Efecto Gareca: Menos soberbia, más humildad. Lecciones para el mundo de los negocios
“Cada Goliath es más vulnerable de lo que cree
y cada David más poderoso de lo que piensa”
David Gomez
El reciente ingreso de la selección peruana al mundial de fútbol podría tener varias lecturas, pero la que más nos impacta, fuera de lo deportivo, es el efecto del grupo o espíritu de equipo en el resultado final, y es eso lo que hemos denominado “Efecto Gareca”. De esto podemos obtener muchas lecciones para el mundo de los negocios, por eso nos parece importante analizar esta estrategia en detalle.
Equipo: El todo vale más que la suma de sus partes
Se trata de poner al equipo por sobre las individualidades y hacer que el conjunto haga el esfuerzo. En el caso del fútbol, era evidente que lo que supuso el éxito al final es prescindir de 4 fantásticos y optar por 11 guerreros. Al final, el equipo fue el beneficiado pues pudo sentirse igualmente compenetrado en la responsabilidad como el compromiso. De TODOS dependía finalmente el resultado, y así fue manejado.
En el mundo de los negocios muchas veces dependemos de un líder y este asume un rol mesiánico (detenta el poder, la fuerza o el espíritu de lucha) que no siempre logra transmitir al equipo. El equipo debe confiar en su líder, pero sobretodo, debe confiar en sí mismo. No depender de otros sino de lo que uno puede hacer, y trasmitir esa misma confianza al otro (confiar en su sentido de responsabilidad) es lo que puede marcar la diferencia. Al final “no sólo con estrellas se llega al cielo”.
Equilibrio: No sobrevalorar, pero tampoco humillarse ante el rival
Esta estrategia se trata también de ser lo suficientemente humilde (perfil bajo) para no sobrevalorar ni la propia fuerza, pero tampoco desconocerla. Se refleja en frases populares como “Trabaja en silencio y deja que el éxito hable por ti”, o “Primero avanzo, luego hablo”. En el caso de muchas empresas peruanas ansiosas de contar sus logros o éxitos antes que escuchar a sus detractores o “haters” aquí les va una pastilla a la consciencia. Yo recuerdo mi época de aprendiz cuando era practicante en la consultora Arellano Marketing. Mi jefe (y maestro) Rolando Arellano siempre me decía que no le gustaba aparecer innecesariamente en medios (y sigue fervientemente su receta hasta el día de hoy), pues al final los que tienen perfil bajo son los que hablan más alto. Tal vez no lo entendía en su momento, finalmente yo era solamente una aspirante con mucha hambre de progreso, pero hoy, algunos años más y con una empresa a cuestas, debo reconocer y celebrar esta recomendación. Rolando Arellano nunca sintió que debía ser “engominado” y hoy es claramente uno de los referentes en el marketing de nuestro país.
Resilencia: En la supuesta debilidad puede estar la fuerza.
En el contexto actual, vemos una abrumadora necesidad de éxito que –cuando es desequilibrada- claramente se nos hace tóxica. Todos quieren ser exitosos y el éxito se ha convertido en un paradigma. Tenemos obsesión por el éxito que a veces nos perdemos en él. En una sociedad de narcisismo mediático potenciado por el internet y redes sociales, es fácil perder el rumbo, o el equilibro. Nos sentimos ese personaje exitoso de nuestras redes, y no el personaje real (bastante menos guapo, inteligente o exitoso) de la vida real. Las empresas buscan desesperadamente las ventas a costa de su propio equipo, colaboradores, clientes o sociedad. El objetivo final nos hace perder la sensatez del proceso o la importancia de los medios para llegar a ese destino. El éxito se pone en cuestión y empezamos a redefinirlo o cuestionarlo.
El entrenador Gareca, alguien que aparentemente “fracasó” al no poder ir al mundial con su propio equipo, Argentina, en el pasado, por no “estar a nivel”, demostró hoy que esta aparente frustración de su pasado sólo lo alentó a perseguir su sueño de alcanzar el mundial con más brios, y vaya que lo logró. El futuro depara muchas cosas interesantes para quienes no se dejan atarantar por el éxito y más bien alentar por su “fracaso”. Resilencia le dicen. En términos psicológicos se trata de la capacidad para superar la adversidad, para enfrentar situaciones estresantes, problemáticas o traumáticas con coraje y determinación. En el mundo de los negocios tenemos mucho que aprender aquí. Podemos encontrar valor en la propia debilidad. Nos toca enfocarnos en ellos y obtener una lección o aprendizaje aleccionador. “Cuando no sabes convivir con el éxito el fracaso te hace más fuerte”
Humildad: La verdadera grandeza está en creerse uno más
He dejado para el final, la que considero la más importante de todas: la humildad. Esta es realmente el valor que, en nuestro entender, llevó al equipo de fútbol peruano a lograr el objetivo, y a otros equipos como la selección chilena a no lograrlo. Es evidente que nadie creía en este equipo nacional en sus inicios, pero la ilusión se fue potenciando con los logros obtenidos pero también con la forma como los jugadores y su entrenador tomaban estos éxitos: con humildad. Y fue esta actitud la que hizo grande al equipo frente a la ciudadanía y los medios. Finalmente todos querían que este humilde equipo de jóvenes talentosos pudiera clasificarse. Este equipo humilde logró lo que pocos políticos hubiera logrado: generar adhesiones en todo el país y a casi todo un continente.
La humildad es también el valor que está redefiniendo el rostro de muchas empresas y sus CEOS en el mundo. El actual CEO de Microsoft, el hindú Satya Nadella, ha proclamado un cambio cultural en la empresa a favor de la empatía y consideración por la gente. En una revaloradora entrevista en la Revista Influencers de España en Noviembre comentó: “las multinacionales no pueden ser más tiempo los memes en los que se han convertido, entidades sin alma ni sangre que entran en una nación o región simplemente para sacar beneficio de sus habitantes. El trabajo de una multinacional es más importante que nunca”.
Esta humildad de reconocer que los resultados empresariales están supeditados también al innegable bienestar e igualdad social que la promoción de la tecnología e industria aporta a las comunidades a las cuales se deben las empresas. Para Nadella como muchos otros empresarios hoy, el liderazgo debe extenderse más allá de los beneficios empresariales e impactar socialmente. En el caso de muchas empresas y empresarios, debemos recuperar la humildad! Como dice Gastón Acurio “Ser cocinero es un honor, llamarse chef es una pequeña huachafería”
En suma,
Como hemos visto empresas y empresarios debemos recordar que el éxito es una consecuencia del trabajo y “en un mundo de presumidos, el silencio es una virtud”. Esperamos que este EFECTO GARECA se extienda a más equipos empresariales, deportivos, académicos y que podamos TODOS aprender de él.
Gracias!
Cristina Quiñones, CEO Consumer Truth. Insighter. Este post se hizo incluyendo la contribución del equipo de Consumer Truth y en particular de Luis Alberto Sanchez quien propuso la frase: “Efecto Gareca”.