Mis Heridas Favoritas: 5 grandes aprendizajes que me dejaron jodida, pero no vencida
En Noviembre 2019 acepté participar junto a Luciana Olivares y Ana Romero en una sesión de Terapia, mejor dicho, en un evento que denominamos “Mis Heridas Favoritas” pues queríamos empezar a comentar nuestra historia desde un punto de vista más honesto y tal vez crudo. Se trataba de compartir con las personas aquellas cosas en las que no somos tan buenas, o tal vez aquellas en las que sentimos que “fracasamos” pero que al final nos terminaron dando una gran lección. Este post es el resultado de este ejercicio, y por supuesto, de un ingente esfuerzo de sinceridad conmigo misma. Como psicóloga siempre he creído que “sin dolor, no hay terapia”, así que allí les va.
Primera Herida: Soy muy NEUROTICA/insegura y creo haber fracasado en cualquier TERAPIA o TEST PSICOLOGICO. Haciendo un acto de pura reflexión debo reconocer que soy bastante torpe, no hago deporte, siempre he tenido dificultad con el tema, ni siquiera se cocinar o tengo alguna habilidad con las manos… y eso que mi madre es artista… siempre me tenido rollos por eso, bueno rollos en el cuerpo y rollos en la mente… Además soy bastante disfuncional… nunca me he considerado una persona con habilidades sociales o de relacionamiento, soy una ostra! A mí me gusta encerrarme en mi casa y que nadie me “joda”, no me gusta ir a cocteles, reuniones o realmente estar con gente… es más, estar en un evento es un gran esfuerzo! Soy ermitaña, mi vida ideal sería vivir en burbuja, ver a todos por afuera y que nadie me vea. En la vida real soy bastante más insegura y frágil (vulnerable) de lo que aparento…soy una persona anormal que ha aprendido a manejarse normalmente…pero mi verdadera esencia es ser medio asocial… y claro, todos creen que soy fuerte, y segura y eso…porque creo que se imaginan alguien que no soy del todo, o a veces, tengo problemas con gente que me estereotipa… me ven demasiado segura o tal vez soberbia, y entonces me dan con palo.. y yo solo quiero desaparecer! La verdad no sé que hago haciendo charlas o conferencias, ni mucho menos porque tengo una propia empresa… yo siento que la vida me arrastro muchas veces al enfrentarme con gente, pero yo odio la gente! O sea….por favor no me malinterpreten, odio tener que ser la persona que deba siempre tener una respuesta, solución o eso… creo que por eso decidí ser psicóloga, para entenderme a mí misma, o al menos intentarlo! Dicen que detrás de un psicólogo hay un loco esperando, creo que yo lo tengo bastante amaestrado, pero muchas veces sale a flote ☺
Segunda Herida: Haber fracasado en la CATOLICA! O tener disfuncionalidad vocacional.. no saber quién era ni que quería… no me entendía a mí misma! Al menos eso pensaba. Yo estaba en la universidad desde muy chica, 17 años, y había ingresado luego de dos intentos, era difícil y no siempre la “chuntaba”, pero cuando logré ingresar no estaba muy segura de qué carrera quería seguir, la verdad solo sabía que me encantaban las letras y ciencias sociales o humanas, como me gusta decir me encantaban las “ias” como yo les llamo a la psicología, filosofía, sociología, antropología, y hasta bibliotecología, pero no tenía mayores fuentes de referencia. En un principio elegí estudiar Historia porque tenía un profesor guapo… perdón, muy capo que me enseñó en 5to de secundaria…y la verdad la CATO era buena para eso, pero en tercer ciclo de EEGGLL caigo en la cuenta que la historia no me bastaba, que yo quería algo más, que me gustaba el arte, la sensibilidad artística, creativa, el diseño y la publicidad… y en esa época publicidad no existía en la Universidad… así que no me quedó otra que elegir SALIR de la universidad, es decir RENUNCIAR a la CATOLICA!! .. y la verdad cuando lo hice me sentí mal, que no sabía que carrera seguir, que profesión seguir, mis amigos del a CATO me veían desordenada, recontra informal… para ellos yo era la oveja negra que no sabía lo que quería, ni como lo quería…que no tenía certidumbre, me fui al IPP a seguir la carrera de publicidad, y tampoco me adapté del todo… nunca me adaptaba! Termine regresando a la CATO y me puse a estudiar las dos carreras al mismo tiempo sin sentirme de uno u otro lado,…. Nunca me adaptaba completamente. Me consideraban un problema o bicho raro en todos lados! Siempre me he sentido así, como la variable que no correlaciona. Para mis amigos de la CATOLICA era más publicista, y para mis amigos publicistas era más psicóloga… mis amigos de PANDO eran los progres/caviares y mis amigos del IPP los creativos y artistas… yo vivía en dos mundos, sin integrarme… solo cuando descubro el INSIGHT me encontré a mi misma! Y eso fue a los 31 años! O sea cuando decido aceptar una posición de KRAFT FOODS como gerente de consumer insights…y decidir apostar por esta rara función que me ponían.. antes de esto era “working in progress”… o sea si se sienten mal, disfuncionales, raros o la variable que no correlaciona, no se preocupen!… la “anormalidad” es la mayor fuente de aprendizaje!
