“No eres Tú, Soy Yo”: El enamoramiento comercial
Un consejo para todos los clientes que piden propuestas de servicios y alguna vez dijeron NO.
En nuestra experiencia como Gerentes y Consultores en Insights he tenido múltiples experiencias con clientes a los que he atendido como CEO de una consultora, pero también me he permitido ser CLIENTE cuando trabajaba como gerente en una multinacional y solía mantener una relación con diferentes proveedores de investigación y consultoría. El haber estado en “ambos lados del escritorio” me ha dejado algunas enseñanzas que me gustaría compartir con ustedes:
1. Es importante que tomen decisiones sobre si desean contar o no con los servicios y lo informen adecuadamente a sus proveedores. Es la forma más respetuosa de hacerlo: Decir NO o decir SI, pero TOMAR UNA DECISION. Por supuesto una vez que la tomen explíquenle al proveedor las razones de su decisión. Se apreciará un feedback sobre el trabajo realizado. Se ve mejor que simplemente un “no tomaremos sus servicios por el momento” (sin explicación alguna).
2. AGRADEZCAN siempre a pesar que no tomen los servicios y tómense el tiempo de explicar el por qué. El equipo invierte tiempo, esfuerzo y energía para armarles una propuesta y lo mínimo que pueden hacer es agradecer. Recuerden, decir GRACIAS es GRATIS!
3. Si realmente están pidiendo propuestas para llenar su cuota de licitación pedida por políticas corporativas está bien pero sería bueno que se lo expliciten a su proveedor para que él pueda decidir si quiere o no participar en el proceso y revisen las condiciones. La Transparencia siempre es apreciada, y creo que va por ambos lados.
4. Respeten el tiempo de sus proveedores, pidiendo lo justo, sabiendo si lo que van a pedir está en el marco de su decisión y/o realmente lo necesitan. Pedir propuestas “porsiacaso” sin tener en cuenta el valor del tiempo, es desconsiderado. El tiempo es hoy el principal lujo!
5. Confíen siempre en sus instintos. Sumen a su razón, su intuición. El mejor proveedor será aquel con el que se sientan cómodos y bien atendidos más allá de su tamaño, antiguedad o trayectoria. No se guíen solo por lo que le dicen o han escuchado, dense el tiempo de probar por sí mismos.
Soy una convencida de que el mundo sería mejor si clientes y proveedores tuviéramos una relación más fluida de mutuo provecho y por supuesto de gran “amor verdadero”.
Y tú ¿cuáles son tus recetas para este “enamoramiento comercial”? ¿qué te dice tu experiencia? ¿existe en verdad alguna fórmula o depende de cada caso?. Apreciaré tus ideas.
Gracias!
MBA Cristina Quiñones. CEO Consumer Truth. Insighter. Curiosa y Autora de “Desnudando la mente del consumidor: Consumer Insights en el Marketing” (Planeta, 2013). “Estrategias con Calle: Insigths & Tendencias para la Transformación Cultural” (Planeta, 2019).