Liberaron al chofer de combi
Muchos “indignados” por la liberación del chofer de combi. Todos opinan, cosa que -en principio no estaría mal. Repito, en principio.
Veamos.
Hay varias hipótesis. Que el chofer tenía dos nombres y no pudo ser identificado, que la foliación del expediente estaba mal, que el certificado de medicina legal era muy leve, en fin. Varias razones, todos opinan.
¿Está mal que las personas opinen sobre esto? En modo alguno, hay un derecho detrás y eso no puede ser objeto de censura. El asunto es cuando las personas opinan sin saber y analizar qué pasó. Ahí entonces cunde la ignorancia que se deja aplastar por un sentimiento de indignación “momentánea” y hasta cierto punto “conveniente”.
Por esas razones no me atrevo a decir si la liberación fue ajustada a ley o no. Un indicativo a favor de rechazar la liberación podría ser que la Fiscalía ha pedido la detención de la persona ante el Juez posteriormente. Ojo que no estoy diciendo que la decisión sea justa o no; ahí sí estoy plenamente convencido que no lo es. Muchas veces la filigrana legal motiva que un Fiscal o Juez se vea atado de manos y que sucumba ante la letra chiquita de la ley.
Ahora bien ¿por qué hablo de indignación “momentánea” y “conveniente”? Porque hace varios años hablamos de lo mismo y no hay solución. Porque no he visto ni una sola marcha a favor de la reforma del sistema de justicia. Porque ningún Presidente se ha atrevido a hacer lo que debe correctamente en este sentido. Porque, desde luego, el sistema no se va a reforma porque no le da la gana. Y el respetable público, ahí permanece en silencio.
¿Eso es todo? No. Más allá de errores fuera del sistema de justicia existen otros problemas que, al parecer, estamos perdiendo de vista. Por ejemplo ¿por qué razón la combi sigue libre pese a deber S/. 163,000.00 en multas? ¿o cómo podía un individuo así seguir conduciendo sin brevete? Hay más de un problema. Pero no, todos quieren “cana”.
No me voy a cansar en decirlo: el Derecho Penal siempre llega tarde. Las lesiones de la señora no van a desaparecer porque al sujeto eso lo detengan. Me temo que esto se pudo evitar. Pero no, todos quieren “cana”.
También hay un asunto de fondo: la total ausencia de valores. Falta de respeto a las reglas (normas) y a la autoridad. La norma sirve lo mismo que un papel higiénico si es que no se cumple, para todos. No hace falta una norma legal o una campañita naif para generar valores. Eso involucra un esfuerzo sostenido e inteligente para lograr un cambio de conducta ya. Sobre eso tampoco se oyen voces y reina el silencio. Todos, o la gran mayoría, solo pide “cana”.
Lima, 13 de enero de 2021
Eduardo Herrera Velarde.