Reinventarse o quedarse

¿Alguna vez has pensado emprender un negocio propio o has querido buscar una nueva oportunidad laboral?  Tal vez estés en esa disyuntiva justo en este momento.  A mi me pasó hace un año exactamente.  Me asaltó la idea de sentir que estaba en el lugar equivocado.  Pero no porque el lugar fuera malo para mi, si no porque mis intereses habían cambiado drásticamente y era yo la que ya no era buena para el lugar donde estaba.  La pregunta era ¿emprender o cambiar a otro trabajo?  Pregunta muy difícil de responder y cuya respuesta me tomó aproximadamente ocho meses descubrir.

Recuerdo que fueron meses de mucha incertidumbre, con una carga emotiva y de miedo muy alta. Tuve que dedicar mucho tiempo para volver a auto-descubrir quién era, qué quería, de dónde venía, cuál era mi bagaje emocional, qué conocimientos había adquirido, qué metas ya había alcanzado, a dónde quería llegar, dónde quería estar, cómo me veía a mi misma, y cómo quería que me vieran los demás.  Es decir, tuve que sentarme a analizar muy en profundidad mi marca personal pasada, actual y futura.

Durante mucho tiempo, en los casi 20 años que estuve trabajando para el mercado corporativo, un mercado muy dinámico, predominantemente masculino y agresivo, me sentí muy a gusto.  Era una mujer con un espíritu muy competitivo, dispuesta a llegar hasta donde tuviera que llegar para alcanzar las metas trazadas y yo quería llegar muy alto.  Trabajé mucho en forjar una imagen personal prolija, con una marca personal bastante bien definida.  Me encargué poco a poco que todos me conocieran y supieran quién era.

Pero un día, no recuerdo cuándo ni cómo eso cambió.  Mis intereses dejaron de ser tan ambiciosos a nivel del puesto qué quería, el cargo qué ocupaba, las responsabilidades que asumía, y empece a estar más interesada en temas relacionados con la gente.  Definitivamente mi carrera de Marketing tuvo mucho que ver.  Descubrí un mundo que no conocía hasta ese entonces, que era el Marketing Personal.  Se me abrieron los ojos y con ellos vi cientos de oportunidades de desarrollar muchas nuevas vitrinas en las cuales podría exponer quién era yo y lo qué tenía por decir.  Sólo que mi mensaje había cambiado.  Me había dado cuenta que en todos estos años había desarrollado habilidades que no sabía que tenía hasta ese entonces.

Entonces nuevamente la pregunta, ¿Reinventarse o quedarse?  Decidir entre tener un buen sueldo fijo todos los meses, el seguro de salud pagado, un auto nuevo a disposición, un horario, responsabilidades limitadas, gente a tu cargo y todas las gollerías que el puesto ameritaba.  ”Mejor me quedo” pensaba.  ”Esto es más fácil, ya lo manejo y domino”.  Pero simplemente no era yo.  Entonces mejor ¿Buscar un nuevo trabajo?  ¿Pero qué sé hacer?  He hecho esto durante 20 años, ¡no tengo experiencia en nada más! ¡Espera!, sí tengo experiencia, he gerenciado, he administrado una empresa, manejado gente, trabajado en una empresa global, podría fácilmente comenzar en una empresa chica no tan ambiciosa como gerente, en un lugar más tranquila, que me permita llevar en paralelo un negocio.  ¿Pero?  Acaso ¿no terminaría en pocos meses estando en el mismo lugar que estoy hoy?

Entonces la pregunta.  ¿Si me tengo que reinventar?  ¿Qué necesito?  ¿Acaso tengo que coraje suficiente para lanzarme a la piscina?  De aventurarme a ver si el proyecto que tengo en mente hace años funciona?  

Y después de mucho tiempo de análisis, de evaluados todos los escenarios probables y posibles, decidí vencer el miedo y arriesgarme a emprender en un negocio nuevo y aquí estamos luego de seis meses dándole para adelante, con muchas ganas, mucho entusiasmo, con mucho por aprender, pero sobre todo con mucha pasión, porque creo que necesitas estar enamorado de tu negocio o proyecto, creer firmemente en él, para seguir adelante aún cuando vengan tiempos difíciles, porque definitivamente vendrán y habrá que estar preparado para afrontarlos.

Esta fue mi decisión, apostar por re-inventarme.  Sin embargo, es también importante, que fuera lo que fuese que decidas hacer debes siempre hacer un análisis de tus fortalezas y tenerlas muy claras, así como de tus debilidades para luego honestamente preguntarnos cuál es nuestra pasión, esto es lo que realmente quiero para mi, para mi familia?  Estas preguntas son clave, ya sea que queramos postular a nuevo puesto de trabajo, quedarnos y crecer donde estamos o emprender un negocio propio. Ya hemos hablado de esto antes, hacer un FODA personal es fundamental.  Con estas preguntas llegamos a descubrir nuestra vocación, aquello para lo que realmente somos buenos, y que nuestro trabajo realmente sea nuestra pasión, y a adquirir los conocimientos o habilidades que nos hagan falta para poder llegar a donde queremos.

Y ¿que tiene que ver la marca personal en todo esto?  Pues siempre hablamos que los productos se venden y en este caso el producto somos nosotros mismos.  El posicionamiento en el marketing es fundamental para el público objetivo al que queremos llegar y eso funciona igual para nosotros como producto o servicio profesional.  Como les decía, ya sea que quieras buscar un nuevo trabajo, progresar en el que estar o emprender un negocio nuevo, tu mensaje debe ser claro para tu público objetivo, llámese tu futuro empleador, tus jefes actuales, o futuros socios o clientes.

En mi caso, mi marca personal es la misma, pero he tenido que hacerle cierto ajustes para llegar al nuevo y diferente público al que me dirijo ahora, ya que la comunicación es diferente y el mensaje también.

Lo bueno de todo, es que al final todo lo que sucede en nuestra vida está destinado a servirnos en algún momento y soy fiel creyente que hay que saber aprovechar siempre todas las oportunidades.  No existen los errores, si no las oportunidades de aprender algo nuevo y de sacar una lección de cada cosa.

Ahora tu… quieres reinventarte o quedarte?

Nos vemos este sábado 10 en el taller “Potencia tu Imagen Profesional” que estaremos dictando de 9 a 12 p.m., aun quedan algunos cupos, por lo que si quieren información y detalles pueden escribir a info@lasmorzan.com

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