido”.

Los aliados invisibles: postura y detalles

No todo es ropa. La postura, el cuidado personal y los accesorios son parte de tu comunicación.

• Una espalda encorvada resta seguridad, aunque lleves el mejor traje.

• Un reloj, unas gafas o un peinado cuidado refuerzan profesionalismo inmediato.

• Incluso en Zoom, el cabello descuidado o la mala iluminación cuentan otra historia.

Checklist express (3 minutos)

Frente al espejo o a la cámara, pregúntate:

1. ¿Me veo alineado con el rol que quiero proyectar?

2. ¿Mis prendas están limpias y en buen estado?

3. ¿Mi postura y energía refuerzan mi mensaje?

Si la respuesta es “no” en alguno de estos puntos, tu imagen te está saboteando.

La buena noticia, es que la imagen no es fija, se ajusta y se entrena. Un pequeño cambio puede transformar tu presencia profesional.

En un mercado competitivo, no basta con ser competente: hay que ser visible, confiable y memorable. Tu imagen, bien trabajada, puede ser el factor que incline la balanza a tu favor.

Empieza hoy con pequeños ajustes, porque tu marca personal comienza mucho antes de que digas la primera palabra.  Y si no sabes por dónde comenzar o necesitas acompañamiento en el proceso, ya sabes, dónde me puedes encontrar.

¡Hasta la próxima!

Fiorella Garcia-Pacheco
Asesora de Imagen Personal