Tercera Herida: “FRACASAR en una multinacional” Durante un tiempo fui Gerente de Consumer Insights en KRAFT FOODS (hoy Mondelez) y no logré adaptarme del todo, sentía que era un mundo al que no pertenecía, o para el que yo no era suficientemente buena…que no tenía las competencias para hacerlo… en fin. En cierta forma, lo sentí como un ámbito muy agresivo, o al menos lo percibía algo amenazante, tal vez era un ambiente muy financiero/numérico para mi gusto y yo suelo sentirme mejor entre las letras, el mundo del pensamiento o de la discusión social… era un mundo el cual yo no podía terminar de digerir hasta que un día mi jefe (que era el Gerente General de la compañía) me dijo… “Cristina, yo no te necesito para que hagas estos diagnósticos de Market Share, para eso tengo a mis Chicago Boys, te necesito para que leas emociones, y para eso no está del todo preparado mi equipo”. Yo le había ido a renunciar 3 veces en 6 meses a mi jefe, pero cuando me dijo eso, sentí que podía renacer y rehacerme, reconvertirme en la persona que hoy me convertí…de pronto sentí que tenía un poder mágico, o una espada del augurio, o al menos me lo quise creer…y pues luego de estar casi 3 años en KRAFT renuncié para poner mi propia consultora y hacer mi propio experimento insighter que hoy se llama Consumer Truth. Eso que fue un (aparente) gran fracaso en mi vida como no adaptarme a una multinacional se reconvirtió en una gran promesa laboral para mí, y una nueva oportunidad para demostrar para que era buena. Hoy le agradezco mucho a KRAFT por el stress, las arrugas y los rollos, sin ellos no hubiera logrado ser lo que soy hoy! Le agradezco también a Atilio Ghio, el jefe del que les hablaba.
Cuarta Herida: “FRACASAR COMO LIDER” Es lo que más me asusta, pero en cierta época yo perdí equipo, know how y dinero… pero no las ganas”. Cuando ya formé mi compañía, hace 11 años, contraté a 4 jóvenes muy valiosos de la CATOLICA que me parecían muy prometedores y yo estimo que lo siguen siendo, pero en general no calculé jamás que el talento no sería suficiente… en mi inocencia empresarial, pensé que era lo único que importaba… y que ser bueno y talentoso aseguraba un buen equipo. Sin duda eran chicos muy buenos y talentosos….pero tal vez yo no había hecho un buen trabajo reteniéndolos o dándoles un plan de carrera, yo recién me estaba iniciando y era bastante ingenua quizás. En mi desconocimiento, pensaba que la gente por generación espontánea se alinea a un trabajo… NO! Aprendí muy pronto que se alinea a una visión y a una proyección y yo no había proporcionado esto, tampoco conversado de sus intereses futuros o su plan de carrera, ergo los habida dejado solos, y sin posible ayuda… entonces se fueron, pero se fueron todos en un mes! Me dejaron sin nadie, sin ayuda, y casi casi triste, sorda o muda… como Shakira, con los pies descalzos y las manos vacías, NADA!, no había nada que yo pudiera hacer. Se los llevaron (bueno, se fueron) empresas que seguro les pagaban mejor, pero que tal vez, habían alineado mejor expectativas. Para muchos de ellos yo era la “escuelita” y me seguían viendo como la “profesora” no como líder o jefa, y por tanto, tal vez me veían como palanca para algo más… si bien me puso triste y me descalabró no dejé que eso limitara mis posibilidades hacia algo mejor a futuro. Hasta el día de hoy el tema de recursos humanos sigue siendo una tarea pendiente para mí, y un gran esfuerzo de liderazgo que no termino de manejar o aprender.
Quinta Herida: La última y más reciente de las heridas y tal vez la más fuerte: “No haber jugado a las muñecas y no haber podido ser madre”. Esta última herida la pude contar a detalle en mi presentación del TEDxLima del último noviembre. Si bien yo no había jugado nunca a las muñecas y tampoco planteado una vida con esposo e hijos, lo cierto es que intentar ser madre y no poder es de lo más difícil que me pasó. Fracasar en los tratamientos de fertilidad representó un duro golpe para mi y para mi esposo. Como lo dije en el TEDxLima tal vez no había puesto a pensar en camino alternativo a ser madre, tal vez simplemente no había reparado en ello o si realmente quería la maternidad… al final descubrí que la vida no es una línea recta, sino curva, y que si bien todos te alientan al éxito nadie te preparar apara el “fracaso”; aprendí también que no siempre estamos listos para esa respuesta, que aprendemos que la vida tiene destinos fijos, como 1s o 0s. cuando a veces hay quebrados; que no se trata de blancos o negros, cuando hay grises… y que no siempre tienes que elegir entre ser madre o no serlo, que pueden existir otras formas de redefinir la maternidad, y/o plantearte opciones de vida. Al final no todos tenemos que plantar el árbol, tener el hijo o escribir el libro, pero si encontrar nuestra misión y camino. Aprendí que “Lo que no se puede engendrar con el cuerpo, se engendra desde el corazón”. Y con eso me gusta quedarme. Hoy soy una afortunada esposa, autora, empresaria y madre de dos “hijos literarios” como “Desnudando la mente del Consumidor” y “Estrategias con calle” (mis libros) que me hacen la vida muy feliz ☺
Y tú ¿Qué heridas tienes? ¿Cuáles son tus favoritas? Tal vez puedas compartirlas con alguien más y hacer que otras mujeres podamos aprender de TU historia.
Cristina Quiñones, 28/11/19