¿Por qué creo en un Marketing con Calle?
Porque creo firmemente que el rol de marcas y empresas debe trascender la utilidad económica y apostar por SUMAR un fin social. Hoy estamos en un momento de incertidumbre y cambio. Inclusive hasta de convulsión social en Latinoamérica. Entonces, ¿Cuál va a ser el rol de tu marca? ¿Solamente vender buenos productos a buena calidad y buen precio? En eso no se puede agotar el marketing. NO.
Un marketing verdadero tiene que apostar por un cambio y tiene que generar un beneficio no sólo individual, sino social, porque lo que más importa es la utilidad social.
- Entender valores culturales, contextos y marcos de referencia, son las bases de un marketing de estrategia con calle, porque los contextos culturales hablan por las personas. Necesitamos escuchar más las voces de la calle, los personajes populares, las “tribus urbanas” y en general a la gente que se expresa en calles reales y virtuales. En un contexto actual como el peruano donde nos dividen las ideologías, los pensamientos económicos, las diferencias sociales y también los niveles de desiguadad entre regiones, y peruanos en pobreza, resulta de suma falta de empatía que como profesionales del marketing no tengamos una voz, acción o propuesta para lidiar con estos problemas sociales. El marketing no puede ni debe enmarcarse en un rol superficial de maquillaje conceptual o de pura finalidad comercial… tiene que apostar, ¡tiene que mojarse! Esa es mi visión y la creo/defiendo no solo como profesional sino como ciudadana y hasta empresaria. El País nos necesita, y para ello debemos ser conscientes que a traves de campañas, acciones de marketing, y nuestra voz profesional podemos contribuir y aportar.
- El marketing tiene que venir de la mano de nuestra propia fuente de conocimiento, recogiendo nuestra sabiduría ancestral. Antes de innovar, tenemos que revalorar. No se puede hacer un marketing o decisión empresarial sin tomar en cuenta los aprendizajes colectivos. Muchas veces la resiliencia popular da ideas de cambio. El desarrollo viene cuando reconocemos el valor de nuestras raíces y construimos sobre ellas. En la nueva Lima, en las regiones y en los múltiples pueblos del Perú podemos encontrar “marketeros” de a pie, ciudadanos, trabajadores y profesionales que están generando mucho valor con sus ideas, con sus comercios, con sus productos y sobretodo con su creatividad. El ingenio peruano, que se demuestra día a día en las calles, es una fuente invalorable de conocimiento. Fervientemente creo que las grandes empresas, corporaciones o instituciones publico y privadas debería y PODRIAN aprender mucho más de esta sabiduría ancestral y ponerla en valor. Las microfinanzas podrían alimentarse más de las finanzas populares para incentivar el acceso al crédito, la industria inmobiliaria podría beneficiarse de la solidaridad colectiva vecinal para generar espacios de desarrollo y no solo unidades inmobiliarias; la industria de alimentos podría inspirarse en las recetas populares para crear nuevos productos que conecten con la realidad, la industria farmacéutica podría entender mejor los rituales de sanación y “limpia” de los peruanos para incentivar un mejor acceso a la salud; la industria educativa aprender de cómo los peruanos transmiten su legado a través de narrativas orales, y un gran etc. ¿Es que decidimos no ver o es que preferimos seguir importando ideas y no valorando las que tenemos adentro?
- Estamos dejando de ser una sociedad de masas para ser una sociedad más diferenciada. Cada cultura, cada contexto cultural te invita a recoger sus valores y nuevos beneficios. No podemos seguir dirigiendo comunicación a estereotipos inexistentes o peor aún, a prejuicios latentes sobre como somos los peruanos y latinoamericanos de a pie…y digo “de a pie” porque las clases medias y sectores emergentes constituyen el grueso de nuestros países. ¿Realmente estamos entendiendo sus dolores, sus prácticas, creencias y comportamientos sociales y de consumo? A veces siento que queremos VENDER pero no ENTENDER, o que preferimos comercializar a empatizar. En esto no se puede agotar el marketing. Un verdadero trabajo de conexión supone entender, empatizar, reconectar y por supuesto llegar al centro de la cultura… allí donde las expresiones de consumo se dan. Recordemos: el consumo es un fenómeno social y como tal no podemos ser indiferente a una visión colectiva. Los marcos culturales importan!
Les dejo un VIDEO que resumen esta visión. Espero que sea de utilidad. Por cierto, aprovecho también para comentarles que mi libro “Estrategias con Calle: Insights y Tendencias para la Transformación Cutlural” está disponible en todas las librerías del país gracias a Editorial Planeta, y que este mes de Noviembre relanzé mi primer libro “Desnudando la mente del consumidor: Consumer Insights para el Marketing”. Alli pueden profundizar en estos pensamientos y ver casos de aplicación actuales, si así lo requieren.
Culmino deseándoles unas muy felices fiestas y deseándoles salud por todas las buenas prácticas y empresas de este 2024.
Gracias por leerme!